cap 4

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La cena estaba preparada, la mesa tenía un aspecto como si los mismos dioses se fueran a sentar a engullir aquellos alimentos, pero el timbre volvió a sonar.

─ ¿esperan a alguien más? ─pregunto Bart mientras veía como su pequeño Finny, Trancy y Pluto jugaban.

Al escuchar el timbre, Trancy soltó un bufido pero fue imperceptible para los presentes. ─Finny, ¿vamos a mi habitación? Tengo videojuegos nuevos que estaba guardando para jugar contigo.

─ ¿Por qué no te adelantas y en un momento te alcanzo? ─sonrió para Trancy y camino hasta ponerse a lado de su marido para recibir a las visitas las cuales no eran nada más y nada menos que las parejas de aquellos omegas que Vivian en esa casa. Ciel tuvo que abrir la puerta ya que Trancy se había escondido en su habitación "jugando videojuegos"

─hola chicos, pasen. Llegaron justo a tiempo para la cena. Les presento a nuestros amigos. Finny y Bartdo.

─mucho gusto. ─hicieron una reverencia respetuosa, con clase.

─ ¿y Trancy? ─pregunto Claude.

─no te aconsejo que te acerques por ahora a él. Vio los mensajes que Michaels me mando y... ─se quedó callado ya que se daba por entendido la situación.

─te lo dije idiota, tienes que ser más lindo con él. ─el regaño no se hizo esperar por parte del yakuza hacia su mano derecha, el cual cerró los ojos con gran pesar, le hizo caso al azabache de un solo ojito ya que él conocía mejor a su hermano.

─de todas formas, tendrá que venir a la cena, así que tratare de arreglar las cosas con él. ─dijo Finny mientras sonreía. ─amor iré con Finny. ¿Nos avisas cuando sea hora de la cena?

─claro amor. Anda ve. ─Bart le dio una nalgada al su omega, cosa que más tarde y en otro lugar aquel omega no dejaría pasar por alto.

Pasando algunos minutos la cena de la noche estaba siendo sacada del horno haciendo que todo el mundo en la sala volteara a ver a Ciel, que se quedó con la charola en las manos mirando a todos. ─ ¡que! ¿Tengo monitos en la cara? ─no podía haberse visto más tierno, por alguna razón siempre que quería portarse de manera seria terminaba provocando ternura haciendo que todos en el lugar comenzaran a reír a carcajadas y Sebastián se acercara a él.

─no, volteamos por lo delicioso que huele lo que tienes en las manos. ─seguía acercándose y cuando estuvieron casi pegaditos pudo sentir la punta de una pequeña arma.

─te acercas o tocas algo que no debes tocar y te costara caro Michaels. ─aun con su sonrisa en el rostro para disimular.

El azabache mayor guardo las apariencias también, pero vaya que si le dio miedo la actitud de su omega, siempre estaba a la defensiva, casi no sonreía y más aparte no dejaba que casi nadie lo tocara y digo casi, porque el único que lo tocaba era Trancy.

Después de la cena.

Finny y Bart habían partido, los que quedaban era nuevamente los cuatro, solo que Trancy se había convertido en un hermoso leoncito y no se separaba del pecho de su hermano. Claude no dejaba de estar desesperado mientras veía como Ciel movía la boca disimuladamente hablándole a Trancy y recogía la cocina y la mesa.

Sebastián por su lado no quería irse de aquel lugar, ya que tampoco había tenido oportunidad de en realidad conocer a su pareja.

─ya, transformate cariño, ¿alguna vez te he fallado? ─al momento que decía aquellas palabras el pequeño leoncito se transformó en alguien que solo abrazaba al azabache de un ojito.

amor inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora