Iván hizo una señal con la mano a la mesera, quien se acercó a él y a Lena y tomó su orden. Ese lunes en la tarde el productor había notado decaído el ánimo de Lena; y al recibir una llamada por parte de la madre de Yulia, diciendo que la chica no podría reunirse con ellos ese día porque se estaba sintiendo enferma, a Iván le pareció que algo andaba mal. Así que invitó a Lena a una cafetería, con el motivo de sacarle alguna información y que al mismo tiempo fueran estrechando su relación.
En esa cafetería pasaron hablando casi una hora. Lena sintió la confianza para contarle lo que había sucedido la noche anterior.
- ¡¿Qué?!- gritó Iván medio agitado- ¿Pero cómo se les ocurre besarse en la boca?
Al notar que otros clientes habían mirado hacia su mesa, debido al grito, volvió a bajar la voz.
- ¿Cómo? ¿Cómo me vienen a hacer esto? ¡Yo sólo les hice un simple comentario para la idea que tenía para el video! ¡Por el trasero del Papa, Lena!
Lena permaneció con la cabeza inclinada, como mascota regañada, mientras la descarga de Iván pasaba.
- Ya, ya. Lo siento, Lena. No debí haber reaccionado- dijo el hombre, después de tomar un gran suspiro- Ahora lo más importante aquí es que me digas cómo te sientes.
Lena levantó la mirada y al mismo tiempo en que comenzaba a llorar, dijo:
- Me sentí... me sentí bien cuando nos estábamos besando.
¡Genial, genial, Iván. No sales de un lío para meterte en otro!, pensaba con sarcasmo el productor mientras se levantaba para inclinarse al lado de Lena y consolarla en lo que pudiera.
El productor estuvo un buen rato hablando con la pelirroja. Él quería asegurarse de lo que estaba sintiendo Lena y le dijo:
- Cuando se está en plena adolescencia, como tú y como Yulia, las hormonas están revueltas, Lena. Pueden excitarse al mínimo contacto. Cuando alguien hace algún tipo de contacto cercano con tu piel las hormonas se activan, porque no distinguen silo que te ha tocado es hombre o mujer; y puedes excitarte con facilidad. ¿Hay... Hay alguna posibilidad de que eso sea lo que haya ocurrido en el caso de ustedes dos? ¿Que sólo haya sido algún "accidente" provocado por las hormonas?
Lena permaneció pensando durante algunos segundos. Que diga que sí..., rogaba Iván al cielo.
- ¿Que pasaría si no?- preguntó ella.
- Me colocarían en una situación muy difícil... Tendría que contarle a sus padres lo que sé.
- ¡No, no, por favor, Iván!- le rogó Lena- Dame algo de tiempo. ¿Sabes? Pienso que tienes razón... Nosotras estábamos practicando lo del beso y las hormonas...
- Lena, sólo estás diciendo eso porque no quieres que le diga a tus padres- la interrumpió él.
Lena permaneció callada por un momento. Sabía que Iván sabía lo que ella estaba sintiendo; no tenía caso mentirle, ni ocultarle nada. Entonces al fin la chica confesó, aunque algo nerviosa y en voz baja:
- Me... me... ena... enamoré de Yulia.
- ¿Y ella que siente?- preguntó Iván.
- No hemos hablado... No lo sé.
El productor le tomó la mano a la joven, como señal de que podía confiar en él. Más tarde Lena le hizo prometer a Iván que él no diría nada, al menos por el momento, a los padres de ella; que las dejaría resolver las cosas por ellas mismas. La única condición que le impuso el productor fue intervenir si percibía que las cosas se le estaban saliendo de las manos, si no había más remedio.
***
Sólo faltaba una cuadra para que el auto donde viajaba Lena llegara a la casade Yulia. Luego de la plática que tuvo con Iván, ella decidió ir a ver a Yulia,ya que la pelinegra había faltado a la reunión que ambas tenían con suproductor.
- Sólo veo a la paloma y nos vamos rápido- le dijo Lena a Boris, el chofer,cuando, llegaron a casa de Yulia.
Sí, ya sé la paloma a la que vas a ver, pensó Boris. Sólo espero que no salgaslastimada cuando termine todo esto.
La pelirroja se bajó del auto y fue a tocar el timbre de la puerta de la casa.Al poco tiempo le abrió alguien; la misma Yulia, quien vestía un pijama azulcon una caricatura de osito en el centro y llevaba el cabello hecho una maraña.La pelinegra no pudo evitar ponerse algo nerviosa al tener frente a ella a suamiga ya que no habían hablado desde aquel beso.
- Lena...
- ¿Estás bien?- le preguntó Lena- Tu mamá llamó a Iván para decirle que estasenferma.
- Yo... hmmm... ehh... me he estado sintiendo algo mal... desde anoche. Pero...ya se me pasará. ¿Quieres pasar?- preguntó la pelinegra, algo vacilante- Estoysola.
Lena entró y se dirigieron a la sala. Allí se sentaron. Por un momento noencontraban qué decir. No sabían cómo comenzar a hablar lo que sabían quetenían que hablar. Fue Lena la que rompió el hielo, al comentar:
- Hablé con Iván.
Yulia se le quedó viendo sin saber qué decir.
- Sobre lo de anoche... - dijo Lena- El beso.
De inmediato Yulia se puso de pie y dijo:
- Lena... Yo no debí. No debimos. Pero... todo pasó tan rápido que no me dicuenta. Ya tus labios estaban tocando los míos y no pude... ¡no pude detenerme!¡Y ahora me siento mal, Lena!
- ¿Por qué te sientes mal?- preguntó Lena.
- Porque me sentí muy bien- fue la simple respuesta de Yulia.
Yulia volvió a sentarse e inclinó un poco el torso; se agarró la cabeza como sile doliera, en un acto de desesperación.
- ¡Tengo miedo, Lena!- confesó Yulia- Tengo miedo de lo que pasó anoche. ¡Y nosé por qué! Sólo fue un beso, Lena. Sólo un beso.
- Yulia... Iván me dijo que te dijera que cuando sientas que necesitas hablarcon alguien, que no sea yo, sobre esto... a cualquier hora, que lo llames. Élno va a decir nada a menos que le pidamos que nos ayude. ¿Entiendes?
Yulia suspiró al mismo tiempo en que se volvía a enderezar y asintió con lacabeza.
- Iván dijo que lo del beso quizá se debió a las hormonas... ya sabes, estamosen la adolescencia, es algo normal que las hormonas se alboroten de vez encuando. La piel no distingue si el contacto proviene de un chico o una chica...
Eso era todo lo que necesitaba escuchar Yulia; una excusa para ocultar sussentimientos... Una excusa para engañarse a sí misma y no sentirse mal ante suspadres. La pelinegra volvió a ponerse de pie.
- ¡Es precisamente lo que tuvo que haber pasado!- exclamó Yulia- Es lo quepasó.
Durante los próximos minutos Yulia intentó convencer a Lena de que todo habíasido causa de las hormonas. Lena permaneció escuchándola con atención.
Las palabras de Yulia causaron un profundo dolor en el corazón de Lena, porquela pelirroja sí estaba segura de lo que sentía y no quería engañarse a símisma. ¡Por el cielo, ese miedo que siente Yulia la está llevando a ocultar sussentimientos... hasta ante mí! ¿Es que no se da cuenta de que yo sé lo que ellasiente?, pensaba Lena. A menos que... A menos que yo me haya equivocado. Perono, no puede ser... Lo pude ver en sus ojos. Ella siente por mí lo que yosiento por ella. Estoy sintiendo lo que ella siente por mí... Estoy segura deeso; la que no se da cuenta es ella.
- ... Y eso es todo- terminaba de explicar Yulia- Nos acercamos y, ¡Booomm!¡Explosión hormonal! Gracias por haber venido a decirme esto, Lena. No sabes elpeso que me has quitado de encima... bueno, tú e Iván. Por cierto, en unmomento lo llamo y le aclaro todo.
Lena se levantó del sofá y dijo:
- Ya debo irme.
- ¿No quieres quedarte a comer?- preguntó Yulia- Vitya va a venir hoy y creoque le gustaría saludarte.
- No, gracias- contestó Lena- No puedo quedarme. Me están esperando en casa.
Las chicas se despidieron y Lena se marchó, dejando a Yulia un tanto tranquilacon respecto a lo que había sucedido la noche anterior. Y yo que pensé que miproblema era del corazón, pensaba Yulia. Pero es de hormonas, según Iván.Bueno... el sólo dijo que era una posibilidad eso de las hormonas, pero yoprefiero que hayan sido las hormonas lo que me haya hecho besar a Lena... Asítodo es más fácil, porque pronto pasará. Sip, sip, decidí que fueron mishormonas las que besaron a Lena.
Lena, quien se encontraba herida por las palabras de Yulia, pensaba de camino asu casa: Si no quiere aceptarlo no le hablaré más sobre el tema. Que piense loque sea. Que se engañe con ese cuento de las hormonas. A menos que sea que laque me haya estado engañando todo este tiempo haya sido yo... ¿Será que existeesa posibilidad? Además... Ni me preguntó lo que siento yo. No me preguntó,como si no le importara.
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TORMENTA
FanfictionEntrar en el oficio de cantante no es solo cambiar hacia afuera, no solo queremos nos aprecien por nuestro exterior si que también por nuestro interior.