Condiciones. [KatsuDeku]

I. Vida Actual

Siempre estaba agotado.

Sin importar que fuera su día libre y se la pasara en casa haciendo nada...estaba totalmente cansado.

Sabía el motivo, sin embargo no quería tenerlo en mente, ya era suficiente de tanto sufrimiento y quería volver a sentir al menos un poco de tranquilidad en su vida. Nunca pasaría.

Una media sonrisa amarga apareció en su rostro, mientras tomaba café en la cocina. Su vista se plantó en la ventana, llevaba casi tres años en ese lugar y todo parecía tan extraño y ajeno a él. Esos edificios, las personas, el idioma, su casa...todo le indicaba que estaba en el lugar incorrecto, pero debía ser así, y tenía que obligarse a sí mismo que ese era ahora su hogar.

-Estúpida ciudad – Tomó otro sorbo de café mientras se dirigía a su cuarto para darse una ducha.

El agua caliente caía por su cuerpo recorriéndolo a cada centímetro, un poco de su pesadez desapareció gracias a ello, y a que se había puesto a pensar en su itinerario de ese día. Había llegado a la conclusión que no debía dejar su día libre para hacer nada. Si realmente quería olvidar ciertas cosas de su pasado, debía de distraerse lo más posible, así que intentaba recordar qué podía hacer en esa ciudad la cual sólo reconocía tramos más que nada por haber derrotado a villanos en ellos que por darse oportunidad en sí de conocerla.

-Da igual – Simplemente saldría y caminaría a lo random por las calles, a algún lugar medianamente interesante debía de llegar ¿no?

Se vistió sin tomar en cuenta qué prendas eran, y salió de su departamento. Era otoño, corría mucho viento y el clima estaba nuboso. –Perfecto para dar una vuelta – se dijo a si mismo sin tono sarcástico, realmente disfrutaba ese clima. No muchas personas salían de sus casas por lo mismo, y eso lo agradecía, así no tenía que detenerse a cada paso por un autógrafo o fotografía. Ser uno de los héroes más reconocidos del país no era sencillo, unas de las razones era lo mencionado anteriormente. Había aprendido a lidiar con ello pero eso no significaba que le encantara ese tipo de atención.

A cada cuadra que recorría su mente se iba poniendo en blanco y menos iba prestando atención al camino que recorría.

-No puedes estar diciendo todo esto...no es verdad, estás mintiendo ¿cierto?

Llegó a una explanada un poco grande, donde al fondo se encontraba un edificio con aspecto antiguo, supuso que era un tipo museo o alguna de esas cosas aburridas que suelen haber en todas las ciudades, le llamó la casi nula atención que tenía en ese momento. No supo la razón pero decidió entrar a aquel lugar, solo esperando que no estuviera atiborrado de turistas.

-No, no miento. – Mantuvo la mirada firme a pesar de todo – Nunca había sido tan sincero.

Afortunadamente estaba casi vacío. Un aura de tranquilidad se sentía en aquel lugar lleno de cuadros y esculturas. No sabía mucho de arte ni tampoco tenía la paciencia para quedarse viendo una cosa por mucho tiempo como solían hacer las personas gustosas de estas cosas. Sin embargo fue recorriendo poco a poco el lugar ignorando a la persona que se ofreció a darle un recorrido por el recinto. Había cosas que no entendía cómo podían estar ahí, y otras aunque le costaba admitirlo, eran realmente hermosas. Suspiró. Sí que había cambiado en estos años, o madurado mejor dicho.

Poco a poco esos fragmentos de recuerdo se detuvieron y pudo seguir un poco más tranquilo su recorrido.

Al salir del lugar buscó un lugar apartado del paso normal de las personas para sentarse. Se recargó en el banco y cerró los ojos. – Que cansancio – Seguía sintiéndose agotado, sin razón alguna.