Capítulo 20

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POV Isaac

Aporreé la puerta del armario, nada. La recepcionista del hotel me ha metido aquí dentro, y ni siquiera se cómo. Llevo casi diez minutos aquí dentro y nadie me escucha.

Un puñetazo,  tras otro, tras otro, me hacen heridas en los nudillos, pero por fin alguien me oye.

- Señor Walker, ¿Qué hace aquí dentro?  -su voz me suena, pero no le reconozco- ¿Se acuerda de mí? Soy Juan Luis, un viejo amigo de su madre.

Ah, si. El homófobo machista de Juan Luis. Le apartó con el brazo y salgo  corriendo a buscar a Jeremías. Seguro que debe de odiame. Recorro los pasillos y no encuentro la puerta del restaurante, esto es un laberinto. Empiezo a escuchar la música y me guio por ella, hasta que doy con el enorme portal abierto de par en par. Me meto entre la gente, recibiendo codazos y empujones, le llamo y no responde, hasta que, por fin, le veo.

- Vale, me ha quedado claro que eres hetero.

Me di la vuelta, y salí de allí.

No se en que momento, empecé a sentir este tipo de cosas por un extraño. Pero la vida no es justa, nunca lo es.

Siento angustia y no se que pensar. Irónico, un boxeador a punto de romper en llanto solo por que un chico es heterosexual, no? No puedo caer más bajo.

Entro en el ascensor y veo a Jeremías correr detrás de mí. Pero las puertas del ascensor se cierran, y le pierdo de vista.

Corro por los pasillos hasta llegar a la habitación, abro la puerta y la cierro detrás de mí. Me dejo caer en el suelo con la espalda apoyada en la madera, sin saber que hacer o que decir. Me duele demasiado el pecho, y hago lo posible por no llorar. Pero no puedo evitarlo.

Sólo pasan unos pocos segundos hasta que empiezan a llamar a la puerta. Se que es él, y llama mi nombre.

- ¡Isaac! Por favor, dejame explicarte -su voz suena alterada, y yo no respondo.- Se que estas ahí, y  no puedes ignorarme, la habitación es de los dos.

Siento que si hablo se me cortará la voz. ¿Cuando ha empezado a importarme tanto? Siento que estoy exagerando.

- Isaac... No fui yo, ¿vale?  Ella me besó, créeme.

Me levanto del suelo y abro la puerta, necesito verle, y saber si lo que dice es verdad.

- Vi como la mirabas esta mañana, Jeremías. No puedo creerte.

Su pelo despeinado, ropa desarreglada y ojos rojos me dan ganas de abrazarle hasta el fin de mis días, pero me contengo. No quiero que juegue conmigo.

- Isaac, por lo que más quieras, créeme - rogó. Suena desesperado, y yo también lo estoy-

- ¿Por qué te importa tanto que te crea? No tienes que dar explicaciones, has besado a una mujer en una fiesta. Tu y yo somos amigos, no tienes que excusarte.

Creo que he sonado más cínico de lo normal. Jeremías cambia su semblante a uno serio y pensativo. Creo que se está replanteando las cosas, y yo también debería hacerlo.
¿Por qué me importa tanto Jeremías? ¿Por qué me duele tanto que se hayan besado?

Él no tiene por qué darme explicaciones.

Quizás yo esté actuando demasiado exagerado.

Quizás, debería de olvidarme de lo que siento por él.

Olvidarlo todo, decirle a Sam que ponga punto y final a sus planes, que puede seguir buscando personas para mi. Que me aparte de él.

Le miro,  directamente a los ojos, intentando adivinar que pasa por su mente, pero el solo baja la mirada al suelo, apenado y levemente sonrojado.

- Déjalo, duerme en la cama, yo me voy al sofá. -dije

No quiero seguir aquí. Cojo mis cosas y me encierro en el aseo. Me pongo el pijama e intento relajarme en vano. ¿ Qué estas haciendo,  Isaac? Me miró al espejo y doy pura pena. Cabello desordenado, ojos  y labios hinchados y rojos, y las mejillas como un tomate. Aún seguían cayendo lágrimas, y creo que con este aspecto no he sido demasiado convincente.

Abro la puerta y las luces están apagadas. En cierto modo, deseaba que siguiera despierto, que quisiera solucionar las cosas, que me quisiera a mi. Pero deseo en vano.

Cojo algunas mantas y me tumbo en el sofá, mirando al techo, pero no o consigo dormir. Mi cabeza tiene demasiadas preguntas, demasiados anhelos, demasiado Jeremías.
Su nombre no sale de mi mente.

Me tapo los ojos con las manos, intentado pensar en otras cosas, pero casi me da un paro cardíaco al sentir una mano rozando mi frente.

- Casi me matas del susto, idiota -digo. El guarda silencio.

Aparta mis cabellos de mi frente, y me mira serio. El también tiene los ojos hinchados y las mejillas rojas.

- Esa chica, la recepcionista, te metió en el armario, ¿cierto?

   Asentí

- Creo que ella lo planeó todo. El armario, el beso, el enfado. No se por que lo hizo y tampoco me interesa saberlo, solo quiero que sepas que yo no la besé, y no se por qué me importa tanto que tu lo sepas - habló en voz baja- Solo quiero que me perdones.

Una vez más, una presión se apoderó de mi pecho. No dije nada, no sabia que decirle. Me siento estúpido.

- Lo siento -susurré-

Jere se tumbó encima mía bajo las mantas, debido el poco espacio del sofá. Rodeé su espalda con mis brazos, abrazándole,  sintiendo su respiración en mi cuello. El seguía acariciando mi cabello, enredándolo entre sus dedos, con su cabeza enterrada en mi cuello.

No tenía miedo de que sintiera los acelerados latidos de mi corazón, o mi respiración entrecortarse por su cercanía, ya que yo sentía su corazón acelerase al igual que el mío.  Sentía su nerviosismo, su sonrojo, sus latidos, su respiración.
Le sentía a él.

Así pasé los minutos, observándole, abrazado a él, queriendo decirle mil cosas que probablemente nunca le diría. El chico entre mis brazos se había convertido en el centro de mi vida en tan sólo unas semanas.

-Te quiero -susurré, con la esperanza de que estuviera dormido-

     Un leve beso en mi cuello tiró mis esperanzas a la mierda, convirtiéndolas en sueños hechos realidad.

  Pasé en vela aquella noche.


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HOLIWI

mamasita 7u7

Les ha gustado el capitulo

Y les va gustando la historia? xd

Perdonen las faltas de ortografía :'v

Las cosas se van solucionando y el Shipp prospera xd

A ver que pasa con la bruja esa xdxd 7u7

Los reamo a todos muchísimo

-Poku

FIGHTER  (yaoi/gay/bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora