Chapter 53

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Ya va a ser una semana de mi gran cagada, ya hice de todo para que me perdonara, le he mandado flores, le he cocinado, le he cantado en medio del almuerzo en la oficina, pero no había nada, ni una reacción, ni un gesto, nada. Este era mi último intento, le hice torta pascualina, lo que le encantaba, si luego de esto ella no me perdona, es porque realmente ella dio el fin a lo nuestro. me deje caer al medio de sofi y Dinah, y bese la manito de mi pequeña

-creen que funciono chicas- murmure jugando con los deditos de su mano

-si fuera ella, te perdonaría, aunque a mi parecer, creo que esto ya se volvió algo mas ¿vengativo?, por todo lo que paso entre ustedes

-está llamando- conteste y lo puse en alta voz

-hey, ocurre algo

-gracias por la torta, estaba exquisita y Rachel dice que es lo mejor que ha comido en su vida- mi respiración se detuvo, mire a Dinah y contraje mi rostro, dj cubrió su boca e hizo su rostro a un lado

-wallz, golpeare a ryan si no vuelves aquí, no quiere devolverme las piezas del juego- con mis cristalinos ojos fruncí el ceño

-claro dj, voy enseguida- medio grite apartando un poco el celular- me alegro que te haya gustado, adiós, me esperan en la sala

-no espera, Camila no cortes

-que pasa, que necesitas

-puedo ir a buscarte, necesito hablar contigo- mire a Dinah que negaba

-lo siento, ahora estoy ocupada- corte la llamada y deje caer mi cabeza en su hombro

-de seguro lo dijo para sacarte celos mila, no te lo tomes enserio

-por favor no digan nada- tome en mis brazos a mi pequeña y salí al patio trasero de la casa- fue una buena decisión venir a este lugar, el campo definitivamente es el mejor remedio de sanación- me senté en el pasto y luego me recosté dejando a Emi...

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-por favor no digan nada- tome en mis brazos a mi pequeña y salí al patio trasero de la casa- fue una buena decisión venir a este lugar, el campo definitivamente es el mejor remedio de sanación- me senté en el pasto y luego me recosté dejando a Emilia sobre mi pecho- eres tan hermosa y te pareces tanto a la loca de tu mama, y tus ojitos, son como dos pequeñas aceitunas- reí acariciando su rostro- porque le dije todo eso pequeña, herí a mama y todo ha sido mi culpa, por no haber sido sincera con ella, creo que esta vez la que fallo fui yo- me enderece y recosté a Emilia en mis brazos, lía tomo mi dedo y se lo llevo a la boca- ya tienes hambre mi amor- reí al verla pasar su mano y su rostro por mis senos- ya no hay nada ahí amor, las has absorbido completamente- y como si me hubiera entendido, su labio inferior comenzó a temblar- oye, no, no, sin llorar

-aquí traigo unas fresas para las chicas más hermosas- me voltee y le sonreí a Taylor, se sentó a mi lado y me acerco una fresa a la boca, rodee los ojos y le di una pequeña mordida, soltando un pequeño jadeo

-están deliciosas- le acerco esa misma fresa a Emilia y rápidamente comenzó a succionar y a intentar morder con sus encías

-pero si este pequeño angelito tiene hambre- dijo con una sonrisa, eres guapísimo, amable, me cuidas, me quieres, siempre estás conmigo y nunca me dejas sola, aunque te lo pida, me acerque a él y bese su mejilla, dejando mi cabeza luego en su hombro

Dama de Compañia; Carmen (en Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora