Sociophobia | BNHA | Katsudeku

Prefacio

ー Y fue así que con su enorme sonrisa pudo salvar a todas las personas. Con sólo escuchar su voz y decir que todo estaría bien puede darle tranquilidad a todos los ciudadanos de la ciudad, ese es: ¡All Might!

Redactaba Izuku.

Un joven diseñador que en sus ratos libres le gusta publicar cómics en internet, los cuales a lo largo del tiempo iban tomando muy buena fama. Sus dibujos eran llamativos y el diseño de sus personajes hacía que quien los viera se enamorara de ellos fácilmente. Y la historia, si bien las tramas que incluyen súper héroes son muy comunes en la actualidad, el concepto que les daba era único.

Su cómic era sencillo, seguía la vida del héroe #1 que se encargaba de salvar a todos con una exuberante sonrisa, sus frases eran recordadas fácilmente por todos los lectores que se encariñaron enormemente con el personaje.

Y es que "All Might" reflejaba todo lo que Izuku siempre quiso ser desde niño. Un héroe que salva y ayuda a los demás.

Pero al final nunca pudo cumplir ese sueño.

. . .

Era una mañana tranquila en el vecindario, la estación invernal del año hacía que la brisa fría recorriera las calles, provocándole escalofríos a las personas que desde temprano salían a realizar sus actividades mañaneras.

A todos menos a uno.

Midoriya Izuku. 24 años, diseñador y dibujante de webcómics.

Se encontraba metido en las gruesas sábanas de su cama, durmiendo tranquilamente. No es de los que se levanta temprano, ya que se queda hasta altas horas de la noche trabajando. A su alrededor, se puede observar una habitación muy desordenada: la ropa limpia y sucia combinada en el suelo, bolas de papel regados por doquier, libros y unos cuantos cuadernos; en la habitación de a lado el desastre era igual, sólo que en él se encuentra su equipo de trabajo, compuesto por un ordenador, su tableta de dibujo, scanner y miles de tipos de papeles que estaban regados por lo largo y ancho de la mesa.

Para él, su hogar era acogedor, y a pesar de seguir la regla de ordenar tres veces a la semana, todo se iba de cabeza rápidamente.

Un molesto ruido comenzó a propagarse en toda la habitación, Midoriya hizo un gesto de molestia y abrió los ojos lentamente. Comenzó a rebuscar entre las sábanas al diatinguir el característico tono, pues era su celular el causante del ruido.
Una vez que lo encontró y vio de quién se trataba, el sueño se le fue al instante.

ー¿D-diga?ー respondió temeroso sin respuestaー¿Aizawa-San?

ー¡Tú, mocoso!ー gritó, asustando al pecoso que casi tira el teléfono ー ¡¿Tienes idea de la hora que es?! Se suponía que debías mandar eso ayer y esta mañana reviso el correo y me llevo la sorpresa de que no has hecho nada.

ーP-pero yo lo mandéー si su mente no le fallaba, lo mandó antes de irse a la cama, estaba seguro. Aunque por la sorpresa que le provocó los gritos de su superior no pensaba claramente.

ー¿Por qué no mejor revisas ese correo y me lo mandas de nuevo? Si la fecha se atrasa por tu culpa, ¡no te encargaré nada más!ー y colgó

ーPero- ーintentó hablar pero era tarde, la llamada había sido terminada no podía llamar de regreso

Queriendo o no, Izuku terminó levantándose de la cama con suma pereza, dirigiéndose al escritorio encendiendo su computadora. Y tal como Aizawa dijo, no había mandado el correo.

ーTenía tanto sueño que no me fijé, qué torpeー se dijo golpeándose la cabeza.

Luego de verificar el contenido del correo y enviarlo nuevamente, soltó un gran suspiro.

Ya empezamos mal el día.

A los pocos minutos de haberlo enviado recibió un mensaje de Aizawa, notificándole haber recibido el archivo. Fue un alivio.

Izuku lleva dos años trabajando de diseñador en una de las editoriales más importantes de Japón. Le encantaba darle portada a los libros de varios escritores que admiraba, pues es el primer vistazo que las personas le dan al libro, aquello que despierta la curiosidad y los invita a sumergirse en él.
También le gustaba tener la suerte de ser uno de los primeros en leer las bellas obras literarias, como ratón de biblioteca, le emocionaba de formas inimaginables.

En especial las de cierto escritor en particular.

¿Y cómo no? Era uno de los escritores más importantes de los últimos años. Sus cautivantes tramas y su magnífica prosa enamoran a cualquiera que leyera sólo una cita.

Bakugo Katsuki era su nombre. Y en resumidas palabras, es el amor platónico de Izuku.

Por él fue que el pecoso trabajó duro, para tener la oportunidad de trabajar en la editorial UA.

Y es platónico porque no ha tenido el placer de conocerlo en persona, a pesar de que trabajen en el mismo lugar.

Ya que existen varios obstáculos en la vida de Izuku que se lo impiden.

Fue obligado por el miedo a esconderse alrededor de cuatro paredes.

Es increíble cómo la crítica de la sociedad actual puede acabar hasta con los más pequeños sueños.

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oh shit, here we go again...