FIGHTER (yaoi/gay/bl)

Capítulo 26

POV Isaac

Bajamos corriendo las escaleras para llegar para llegar al ring improvisado. Aún seguía de la mano de Jeremías, no quería perderle de vista ni un segundo. Se el tipo de personas que hay aquí, y sinceramente no se si ha sido buena idea traerle conmigo.

Llegamos al círculo de gente en donde se haría la pelea, y cada vez me arrepentía más. Este es un muy, muy mal barrio.

- Vale, quedate aquí y no te muevas. Si pasa algo, avísame, da igual lo que esté haciendo.

Jeremías asintió levemente. Creo que él tiene más miedo que yo.

Entré en el círculo y la gente ya vitoreaba. El olor a cerveza y humo inundó mi cabeza, mareándome un poco. Pero lo peor vino después, al ver a mi contrincante. Un tío de más de 2 metros, casi el doble de músculos que yo, y una mirada con la que planeaba descuartizarme delante de todos. Cabe destacar la cantidad de cicatrices y tatuajes que tenia en su cuerpo, haciéndolo aún más intimidante.

Me puse en posición, a punto de recibir la paliza de mi vida. Tocaron el timbre que dio comienzo a la pelea y busqué con la mirada a Jeremías. Nada, no estaba.

De repente, sentí que se me desencajada la mandíbula a base de puñetazos. Escupí sangre y miré al frente, con más rabia que nunca, pero desconcertado por la desaparición del chico. Rápidamente, me acerqué a mi contrincante y, tras esquivar varios golpes, conseguí darle. Obtuve el mismo resultado que golpeando un muñeco de goma. Ni una mueca de dolor, ni un rasguño, nada. Me llevé otro puñetazo, esta vez en el estómago,  que me hizo caer de rodillas al suelo. Mi cabeza comenzó a dar vueltas y mi vista se estaba nublando, pero yo solo pensaba en él, en Jeremías.

De repente, los gritos paran y la gente corre, y siento que me quedo solo allí, mareado y aún escupiendo sangre. Escucho que alguien me grita, un par de tiros, y siento que alguien me levanta del suelo.

Ahí perdí la conciencia.

---------------------------------

Mi vista se va aclarando y siento frio en mandíbula. Escucho voces pero no distingo ninguna, y me veo sentado en un banco, dentro de no se donde.
Hay alguien a mi lado presionando hielo contra la herida, y tiene mi mano entrelazada con la suya. Frotó mis ojos y consigo distinguir donde estoy. ¿Una comisaría?

- ¿Ya estas despierto, idiota? -preguntó Jeremías a mi lado-

Me giré hacia él y me observa  con una expresión de enfado y preocupación,  mi cara debe estar hecha un cromo.

- ¿Qué....

No conseguí ni pronunciar una palabra. Tenía la boca dormida y me dolía horrores. Solté un quejido y Jeremías apretó su mano contra la mía. Incluso en un momento como este, se me acelera el corazón con este tipo de gestos.

-Estamos en comisaría. No sé si te quedó claro la parte de ilegal en las "peleas ilegales". Entró la policía y os cogieron a casi todos, pero tu te has librado a medias por el golpe. Sólo tienes que pagar una multa -sonrió-

Alcé una ceja y le miré desconfiado. ¿Una multa?  ¿de cuanto?  Seguro que su enfado es peor que cualquier castigo, Samira me lo advirtió.

- Una multa de casi seis mil euros, machote. Ya ves que sorpresa se ha llevado tu madre.

Le miré incrédulo. ¿Mi madre estaba aquí?  Ahora si soy hombre muerto. Pero, ¿donde está ahora? De seguro que pagando la multa. Miré a Jeremías de nuevo en busca de respuestas, no podía hablar y mucho menos moverme, estaba demasiado mareado.

- Igualmente voy a quedarme a dormir a tu casa hoy, pero eso no quita lo enfadado que esté contigo. ¿Cómo se te ocurrió hacer una pelea en un sitio como ese?  Eres más idiota de lo que pensaba.

- ¡Isaac, hijo! Si no te mata Jeremías lo haré yo, lo juro! -mi madre fue acercándose a nosotros con sus tacones y un par de papeles en la mano- Con suerte he conseguido que la multa no sea tan cara y que no te metan entre rejas. ¿Entiendes lo peligroso que podría haber sido? ¡Has puesto en peligro a Jere! Y casi se te rompen la mandíbula. Ya verás cuando se lo diga a tu padre. Ahora, subid los dos al coche.

Jeremías  me ayudó a levantarme y nos dirigimos hacia la puerta de salida. Creo que debería replantearme lo de las peleas ilegales durante un largo periodo de tiempo. Miro al chico de mi lado durante todo el trallecto,  y cada vez me siento peor por haberle traído allí. Sus facciones se marcan por las luces de la carretera, y puedo jurar que es el perfil más hermoso que he visto en toda mi vida. No sé ni cuando llegamos a casa, solo sé que no solté su mano en ningún momento.

Entramos dentro de casa y mi madre subió a su habitación enfadada, y probablemente queriendo dormir. Jeremias y yo subimos por las escaleras lentamente, sin decir ni una sola palabra. Entramos a mi habitación y me senté en la cama, intentando relajarme y que todo dejara de dar vueltas. Jere se desvistió y se puso el pijama allí mismo, bajo mi atenta mirada, y siento que nos hemos intercambiado los papeles.

Se acerca a mi y me quita la camiseta con cuidado, tratando de no rozar mi herida. Me ayuda  a ponerme el pijama y nos metemos dentro de la cama. Ninguno de los dos ha dicho ni una sola palabra todavía, pero yo necesito oír su voz.

Se gira dándome la espalda y se tapa con las sábanas. No puedo verle enfadado, soy un idiota por haberle invitado a la pelea, y también por haber aceptado ir. Pongo mi mano en su hombro intentado llamar su atención, y lentamente se gira hasta quedar cara a cara.

Quito con mi mano algunos mechones de pelo  que caen por su cara, y al mismo tiempo le acaricio. Adoro sentir su piel, su cabello, su voz y sus sonrisas. Coge mi mano con la suya y rodea su cadera con mi brazo.

Se acerca más a mi, juntando nuestros cuerpos casi por completo, y acariciando mi cuello con su mano.

- Eres idiota -susurra-

Murmuro un "lo sé" lo más entendible que puedo, y Jeremias sonríe levemente. Rodea mi cuerpo con sus brazos, abrazándome y mirándome a los ojos.

-¿Te duele mucho la mandíbula? -preguntó. Negué con la cabeza, ya me dolía menos y podia pronunciar alguna palabra- Bien, entonces me puedo aprovechar.

Rió levemente, y por primera vez en estos días, fue él, el que comenzó el beso. Juntó sus labios con los míos en un beso agridulce. Comenzó a mover su boca a ritmo pausado, para no hacerme daño, y yo le correspondí al instante.

El dolor de mandíbula, fue opacado lentamente por el placer que me provocaba ese beso.

**************
HOLIH :>

He estado pensando...

Si quieren pueden preguntar cosas sobre mi o sobre el libro xd para conocerme más si quieren o por si tiene alguna duda :v

Justo aquí ------------>

Bue

Les ha gustado el capitulo?

Y les va gustando la historia? 

Perdonen las faltas de ortografía xd

Los reamo a todos❤

-Poku