Chapter 61

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Narra Camila:

Luego de que el chico partiera el coche, north lo único que hacía era discutir a través del teléfono, mire para todos lados haber si lograba encontrar algo como para golpearla y poder bajarme, pero no había nada, solo habían papeles. Mire de reojo a north y estaba pegada en uno de sus celulares, mientras peleaba por otro, baje la mirada a mi zapato para ver qué era lo que me había pasado Laur y sonreí mordiendo mi labio, era la medallita de mi mama, la que le regale cuando tenía diez años. Me apoye en el asiento de adelante, cuando el coche freno de golpe, north y el chico se bajaron, este ultimo tendiéndome la mano

-vamos señorita- lo mire a los ojos y fruncí el seño al darme cuenta que era solo un niño, de seguro no pasaba los diecinueve años- acompáñeme por favor, no quiero hacerle daño- tome su mano y me baje

-porque haces esto, eres solo un niño- murmure viendo a north que aun hablaba por celular

-mi madre está enferma, necesito pagar su tratamiento, lo siento- north se voltio y el chico rápidamente se alejo de mi, sin soltar mi brazo

-mateo, quítale la camiseta y tu quítate el saco y tíralo todo dentro- me voltee en su dirección, me quite la camiseta y se la di

-te doy todo el dinero que necesites y pondré a tu madre en la mejor clínica, pero necesito que me ayudes- susurre cubriendo mis senos, este se quito el saco y lo tiro dentro junto a mi camiseta, me tomo por los hombros y me voltio

-ten- grito north lanzándome una camiseta blanca- súbela al coche, sacare unas cosas para que nos vamos- dijo yendo a la camioneta, me puse la camiseta y camine al lado del niño

-dígame que necesita- murmuro cerca de mi oído abriendo la puerta de atrás

-consígueme un teléfono o llama a las oficina de C.S.A.S o la de los Jauregui y diles donde estoy- dije subiéndome al coche al ver aparecer a north

-que ocurre mateo, que hablas con ella- el chico se voltio y negó

-nada jefa, solo me estaba pidiendo algo para abrigarse, tiene frio- suspire, me pegue en la puerta y acaricie mi cabello, ambos se subieron al coche y el niño rápidamente arranco

-que paso, la niña tiene frio- la ignore y me voltee cruzando las piernas. Fruncí el seño al ver como se metía a un camino de tierra, aguante la respiración al ver tipos con ametralladoras en las manos por todas  partes, tengo que salir de aquí- mateo, llévala dentro y espérame a que entre, necesito que vayas por unas cosas a la tienda

-si jefa, vamos- dijo tomando mi brazo, trague con dificultad y camine a paso lento junto a mateo, cuando entramos miro para todos lados y se acerco a mi- apenas pueda le hablare a su familia, pero este tranquila- murmuro y se alejo, me senté en una de las sillas y mire al chico como se balanceaba sobre sus talones, saque una pequeña foto de mi bolsillo y acaricie el rostro de mi pequeña, estas a salvo y es lo único que me importa en este momento, sentí la puerta abrirse y rápidamente guarde la foto de mi princesa

-mateo, pídele a Sergio que te de la lista y dinero, no tardes- rodee los ojos, ni modales tiene para pedir las cosas, me pare de la silla y camine de espaldas viendo como se quitaba la chaqueta- por fin solas

-piensas tenerme aquí toda la vida- sonrió y comenzó acercarse a mi- que crees que lograras con todo esto, dime, que vuelva contigo, que me vaya de aquí contigo, que- di un paso adelante cruzándome de brazos- porque aparecer de nuevo

-sabes porque regrese, y como por la buena no quisiste, tuve que hacerlo a la mala- ahora fui yo la que se rio- un año dándote lujos he, España, cuba, Dubái, la india, Portugal, Bélgica- apreté la mandíbula al ver su sonrisa burlona- Colombia, que envidia

Dama de Compañia; Carmen (en Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora