19:El Pasado, Parte 2.

1.1K 118 28
                                    

— ¿¡CUÁNTAS VECES TE LO DIJE?!, ¡ÉL NO ES TÚ PAREJA!, ¡ES MÍA!. —

— Eso es mentira. — Dijo el chico mirando desinteresado a la chica de rubia cabellera. — Sí fuera tu pareja. ¿No crees que ya estuviera marcado?. —

— ¡Eso...!. —

Mai intento reclamar, pero las palabras se habían ido cuándo Atem atinó a ese detalle.

¿Cómo se atrevía a decir ella misma que era pareja de Heba Muto, si ni siquiera el joven chico la conocía?.

— Él me quiere a mí. — Continuó el moreno muchacho de cabellera extravagante. — Y yo lo quiero a él y mucho. —

Mai apretó su quijada, apretó los puños con furia.

Se le hacía tan injusto que ese Alfa le quitara a su omega.

— Yo... —

— Ni siquiera intentes decirme que lucharás por él, ya qué, cómo sabes, el está marcado por mi. Nos hicimos uno, y tu bien sabes lo que eso significa. —

Compromiso. Juramento. Lealtad. Amor. Promesa. Confianza.

Esas palabras enloquecian a la rubia y la hacían sufrir demasiado.

¡¿Por qué mierda había tardado tanto en aparecer en la vida de Heba?!, ¿por qué no fue antes?, a estas alturas, ella y él ya hubieran tenido a un cachorro.

Pero, aún cuando Atem le dijera que se diera por vencida, ella lucharía por Heba, porque, sí, Heba tenía derecho a conocerla, ¿y quién sabe?, tal vez Heba cambiaría de parecer y la elegiría a ella.



- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -

— ¿Por qué estamos aquí?. — Yugi miraba a su hermano mayor como lanzaba rocas hacia el lago. — Esto es aburrido. —

— Claro que no. — Respondió Heba girando su cabeza hacia Yugi para sonreírle. — Es tranquilo. ¿Acaso nunca habías sentido tanta paz cómo ahora?. —

Yugi podría decirle que sí, pero no de esta manera, si no qué, conseguía su paz estando alado de cierto chico de ojos rojos.

— Quiero irme. — Dijo Yugi, dando media vuelta para marcharse a lado de Yami.

— ¡Oh, vamos Yugi!. — Heba tomó del brazo de su hermano. — Estamos pasando tiempo de calidad, no dejarías solo a tu adorable hermano aquí, ¿o sí?. —

A Yugi no le importaba, además su hermano se sabía defender sólo y además, de antemano, sabía que su hermano disfrutaba estar a solas haciendo quién sabe qué.

— Claro que sí. — Respondió el amatista.

— Malo. — Puchero el otro soltando a su hermano haciendo que este cayera en la tierra.

— Idiota. — Musito Yugi, Heba le sacó su lengua en gesto de burla, luego se sentó a la orilla del lago.

— Ven siéntate a mí lado. — Palmeo su lado, Yugi solo hizo caso.— Imagínate Yugi, que en este mundo no sólo lo habitaramos los seres humanos o los animales que ya conocemos. —

— ¿Ahora con qué locura me vas a salir?. — Yugi se recostó en el pasto mientras escuchaba a su hermano reír bajamente.

Mi Esposo ¿Es Un Alfa? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora