Capítulo 22

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POV Jeremías

Abrí los ojos lentamente, intentando acostumbrarme a la luz del sol y removiéndome entre las mantas del sofá.

Me fui levantando poco, y extrañamente no vi a nadie. En lugar del peliblanco había una carta, escrita a mano.

" Cámbiate, dormilón, te espero abajo para desayunar.
                                    Isaac :)  "

Una sonrisa estúpida se formó en mis labios. Anoche saqué el valor de un pozo para intentar solucionar las cosas, y acabé durmiendo con el estúpido peliblanco en el sofá. Tengo recuerdos borrosos, el eco de un Te quiero, y dormir entre sus brazos.

Siento que se me acelera el pulso al recordarlo.

Me cambié de ropa a algo más elegante que el pijama, y estuve lo que pareció una eternidad arreglándome el pelo. Isaac debe de odiarme.

Fui hacia el restaurante intentando no perderme, aun que tardé más de la cuenta. Si, definitivamente Isaac debe de odiarme.  Abrí las puertas de aquella enorme sala y me encontré a Isaac hablando animadamente con su madre. Se encontraba apoyado en una mesa con dos sillas, al lado de un ventanal enorme con unas vistas preciosas, algunas flores y unos platos que aparentaban ser más caros que mi vida entera.

El peliblanco reparó de mi presencia, y puedo jurar que un brillo salió de sus ojos. Me dedicó una de sus enormes sonrisas y se acercó a mi.

- Buenos días, perezoso -dijo-

- ¿Por qué no me has despertado, peliblanco de bote?

- Buen humor de buena mañana -rió- te veías demasiado mono, me daba pena despertarte

Hice una  mueca y me ruboricé. Seguro que estaba más rojo que un tomate.

- ¡Jeremías, querido! - la madre de Isaac me abrazó muy alegremente- Isaac me ha contado que pasó con la recepcionista, y quiero que sepas que ya la he despedido. Este tipo de cosas son inadmisibles en este hotel y mucho menos si os afectan a vosotros dos.

Miré a Isaac y este me lanzó una mirada cómplice. Agradecí a su madre y nos sentamos los dos en la mesa. Las vistas eran jodidamente preciosas, pero no tanto como el chico al que tenía delante.

Espera.... ¿Qué?

- ¿En que piensas? -preguntó Isaac curioso-

Piensa, Jeremías, piensa alguna excusa.

- En que mi madre me va a matar por llegar tarde de nuevo. ¿Qué haces para que siempre me pase esto?

Se encogió de hombros.

- Se ve que me gusta tu presencia -espetó.

A mi también me gustaba la suya.

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Entramos a la habitación para recoger las maletas, entre conversaciones y risas agradables, con intención de hacer las maletas para volver ya a casa.

De repente, mi móvil comenzó a sonar y recibí una llamada de Bastian.

- ¡Bastian! ¿Qué tal vas?  -pregunté.

- Hola, Jere -vale, su tono de voz no era bueno-

- Vaya, no se te oye muy bien. ¿Pasa algo? 

- De eso quería hablarte, ¿puedes pasarte por mi casa?

-Ehh, ahora mismo no lo sé -tardo una hora en llegar a casa, y aún quedan cosas por recoger. Isaac me nota preocupado, se acerca y me empuja al sofá haciéndome cosquillas- ¡Isaac joder, esto es serio! Deja de hacerme cosquillas!

FIGHTER  (yaoi/gay/bl)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora