Rosas manchadas || Subaru Sakamaki ||

🌹 Pétalo 3 🌹

【Narradora:】

   La albina caminaba por el bosque, simplemente amaba hacer eso, amaba escuchar música mientras caminaba sin rumbo alguno. Se recostó en el suelo y apoyó su espalda contra un tronco, cerró sus ojos y soltó un suspiró de cansancio.

【Narra Alice:】

    Esto de estar enferma es tan agotador... Joder, soné tan Shū que hasta me dio miedo.

    Abrí los ojos y alcé la mirada hacia el cielo, la luz lunar era bloqueada por las copas de los árboles; aunque algunos rayos de luz se alcanzaban a escabullir. Mañana llegaba la nueva novia, yo sé que como el destino me ama tanto hará que la nueva novia y Subaru queden juntos.

    Augh, ¡¿Qué es lo que Subaru odia tanto de mí?!, si ni siquiera sabe nada de mí.

—Pff, estúpido vampiro temperamental. —hablé entre dientes con cólera.

    Yo no entiendo como alguien puede ser tan cruel, bueno, la verdad no sé como lo ha tratado la vida, me sé la historia de todos ellos menos la de él, tal vez si la supiera podría saber por qué tanto odio contra mí o al menos el por qué de que sea así.

   Miré el reloj de mi celular, ya era tarde, si no me apresuro seguro Reiji me regaña.

    Me levanté del suelo y comencé a caminar a paso rápido en dirección a la mansión, una vez adentro de la gran casa me topé a Reiji.

—¿Dónde te encontrabas?, estaba apunto de ir a buscarte.

—Fui a dar un paseo al bosque. —Reiji me miró de arriba abajo pensando en que decir, suspiró y se dio media vuelta sin más.

    Que raro, pensé que me diría algo o me insultaría, tal vez esto de ser su hermana tiene sus ventajas.

    Preferí irme a mi habitación, debía hacer mis deberes y a decir verdad... Eran bastantes. Ya al estar frente a la puerta de mi habitación la abrí y la cerré tras de mi. Caminé hacia el escritorio y me senté en la silla que este posee, tomé uno de mis cuadernos y un lapicero negro y comencé a escribir sin más. La tarea era de química, una de mis materias favoritas, creó que tal vez por eso Reiji no me odia tanto. Al terminar seguí con la de matemática, luego con español y así hasta terminar todo. En total me llevé tres horas y ya era muy tarde, comenzaba a amanecer.

   Me levanté rápido de mi escritorio y cerré las cortinas, mi piel es tan delicada que los rayos solares, estos llegan a lastimarla.

    Caminé a mi cama y me tumbe a ésta, boca abajo cerré los ojos y comencé a quedarme dormida poco a poco.

(...)

—Alice, es hora de despertar. —entre mis sueños escuché la voz de Reiji a lo lejos.

—No quiero... —balbucea aun medio dormida.

—Se nos hará tarde para la escuela si no te levantado ahora mismo.

—Me siento mal Reiji... —mentí, vamos, ¡Tengo sueño y flojera extrema!

    Escuché el sonido de la puerta abrirse y pisadas caminar hacia mi, sentí la mano fría del vampiro sobre mi frente.