Condiciones. [KatsuDeku]

Escoria

Lo primero que hizo al aventarse por el edificio era ir a la agencia, necesitaba detalles, necesitaba un plan de acción. Todas esas explosiones debían de ser de varios enemigos, pero no lograba divisar nada. En su trayecto puso a salvo a varios civiles, intercambió no más de 10 palabras con algunos héroes, esquivó pedazos de edificios y demás que caían de las alturas. Detendría a aquellos que se atrevieron a hacerle eso a la ciudad, no importaba que tuviera que hacer.

Al llegar a la agencia se encontró con que esta estaba parcialmente destruida, pero a pesar de esto, entró.

-¡Viejo! - varios héroes y demás personas se encontraban corriendo de un lado a otro, unas hablando por teléfono, otras para dirigirse a las calles, pero entre aquella gente, no podía divisar a su jefe. No es que no pudiera hacer nada sin él, no es que no quisiera hacer nada sin él, pero algo le decía que tenía que buscarle. -Maldita sea. - Era muy probable que éste hubiera salido, sería lo más normal, así que se dispuso a hacer lo mismo.

-Calma Katsuki - esa voz le hizo girarse - necesitamos conocer a los enemigos - comenzó a hablar como si supiera exactamente a lo que iba - no hemos podido localizarlos, tienes que buscarlos, y darnos la ubicación. - asintió sin decir nada más para salir corriendo. Volvió a sonreir un poco mientras con ayuda de sus explosiones se dirigía al techo de uno de los edificios de los alrededores.

"¿Desde cuándo comencé a aceptar las órdenes de los demás?"

Esto no lo pensaba por que se lamentara de ello, si no que se sorprendía de sus propios cambios, de su propia madurez.

El sonido de la destrucción de la ciudad no cesaba. Justo al llegar a su destino observó hacia todos lados. Una furia sin igual se apoderó de él, apretó con fuerza sus puños, y frunció más el ceño. Apenas lograba ver los proyectiles que no iban dirigidos a algún sitio en especial, parecía que estuvieran siendo lanzados al azar, como si para quienes los estuvieran lanzando fuera una gran diversión descubrir ahora con qué casa, edificio o comercio chocarían.

Pero lo que si alcanzó a ver fue al de rizos verdes salir disparado hacia el cielo, vio todo, aquellos movimientos, aquél control, pero lo más importante, vio hacia dónde se dirigía y a quien o qué tomaba para dirigirse a las afueras de la ciudad. Sin perder ningún segundo salió disparado hacia aquél lugar. Esa era su ciudad, él tenía que ser capaz de protegerla.

No dudó en lanzar uno de sus mejores ataques a aquél ser, ya no le era necesario su traje.

-¡Hijo de Puta! - tampoco pensó en esperar a que la nube de polvo se disipara, si no que comenzó a correr hacia ella, no le daría tiempo de reaccionar. O eso pensaba.

Aquél golpe en su abdomen lo lanzó varios metros. Recordó esa vez del examen final en el primer año de la UA, cuando All Might le había atacado en la misma zona. Chocó violentamente con algo, y sintió punzadas por todo su cuerpo, el cual no parecía reaccionar a sus intentos de levantarse. "Mierda"

Escuchó golpes y gritos, risas y quejidos. Explosiones.

"Tengo que avisar..."

Dudaba que su móvil hubiera sobrevivido al impacto, pero aún así tenía que hacerle saber a su jefe y a los demás héroes que había encontrado al causante de la destrucción de la ciudad. Se levantó como pudo, no sabía cuánto tiempo había pasado, pero parecía una eternidad. Sintió el sabor metálico de la sangre en su boca, escupió.

Llevó su mano a su bolsillo para confirmar sus sospechas, su celular estaba hecho trizas, maldijo.

No sabía si tendría tiempo de ir personalmente en busca de refuerzos. Tragó pesado e ignorando todo el dolor que sentía, comenzó a correr hacia donde el ojiverde se encontraba luchando contra aquella cosa.