Sus ojos azules se fijaron en los míos. Me sonrió.—Te ves hermosa. —Susurró. Tomó mi mano y me dió una pequeña vuelta.
Le devolví la sonrisa. Porque, de una manera un tanto extraña para algunas personas, él me hacía feliz.
—Lo sé,—. Le dije en broma, divertida. Él rodó sus ojos, parecía estar acostumbrado a esto —. Pero, gracias.
Se acercó lentamente hacia mi. Tomó mis manos y me dió un pequeño beso en los labios que no fue más que una leve presión húmeda. Acarició mi mejilla, luego bajo su mano y recostó su frente a la mía.
Lo sabía, era hora de irme.
—No quiero,—. Murmuré cerrando los ojos con fuerza —. No quiero dejarte otra vez, simplemente no puedo.
Él negó.— Tranquila, nos veremos mañana.
—¡No! En casa todo es muy difícil. Déjame quedarme, porfavor —. Supliqué abriendo los ojos. Él separó la frente de la mía y me sonrió.
—Sabes que haría cualquier cosa por ti. Creo que aún no es el momento. Debes ir a la escuela... Y tu familia...
—No puedo soportarlo más.—Sollocé. Limpió con sus pulgares las lágrimas que empezaban a descender por mis ojos.
—Solo un poco más, Lisa. Aguanta un poco más.
Asentí lentamente. Tal vez podía hacer eso.
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Dreams.
Historia Corta"No dormía para descansar, dormía para soñar." La vida de Melisa dio un giro inesperado cuando la situación en su casa se complica, debido a que sus padres se quedaron sin dinero. Se vio obligada a cambiar de instituto, a uno publico, donde sufre ac...