13 FINAL

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Un día, a comienzos de enero del año 2000, Lena se paseaba de un lado a otro en la oficina de Iván. El productor se encontraba sentado tras su escritorio y Yulia estaba sentada en una silla frente al mismo.
- Ya para de caminar de aquí para allá, Lena - comentó la pelinegra a su novia - ¡Me vas a poner más nerviosa de lo que estoy!
- ¡No puedo evitarlo, Yulia! - expresaba Lena - No es nada fácil lo que vamos a confesarles hoy a nuestros padres. ¿Qué tal si no aceptan nuestra relación?
- ¡Estás peor que yo hace unos meses atrás!
- Ya cálmense ustedes dos que a quien están poniendo nervioso ahora es a mí - les dijo Iván.

Lena dejó de moverse de un lado a otro y se sentó en la silla que estaba junto a la de Yulia. La pelinegra le tomó la mano a Lena.
- Si ellos no aceptan nos vamos a salir de nuestras casas - comentó Yulia - Ya lo pensé todo bien... Con lo que tenemos ahorrado y lo que vamos a seguir ahorrando de lo que ganemos en el grupo, rentamos un sitio para vivir y ahí nos quedamos. Nos las podemos arreglar.
- ¿Qué estás diciendo, Yulia? - le preguntó Iván con incredulidad - Aún tienes 14 años. ¡Deja de estar pensando en eso! Nadie les puede vender ni rentar propiedad a los menores.
- Conozco a un amigo que puede ayudarnos en ese aspecto - comentó Lena al pensar en su chofer. El productor permaneció mirándolas y luego les dijo:
- Más vale que se quiten esa idea de la cabeza, ¿eh? No me van a meter más líos... Porque al parecer ya se les está haciendo costumbre. ¡Por el trasero del Papa junto al del Dalai Lama que no me van a seguir metiendo en líos!
Iván observó la hora de su reloj y les dijo:
- Ya estarán a punto de llegar sus padres. Será mejor que vayamos a la sala de juntas.

***


En una sala de juntas se encontraban reunidos los padres de Yulia, Oleg y Larissa; los padres de Lena, Sergey e Inessa; Iván, Yulia, Lena y un promotor que había contratado la firma. Todos se encontraban sentados a la extensa mesa de reuniones. El motivo de la reunión era que se les iba a mostrar a los padres de las chicas el video musical del grupo Taty; como había decidido llamarlo Iván por motivos comerciales.

Frente al grupo allí reunido había una extensa pantalla digital en donde se vería el video titulado "Ya Shosla S Suma". Esa era la causa del nerviosismo de ambas chicas; sus padres estaban a punto de enterarse de la relación existente entre ellas.

Iván tomó el control de la pantalla y la apuntó. Instantáneamente la misma quedó encendida. El color negro desapareció para dar paso a la imagen de una reja de alambres en un clima lluvioso, al mismo tiempo en que se escuchaba el sonido de las gotas de agua al caer. Los padres de las chicas miraban con atención el video, mientras Yulia y Lena que estaban sentadas una junto a la otra, en aquella mesa, se habían tomado de las manos. La letra de la canción les llamó la atención a sus padres, lo que causó que no despegaran la vista de la pantalla.
Comenzaron a ver que en el video sus hijas se tomaban de las manos, pero no fue hasta que se escuchó la frase "Quiero llevarte aun lugar donde sólo estemos tú y yo; nadie más, y así podamos ser libres" , que el padre de Lena interrumpió para preguntarle a su hija, en voz baja:
- ¿Qué es esto, Lena?

Los demás empezaron a mirar a las chicas, sospechando que algo estaba pasando. Entonces la imagen, en la pantalla, de sus hijas besándose fue lo que causó que tanto los padres de Lena como los de Yulia se pararan de sus asientos. Estaban alterados y atacando con cientos de preguntas y comentarios a Iván. Las voces eran muy altas y casi no se entendía lo que decían. Además, los ademanes y gestos de los padres de las chicas hacían notar el molesto estado en que se encontraban luego de haber visto besarse a sus hijas. Entretanto Yulia abrazaba a Lena que había comenzado a temblar debido a la confrontación entre Iván y sus padres.

La madre de Yulia se llevó las manos al pecho, y mientras los demás seguían "atacando" al productor ella se acercó a su hija y le preguntó:
- ¿Qué fue eso, Yulia? ¿Cómo es que hiciste algo así sin avisarnos?
- El video... es verdad Mamá - contestó Yulia en voz tan baja que casi no se escuchó y sin dejar de abrazar a su pelirroja.
- ¡¿Cómo dijiste, Yulia?! - preguntó Larissa en un tono de voz tan alto que fue escuchado por todos los demás presentes en la sala.

Cada mirada se enfocó en las dos jóvenes. Entonces Yulia le contestó con mucha más seguridad:
- Amo a Lena.
Las palabras de la pelinegra fueron precedidas por el más incómodo de los silencios. Ninguno de sus padres se movía. Hasta que la madre de Yulia se acercó a las chicas dando manotazos al azar, sin enfocar a cuál de las chicas iban dirigidos los golpes. Yulia se volteó para cubrir a Lena y recibió unos cuantos manotazos en la espalda mientras Larissa le preguntaba, en medio de un ataque de llanto:
- ¿Por qué Yulia? ¿Porqué?

Oleg, el padre de Yulia y Sergey, el de Lena, se acercaron de inmediato a separar a Larissa de las jóvenes. Acto seguido la madre de Lena tomó a su hija por un brazo y comenzó a halarla para sacarla del lugar. Lena, aún sin soltar la mano de Yulia gritaba una y otra vez a su madre:
- ¡Amo a Yulia, amo a Yulia! ¡Déjame, Mamá! ¡No puedes separarme de ella!
- Será mejor que discutamos esto en la casa, hija - le dijo el padre de Lena al mismo tiempo en hacía que su hija soltara la mano de Yulia.
- ¡Yulia! - gritaba Lena al mismo tiempo en que lloraba.

Sergey Katin tomó a su hija, en contra de la voluntad de la propia pelirroja, la levantó y se la llevó de la oficina mientras esta hacía todo lo posible por liberarse de su padre. Habiéndose ido los padres de Lena con la pelirroja, Yulia volvió la mirada hacia sus padres. Vio a Larissa en vuelta en un terrible llanto. La madre miró a su hija.
- Ma'... - pronunció con voz quebrantada Yulia, cuyas lágrimas también negaron ocultarse.
Entonces Larissa Volkova dio una última mirada a su hija y salió de la habitación.

El padre de Yulia se acercó a la puerta de salida para ir tras su esposa.
- Papa... Te necesito - dijo Yulia, antes de que Oleg saliera.
Oleg caminó hacia su hija y se arrodilló por un momento ante ella. Le tomó las manos y las cubrió con las de él.
- Hija... Te quiero, Yulia.
Luego él se levantó del suelo, le dio un beso en la frente a su hija y le dijo:
- Debo ir con tu madre. No está en sus cabales... ¿Comprendes?
Yulia asintió y entonces vio cómo su padre salió de aquella sala.

La pelinegra permaneció en el medio de la sala, estrujándose los ojos con las manos para intentar detener las lágrimas, que no se detenían. Con su nublada vista notó que Iván y el promotor aún estaban en la habitación. El productor se acercó a ella y con algo de inseguridad, ya que mostrar afecto no era su fuerte ni algo que le gustaba hacer para no dañar su imagen, le dio un rápido abrazo a la joven.
- ¿Cómo te sientes, Yulia? - le preguntó. El silencio de Yulia fue suficiente repuesta para el productor.
- Ya pasó lo peor - comentó el productor - Ven... vamos tomar un té. Vamos a hablar de esto para que te calmes un poco. Y... en cuanto los padres de ustedes estén más calmados hablaré con ellos.
Ambos buscaron sus abrigos y salieron del lugar.

***

TORMENTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora