Sustos

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Me desperté con un extraño pitido en mis orejas. Levanté el vidrio que me separaba del exterior y noté como el aire entraba al igual que el humo salía. Obviamente estaba en el CC, ¿Pero que hacía allí? Lo último que recordaba era lo de la semilla y...después estaba ese extraño sueño. Al mirar a los lados vi a Bulma dormida sobre una silla y enrollada con una manta. Toqué su hombro y dio un salto cayendo de donde estaba. Me miró algo sorprendida y se levantó de un  salto tirándome la manta. Me dio la vuelta por lo menos 3 veces y 3 veces más me preguntó si estaba bien. Cuando paró salió disparada para llamar a Goku. Yo me quedé sentada en la capsula esperando, a lo que llegó mi somnoliento hijo, que, al verme se abalanzó sobre mi. No paraba de preguntarme si estaba bien y de decirme que se había asustado mucho al verme así. Reí a lo que noté un escozor en mi garganta, pero el pareció no notarlo. 

Al cabo de unos minutos oímos gritos por los pasillos; a Bulma hablando muy rápido y a Vegeta gritando que era demasiado temprano y que estábamos locos. 

Oía mi nombre retumbar por los pasillos y sonreí al verlo entrar corriendo hacia mi. Me levantó y empezó a rodarme (a lo que me maree). Lo paré y intenté aclarar mi garganta.

-Si, estoy bien. No hace falta que lo preguntes-Me miró con una sonrisa de alivio, pero no tardó en convertirse en una de preocupación.  

-Mejor vamos a que te de el aire-Yo asentí y me llevaron fuera con un extraño carrito. Me sentí un bebe. 

Fuera nos esperaba Bulma sentada debajo de una sombrilla mirando unos extraños apuntes. 

-¿Recuerdas algo de ayer?

-La verdad es que muy poco después de lo de la semilla. Por cierto, ¿porque no funcionó?-Goku y Bulma se miraron entre ellos. No tardaron en explicármelo todo y me sentí realmente culpable. Yo solita me lo había buscado.

-Lo único que no sabemos es el porque....

-¿La tía Milk está bien?-Una voz detuvo nuestra conversación. Trunks me miró con una sonrisa. Revolví su pelo.

-Siento el que tuvieras que haber visto eso....—El pequeño se apoyó en mis muslos y ladeó su cabeza.
—No se preocupe—Dijo en un tono tierno acompañado de una sonrisa ladeada. Me pareció tan tierno que me planteé el si era de verdad hijo de Vegeta.

No sé qué cara debía tener yo en ese momento pero el apretó más su apoyo y saltó dos veces llamándome.
—¿Continuará contándonos lo del hospital?—Reí y miré a mi marido. El me devolvió la mirada algo confuso y yo tomé las manos de Trunks.
—¡Claro que sí! ¡Cuándo quieran!—El pequeño abrió sus brillantes ojos y, dando saltos, salió de la terraza en busca de Goten.

Sonreí para mí misma. No sabía con exactitud hasta lo que había llegado a ver y de cierto modo eso me preocupaba. ¿Y si le he causado un trauma?
—Bulma, ¿Trunks está bien?
—¿Por qué lo dices?—La miré.
—¿Y si al verme así le he traumado? Pobre niño...—Bulma empezó a reír y noté como Goku no podía evitar reprimir algunas carcajadas. Me indigné y bufé.

—L-la verdad es que nos diste un susto a todos—Decía normalizando su respiración. Volví a mirarla.
—Chicos....yo
—Tranquila, mientras estabas dormida pude hacerte unas pequeñas pruebas. Estarás unos días con dolor y será mejor que descanses—Me levanté de golpe y salté dando giros sobre mi misma. No podía dejar que me volvieran a tratar como una niñita indefensa (aunque en el fondo, por lo menos en estas condiciones, lo era).

Goku, aterrorizado, me tomó mientras saltaba y me levantó del suelo.
—Milk—se acercó Bulma—está claro que esto no te gusta, pero hasta que no sepamos lo que te pasa debes mantenerte tranquila y descansar todo lo que puedas—La señalé—¿Pero puedo caminar?
—Si—Palmeé el pecho de Goku.
—Ya lo oíste. Así que yo cocino—El rió y me dejó en el suelo.
—Pero eso sí, nada de movimientos bruscos—Nos señaló a los dos y levantó una ceja. Goku se rascó la nuca con el ceño fruncido y yo, como siempre, enrojecí.

—¡¿Pero que son esos gritos?! ¡¿Están locos?!—Dijo un somnoliento Vegeta—¡Son las 7 de la mañana!—Bulma suspiró.
—Creo que es mejor que os vayáis y descanséis. Milk, mañana iré por la mañana a visitarte, y llama a Gohan que estaba muy nervioso—Asentí y me acerqué a la barandilla, de un salto estaba sobre ella con los brazos extendidos.
—¡¿Qué haces?!—Dijo Goku bajándome.
—¿Recuerdas que yo también puedo volar?
—Pfff, que locas—Ignoré lo que dijo. Goku me dejó otra vez sobre la barandilla y de un salto me elevé. La verdad es que para la agonía que sentí ayer, me encontraba demasiado bien.

(...)

Me dejé caer en el sofá y tomé la revista. Acababa de lavar los platos y necesitaba descansar un poco.
—¿Necesitas algo?—Bajé la revista y lo vi arrodillado enfrente de mi.
—No gracias, si quieres puedes ir a entrenar—Se sorprendió y se sentó a mi lado. La verdad es que debo decirle gracias de alguna forma y esta es una de las formas que se me a ocurrido.

—¿Qué haces? Puedes irte, te encanta entrenar después de comer.
—Milk, ¿Crees que voy a volver a dejarte sola?—Lo miré algo sorprendida y dejé la revista sobre mi regazo.
—Goten está conmigo
—Milk, justamente las veces que te e dejado sola en estos últimos días has acabado en el suelo casi muerta. Ahora sí que voy a ser una lapa, si sales salgo contigo y si me voy tu vienes conmigo—Lo miraba fijamente con los ojos abiertos. Noté mi labio temblar y lo abracé con todas mis fuerzas (aunque aún estaba débil)
—Lo siento.....
—No tienes por qué sentirlo
—Si, si no la hubiera pedido, si no hubiera ido a ese lugar... Ahora todo estaría bien—Agaché mi cabeza—lo único que hago es buscarme problemas y arrastraros conmigo. ¿No podría quedarme en casa encerrada y ya?—Levantó mi cabeza y la sujetó con sus palmas.
—Tu no arrastras a nadie, si lo hacemos es por qué te queremos y tú no te buscas los problemas, solo es que eres  curiosa y te preocupas demasiado por los demás. Es hora de que ahora hagamos nosotros algo por ti, ¿No crees? No eres una carga Milk, por qué si lo eres, no quiero saber lo que fui yo cuando por ejemplo enfermé del corazón—Estaba sin palabras. ¿De verdad creía eso? Las lágrimas se deslizaron por mis mejillas hasta sus manos y las secó con delicadeza. Me miró con una sonrisa y depositó un cálido beso sobre mi frente. En ese momento oímos unos pasos.

Giramos la cabeza a la vez y vimos a Goten con los ojos brillantes, las manos sobre su pecho y dando saltitos.
—¿Esto es real?—Noté como Goku enrojeció de golpe. No le gusta espesar  sus sentimientos delante de la gente. Yo solo reí.

Goku se levantó y se fue a la cocina aún con el rostro rojo, yo no podía parar de reir.

—Mami, ¿Papá tiene fiebre?—Tuve que sujetar mi estómago y apoyarme en la mesita para no caerme de la risa.

—¡No tiene gracia!—Dijo  indignado y con los brazos cruzados.
—Pobre papá, debe estar muy malito para ponerse tan rojo. Mamá, ¿Se lo apegaste tu?
—S-seguramente—Esta vez Goten y yo reímos al verlo aparecer demasiado serio y fulminando nos con la mirada.

Al final se rindió y rió con nosotros.

Al terminar la tarde me dolía la garganta y el estómago.

(...)

Me puse el pijama y bajé las escaleras poco a poco. Al llegar abajo entré en el baño para lavarme las manos.

Me fijé en mi imagen en el espejo, ya no tenía ninguna marca en la cara, solo una pequeña grieta en mis labios pero casi curada. Deslicé mis manos sobre la zona de mis brazos y observé los moretones que si los tocaban dolían. Por último retiré mi pelo enganchando lo en una coleta. Giré mi cuello. Debía saber que tenía ahí, pero para mí sorpresa no tenía nada así que la toqué con mis dedos. Por unos segundos todo se volvió oscuro a mi alrededor y volví a ver esos ojos reflejados en el espejo, lo más curioso es que eran mis ojos, así que parpadeé y se volvieron verdes. Di un paso hacia atrás al escuchar un susurro que me llamaba y sin pensarlo grité como nunca.

Goku entro casi tirando la puerta y me sacudió para que me calmara. Aún tenía los ojos sobre, el ahora, roto espejo.

Me abracé a el y respiré tomando sus hombros con fuerza.

—S-solo me he asustado, no es nada.....

Simples palabras «Gochi» [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora