Ser princesa es complicado (Naruhina)

VII

Narrador Omnisiciente.
Hinata dormía plácidamente en la arena, de cierta manera se sentía liberada al saber que Naruto se haría cargo de la gema. Así que ese poco de estrés se esfumo.

-Despiértate niña, tenemos que ir al pueblo- dijo Naruto sacándola de su séptimo sueño.

-Naruto déjame dormir un rato más

-Bien, si no quieres ir quédate aquí y si te atacan veremos quien te defiende- dijo Naruto dando media vuelta.

-Agh, eres odioso- dijo Hinata levantándose y recogiendo su único termo de agua que tenía y recogiendo su navaja.

Naruto empezó a caminar y kiba le hacía segunda, Hinata los seguía por atrás, ella no caminaba tan Rapido como ellos.

-¿Que tan lejos esta el pueblo? ¿Aunque sea sabes dónde está? - pregunto Hinata dejando de caminar.

-¡Hinata ya cállate! Es muy cansado caminar contigo, ¡en primer lugar tu tienes la culpa de que nos hayamos perdido en el desierto!- dijo Naruto girándose en dirección a Hinata.

-¿A si? ¡Pues tú tienes la culpa por haberte desmayado!- reclamo Hinata acercándose a Naruto.

-Si claro, ¡yo tengo la culpa de intentar arreglar las cosas!- Naruto se acercó más a Hinata a tal punto que sus cuerpos estaban a centímetros

Ambos tenían el ceño fruncido y se miraban a los ojos, ella alzaba levemente la cabeza y él la inclinaba levemente por la diferencia de alturas. Antes de que Hinata se abalanzara a Naruto, Kiba decidió intervenir.

-¡Miren! Dice que Snulford está a 1 km apresuremos el paso y llegaremos en unas horas- dijo Kiba señalando el letrero.

Ellos no se dejaron de ver con mirada amenazadora por unos segundos más. Hasta que Naruto hablo...

-Permíteme ser el maduro- Naruto sonrió burlón y empezó a caminar hacia la dirección que indicaba el letrero.

Hinata iba a lanzarse a golpearlo pero Kiba detuvo el puño de Hinata.

-Majestad, no es propio de una Princesa hacer eso, tranquilícese, piense en que le diría su padre- dijo Kiba

La expresión de Hinata cambió a una más tranquila.

-No vuelvas a mencionar a mi padre- dijo Hinata con expresión triste.

Empezó a caminar detrás de Naruto y Kiba la seguía.

El sol estaba en su máximo punto, estaban sudorosos y con mucha sed, la pálida piel de Hinata comenzaba a broncearse de un peculiar color sensual, sus pies ardían y estaban cansados de ver el mismo aburrido paisaje.

Después de unas horas, se empezaron a adentrar al pueblo, casas pobres y destruidas, bazares, senderos maltratados, tenían poca vegetación al estar en un desierto, esclavos y muchos mendigos

-Que horror, este pueblo está....- Hinata no completó la frase.

-Si, pero si completas esa frase posiblemente termines muerta, así que yo que tú no lo diría niña- dijo Naruto viéndola de reojo- Bien ¿donde consigo las plantas?

-N-No se, yo nunca he venido personalmente, alguien viene por ellas y me las lleva

-¿¡Es enserio Hinata!? Agh eres una....- Naruto fue interrumpido

-Yo que usted no completaría esa frase- Kiba tenía su espada en la manzana de Adán de Naruto- nadie insulta a la princesa en mi presencia

-Hmpf, Hinata has algo o este "guardaespaldas" si así le quieres llamar, terminará en el suelo, tú decides- dijo Naruto arrogante