Hacía poco que los pequeños habían comenzado a decir sus primeras palabras, Sebastián estaba un poco desanimado porque lo único que decían era mamá y no aprendían a decir papá o por lo menos pá, pero Ciel le decía que les tuviera paciencia, además, entre más lo esperara menos llegaría.
Buscando a los bebes Ciel se cruzó con una pequeña sala que no tenía puerta, hay estaban sus bebes sentaditos y al parecer no estaban lastimados, pero al darse cuenta de que había alguien más con ellos, tuvo que regresar, pero uno de los bebes lo había visto.
─ ¡mami! ─el hombre que estaba con ellos rápidamente volteo a ver a donde le bebe estaba dirigiendo la mirada y para cuando llego, no había nadie cerca, regreso a su puesto cuidando a los niños pero más a la expectativa.
─suerte que el jefe no quiere que aun resulten lastimados, porque si no, ya hubiera acabado con ustedes. ─dijo aquel hombre con una voz áspera y ruda.
─ni lo sueñes imbécil. ─no iba a asustar a sus crias con un balazo aparte no tenía silenciador, pero para su suerte traía unos de sus artefactos que le encantaba, pero esta vez solo traía un inofensivo polvo que provocaba amnesia temporal. ─vámonos mis bebes... ¿están bien?
Ahora con dos bebes, tenía que tener cuidado de a donde se dirigía, tenía que salir de ahí y encontrar a Rin y a Sebastián. En el camino se volvió a encontrar a Rin, la cual había ido a buscarle ya que en efecto, había encontrado cierto omega, pero pasa y resultaba que ahora él era el que se encontraba en problemas.
─ ¡y Sebastián! ─dijo alterado Ciel, cuando vio a Rin sola.
─M-Mi señor... el... está en problemas... por lo que pude escuchar, le dijeron que usted y los niños están... usted sabe... ustedes están... pues... pasaron a mejor vida.
─ ¿y cómo el idiota de Sebastián Michaelis se creyó esa farsa? ─exclamo muy molesto.
─N-No lo sé señor, solo sé que esas personas fueron muy convincentes y...
─bueno, bueno, no importa, ahora querrá morir para estar con nosotros y eso no lo puedo permitir, si no el muerto seré yo. Cuida a los niños, ya saben que son muy callados. ─después de darle esas ordene a Rin se dirigió a los pequeños. ─por favor niños, no hagan escándalos ni hablen, mami volverá pronto. ─les dio un beso en la frente y salió corriendo a buscar a su alfa.
~es un idiota...~menciono también tenso el omega dentro de Ciel. «Tienes toda la razón, espero que se encuentre bien, porque quiero matarlo yo cuando lo encuentre.»
Llegando a la habitación en donde estaban, dejo escapar una bomba de humo, que noqueaba a betas y omegas solamente, pero como e ya tenía práctica en todo eso, le resultaba fácil aguantar la respiración por largo tiempo sin afectarse.
Para su mala suerte y que no contemplo con anterioridad, era que había alfas también ahí aparte del peli-negro de ojos obscuros, recibiendo un balazo que afortunadamente fue en el hombro, aun así, dolía como el infierno.
Al ver tal escena Sebastián se quedó paralizado mientras Ciel ahora estaba en el piso, parecía increíble que nadie afuera se diera cuenta de lo que estaba pasando adentro. Para fortuna suya el humo se había disipado y ya podía respirar un poco mejor, aunque por el dolor no muy bien.
El oji-azul intento levantarse, lográndolo a duras penas y tratando de soportar el dolor mejor que nadie, ya que hacía algún tiempo recibía golpizas peores.
«Levantate del piso Michaelis.» pensaba Ciel, mientras veía que William se acercaba.
─veo que salvaste a los mocosos... ¿Dónde están princesa? ─preguntaba refiriéndose a Ciel, comenzándolo a tocar de una forma no muy propia.

ESTÁS LEYENDO
amor inesperado
Fanfictiondisfruten de una historia con mucho drama y lindos alfas. En especial sebastian y ciel phantomhive.