Su corazón palpitaba de manera acelerada, como si hubiese estado corriendo una maratón.
Había planeado su escape del hospital con el medio albino, a ambos le preocupaba el estado de Izuku. Al principio Todoroki se había ofrecido a ir rápidamente a verle para luego informarle, pero se negó, él tenía que ir, debía ir.
Afortunadamente el chico medio albino llevaba ropa extra ya que después de ir a visitarle, pensaba en dirigirse al gimnasio. Tanto él como algunos de sus amigos se habían quedado en la ciudad para cuidarle, ejerciendo temporalmente como sus reemplazos en la agencia donde trabajaba.
Fue realmente difícil salir del edificio, pero gracias a su experiencia en sigilo - una de las características que todos los héroes debían tener para ciertos casos - lo lograron.
Al estar a una cuadra del lugar, se echaron a correr ya que sabían que de un momento a otro algún doctor o enfermera entraría a la recámara alertando a todos de su ausencia.
Le costó demasiado seguirle el paso al más alto, pero no se quejaría ni detendría. Aunque realmente agradeció que el hotel no estuviera tan lejos. Aquel edificio era como cualquier otro, de apenas 6 plantas de alto y de un color marrón oscuro.
Entraron a toda prisa, sin embargo Todoroki (después de decirle el número de habitación del pecoso) se quedó en la recepción preguntando si habían visto al peliverde en esos días.
Decidió ir por las escaleras, ir por el ascensor acabaría con lo último de paciencia que tenía. Sus piernas comenzaron a dolerle, como si se comenzaran a negar a hacer algún movimiento, sentía sus músculos atrofiados, ¿por qué elegir el cuarto piso?
Al estar frente a la puerta se agacho un poco quedando apoyado con ambas manos en sus rodillas, recuperando el aliento, sintiendo su cuerpo temblar, incluso se sentía un poco mareado. Tragó pesado y tocó, sin embargo nadie contestó y eso lo puso inquieto, volviendo a tocar pero con mayor intensidad. Quiso gritar pero realmente no le salía la voz, aún no recuperaba del todo el aliento.
Maldita sea Deku bastardo, no te hayas atrevido a...
Pensó en derribar la puerta, pero simplemente la descartó de inmediato, no tenía las fuerzas suficientes y sólo se haría daño, sin conseguir nada.
Por su mente pasaban las posibles reacciones de Izuku cuando Todoroki le contó sobre lo que había vivido los últimos años. Sintió su pecho oprimirse en un sentimiento de amargura y culpa. Si, era su culpa que ese chico de rizos verdes y corazón puro haya sufrido tanto. Respiró hondo y luchando por que las lágrimas no salieran gritó con todo lo que tenía, golpeando a la vez la puerta.
-¡Maldita sea Deku de mierda, ábreme la puerta, deja de estar lloriqueando, deja de pensar en todas esas estupideces, eres el puto Símbolo de la Paz, ¿vas a dejar que algo como esto quiebre tu voluntad? TU NO ERES ASÍ JODER, ¡ERES TU PORQUE SIEMPRE TIENES UNA SONRISA EN EL ROSTRO AL SALVAR A TODOS, ERES TU PORQUE NUNCA TE DAS POR VENCIDO, ERES TU PORQUE SIEMPRE ESTÁS PARA QUIENES TE NECESITAN, ....Y AHORA YO TE NECESITO MIERDA! ...No me dejes...no después de todo lo que pasamos...no te rindas inútil - su voz y sus golpes se fueron haciendo más débiles. Posó su frente sobre la puerta.
-Bakugo... - Todoroki había llegado presenciando todo aquello.
-Izuku... perdóname por todo, por hacerte sufrir tanto...
Un silencio devastador les envolvió, siendo sólo sus sollozos los que se escuchaban en el lugar.
Pronto la puerta se abrió casi haciéndole caer de frente.
-Kacchan...
No se detuvo a contemplarle de todo, simplemente al escuchar aquella voz se abalanzó contra él en un abrazo, sintiéndole, recordando su aroma. Lloró con más intensidad, sintiendo cómo el más bajo hacía lo mismo al darse cuenta de los pequeños espasmos de su cuerpo.

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Condiciones. [KatsuDeku]
Hayran KurguLa vida da muchas vueltas, por lo que no todo es felicidad. Muchas veces sabemos el motivo de aquellos momentos y otras simplemente parecen ser que no nos las merecemos. "¿Kacchan, porqué me estás diciendo todo esto? ¿qué he hecho mal?" Pero siempre...