Una de las noches más esperadas por toda la juventud había llegado nuevamente... la noche del viernes, viernes social. Esa noche el auto en donde viajaba Yulia, acompañada por Vitya, se detuvo frente a una discoteca con un gran letrero luminoso que decía: "Sol Nocturno". El Sol Nocturno era una moderna disco juvenil, especialmente para adolescentes de trece a diecisiete años.
Vitya, quien había convencido a su hermano de que lo llevara a la disco junto a su novia, abrió la puerta para que Yulia bajara.
- Paso por ustedes a las 11:30 pm- comentó el hermano de Vitya antes de partir en el auto, dejando a Yulia y Vitya frente a la entrada.
Vitya tomó la mano de su novia y entraron al lugar. Estaba repleto, no cabía un alma más.
- Ven, vamos a bailar- propuso Vitya - ¡Me fascina esta música!
- No, espera- dijo Yulia- Mejor vamos a tomar algo primero. Me estoy muriendo de la sed.
Fueron a pedir algo de beber; sin alcohol claro ya que era un lugar concurrido por menores y eso no se servía. Luego se sentaron en una de las pequeñas mesas que había en una esquina del local. Mientras tomaban su bebida Vitya entabló una conversación, pero la atención de Yulia se había vuelto a otro lugar. La pelinegra no despegaba su vista de una mesa que había más adelante.
Al notar a Yulia boquiabierta y totalmente ausente, Vitya se volteó para ver lo que estaba robándole la atención de su novia. Unas cuantas mesas más adelante Vitya vio a una joven de cabello largo y rubio... junto a ella estaba Lena. Ambas llevaban un buen rato riendo; parecían estar muy divertidas.
- Es Lena- comentó Vitya- Con... ¿No es esa tu amiga, la que juega tenis contigo? La he visto por la cancha cuando he ido a buscarte.
- Vera... - pronunció muy débilmente Yulia- ¿Qué está haciendo Lena con Vera? No sabía que se conociesen.
- ¿No piensas ir a saludarlas?- le preguntó Vitya.
Repentinamente Yulia comenzó a sentir un malestar que no sabía de dónde provenía. Pero... Lena me dijo que alguien la había invitado a salir..., pensaba Yulia. ¿Qué está haciendo aquí con Vera? ¡Además, Vera es lesbiana! ¿Lo sabrá Lena? Espera un minuto... ¡Vera iba a invitar a salir a la chica que le gusta! ¿Pero qué demonios es esto? ¿Qué rayos está pasando?
- ¡Yulia! ¡Yulia!- llamaba Vitya a su distraída novia- ¿Te sientes bien? Empalideciste de momento.
- Estoy bien- contestó ella.
- Ven, vamos a saludar a Lena.
- ¡No!- se negó Yulia.
- ¿Qué? ¿Por qué no? Es tu amiga... Es mi amiga- razonó Vitya- ¿Estás segura de que estás bien? Te veo más pálida cada vez.
- Estoy bien.
- Ven entonces. Vamos a saludar a Lena y a tu otra amiga.
Yulia y Vitya se levantaron y caminaron hacia donde estaban las otras dos chicas. Se detuvieron frente a su mesa.
- Hola, Lena- saludó Vitya sólo a la pelirroja, que era a quién conocía.
Cuando Lena levantó la mirada se encontró con aquella otra mirada azul que se había vuelto parte indispensable de su vida; no pudo evitar la sorpresa que se reflejó en su rostro. La pelirroja se sintió como quien es atrapado haciendo algo indebido.
- ¡Yulia...!- dijo Lena, sintiéndose algo incómoda debido a la situación- Vitya, no pensé encontrarlos aquí.
- Yulia, Lena- dijo Vera- ¿Ustedes se conocen? ¡Es genial!
- ¡Esperen un minuto!- exclamó Lena- ¿Ustedes dos se conocen?
- Practicamos el tenis juntas- anunció Vera.
Lena presentó a Vitya a Vera. Intercambiaron un par de palabras, por cortesía y después Yulia y Vitya se alejaron. Ni me miró a los ojos... como siempre hace, pensó Lena al ver alejarse a Yulia.
Vitya invitó a bailar a su novia; claro después de todo para eso habían ido al lugar. Durante el tiempo en que bailaban Yulia no hacía otra cosa más que mirar sobre el hombro de Vitya para observar lo que pasaba en la mesa de Lena... bueno, en realidad hacía eso y darle de pisotones a su novio, ya que no estaba pendiente del baile. ¿Qué será eso tan gracioso que le dijo Vera a Lena, que no deja de reirse?, se preguntaba la pelinegra ¡Ésta Lena! ¿Por estar con Vera no aceptó mi invitación? ¿Poqué, porqué?
- ¡Aaagghh!- se volvió a quejar Vitya, por enésima vez, al sentir otro pisotón por parte de Yulia
Mientras tanto, en su mesa, Lena observaba con el rabillo del ojo a Yulia. La pelirroja parecía estar escuchando atentamente la plática de Vera y cuando ésta reía ella reía, pero en realidad lo único que ocupaba su mente era Yulia. Ja... Yo aquí muriéndome por estar en compañía de ella, y ella de lo más divertida con su novio, pensaba Lena. Todo esto es tan patético. Estoy segura de que Yulia no lo quiere como pareja... ¿Pero porqué anda con él? ¡Pero ya, ya! ¿Qué les pasa a estos pensamientos míos? ¡Deténganse! Justo cuando Lena se decidió a voltear para dejar de mirar hacia Yulia, se fijó en que Vitya levantó un pie como si le doliera. ¿Con qué se habrá lastimado? ¡Pobre Vit; ha estado cojeando toda la noche!, pensó Lena mientras rió por el incidente.
- ¿De qué te ries?- preguntó Vera, quien hizo que Lena bajara de su "Yuliamundo" de vuelta a la tierra.
En seguida Lena se dió cuenta de que su táctica de estar riendo sin prestar atención a lo que decía su acompañante había fallado.
- Es que... lo que dijiste fue... gracioso- fue lo peimero que se le ocurrió decir a la pelirroja.
- Yo... no pensé que la muerte de mi papá en un accidente aereo fuera algo gracioso- comentó Vera.
- ¡Ahh... lo siento, Vera! Discúlpame! En realidad no escuché bien lo que dijiste. ¡No me he estado sientiendo muy bien y...
- Lena, si no te sientes bien, ¿por qué no me avisaste?- la interrumpió Vera- Podría haberte llevado a tu casa hace rato.
- No, no, vera- dijo Lena- No es nada grave. Es que de pronto me sentí algo mareada, pero ya pasó- mintió Lena- Sólo necesito que me des un minuto para ir al baño, ¿sí? Vuelvo rápido.
- Sí, claro. ¿No quieres que te acompañe?
- No, no hace falta. Gracias.
Yulia, quien aún continuaba pisoteando... ehhh, bailando con Vitya, vio que Lena se paró de su mesa.
- Vit, necesito ir al baño- dijo Vitya- Vuelvo en un minuto.
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TORMENTA
FanfictionEntrar en el oficio de cantante no es solo cambiar hacia afuera, no solo queremos nos aprecien por nuestro exterior si que también por nuestro interior.