Capitulo 15- Lagrimas por Placer

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Mire el traje de enfermera. Di un suspiro.no podía creer que estubiera haciendo esto justo por el Slash que no era mi novio -Slash- dije muerta en vergüenza y probablemente mas roja que un tomate
-¿Qué?- pregunto haciéndose el tonto aunque hubo un destello en sus ojos cuando descifro mi suspiro.
-¿quieres darme una opinión sobre como se me ve el traje?- dije sintiendo que iba a desmayarme. Una sonrisa se dibujo en su rostro de oreja a oreja.
Mi estomago se contrajo y me sentí horrible. Ya ni estaba siendo consciente de lo que iba a hacer.
-oh ya sabes lo mucho que me gusta ayudar a las personas!- dijo alzando las cejas con picardia.-adelante preciosa!
Me mordí el labio y comencé a desabrocharme la blusa. Slash se recostó en su cama muy cómodo con las manos tras la cabeza como quien comienza a ver una película.
me desabrochaba apurada, sintiendo que cada segundo era peor que el anterior, como si miles de ojos me miraran al mismo tiempo cuando en realidad tan solo eran dos. Bueno después de todo era solo probarme un traje. No sabia porque me asustaba tanto.
-Slash no puedo hacerlo- dije cuando iba a sacarme la blusa. Me senté en la cama rendida y el sonrió mas ampliamente.
-es lo que pensé… ¿quieres una ayudita?- no conteste, no sabia de que manera podía ayudarme. Se acerco a mi despacio y me retiro la blusa con cuidado, iba a pedirle que se detuviera pero sus ojos me hipnotizaron por completo. Me tomo entre sus brazos y me sonrió calidamente.
-tranquila- me dijo con la voz mas suave que haya podido escucharle nunca. Se me acelero el corazón al ver su rostro tan cerca mientras me retiraba el brasier. 
-colócame el maldito traje de una vez!- dije sintiendo mis pechos al aire. Cerré los ojos solo por estupidez.
-tranquila, ya abra tiempo para el traje- respondió paseando sus labios despacio por mi cuello. Simplemente casi me desmayo. Aunque e de admitir que eso me relajo bastante.
Sus manos comenzaron a recorrer mi espalda a modo de suaves caricias.
-eres perfecta- me susurro. La sangre comenzó a revolotearse bajo la piel.
-el traje- dije sin querer abrir los ojos mientras solo sentía su lengua pasearse por mi piel. Soltó una pequeña risa y sentí que beso la punta de mi nariz.
-ya habrá tiempo para el traje- repitió.-ahora tan solo relájate por favor.- ¿el pidiendo por favor? Parece que estaba de suerte el día de hoy. Obedeciendo como una tonta me deje llevar por sus brazos que me recostaron con cuidado en la cama. Finalmente me quito la ropa interior de abajo. 
Su lengua siguió paseándose por mis pechos, relajándome de una manera increíble. Luego paso a mi vientre. Y finalmente bajo su lengua hasta mi entrepierna.
Solté un pequeño chillido. Simplemente rió y siguió lamiendo mas.
-¡Slash!.- grite su nombre en un gemido. Volvió a reír. El placer me invadía a cada segundo mas y mas. Comencé a retorcerme en la cama empuñando las sabanas y aun me rehusaba a abrir los ojos y mirarle. Sentir su lengua dentro de mi me provocaba gemidos que quería contener a toda costa.
-vamos preciosa, quiero oírte gritar- dijo despacio. Dejo de jugar con su lengua dentro de mi. y entonces abrí los ojos.
-no vas a conseguirlo- dije a modo de desafió sin darme cuenta.
-¿conseguir que?- dijo sonriendo picaramente.
-no conseguirás que grite.- su rostro se torno como si aquel desafió fuera el mas puro placer.
-créeme que are eso y más.- respondió. Dicho esto acompañado de una sonrisa, se quito el cinturón y bajo sus pantalones dejando su miembro al descubierto de inmediato. sonrió otra vez y gateo hasta mi. unió sus labios a los míos y sentí que me quedaba sin aire. Si antes había sentido su boca de manera desaforada, hoy comprobaba que también podía sentirla dulce y suave.
Me aferre a el y le seguía besando, sintiendo que mi vientre se llenaba de colores.
-¿estas lista?- pregunto con cariño. Sonreí y le bese otra vez. 
Se introdujo dentro de mi y corte un gemido que iba a soltar a toda voz, pegando mi boca a la suya. 
-eso es trampa- dijo con dulzura mientras le seguía besando para ahogar mis gritos de placer. Aun así seguía oyendo los placenteros gemidos de Slash .
-creí que en la guerra y en el amor todo se vale- conteste besandole con rapidez otra vez para no soltar un gemido que cada vez podía resistir menos.
-¿y esto que es amor o guerra?- pregunto introduciéndose dentro de mi reiteradamente despacio. No conteste. Ni yo lo sabia realmente.
-ah ahora que lo recuerdo es una guerra- declaró- y me temo que estoy perdiendo. 
-y perderás- dije arrepintiéndome de haberlo dicho en el acto.
-¿tu crees?.- sonrió maliciosamente y comenzó a aumentar la velocidad y la intensidad con que se metía dentro de mi. ahora el placer era mayor. Y un gemido tras otro querían salir de mi boca al mismo tiempo que necesitaba respirar con urgencia.
-vamos preciosa grita- me susurro en el oído. No podía soportar mas la excitación. 
-vaya, pero que difícil me has salido. Eres fuerte soldado. Pero me temo que esto queda hasta aquí.- sentí algo en mi entrepierna, algo que con el solo movimiento de su dedo me hizo perder la apuesta. Solté un grito ya sin poder soportarlo mas sumiéndome en un profundo orgasmo. exclame sintiendo una ola de placer tras otra.
-así me gusta, que ricos gemidos tienes- susurro Slash en mi oído, comenzamos a besarnos y ahora el primer beso que en un principio fue dulce se había transformado en uno desaforado y voraz. Su lengua jugueteaba con la mía al tiempo en que seguía penetrándome con fuerza. Simplemente era el paraíso puro.
-¡pero que mierda!- abrí los ojos como plato al escuchar esa voz y mire hacia la puerta. Slash dos estaba hay mirándonos petrificado, como si viese una catástrofe. Quede muda, y ambos dejamos de movernos de inmediato
-hay no me digas que esta atrás de nosotros- dijo Slash uno cerrando los ojos sin querer voltearse.
-si esta atracito de nosotros- dije sin saber que hacer. Recordé que en las películas las mujeres solían cubrirse con las sabanas y gritar al tipo que las descubría ¡no me veas no me veas!, cosa que siempre encontré estúpida porque evidentemente los tipos ya las conocían de pies a cabeza. pero ahora que lo vivía comprendía que era por sentirse la puta mas avergonzada de todo el mundo.
-¡que demonios es esto?!- grito Slash dos furioso como nunca antes le había visto. No contesté, me sentía demasiado perra como para hacerlo. Simplemente me baje de encima de Slash uno y me senté avergonzada en la cama.
-¡creí que te habías enfermado por mi!- me grito.- y tu eres un maldito!-ahora se refirió a Slash uno- Me engañaste para acostarte con la única persona que siempre ame! Con la que…- cerro la boca y puso una mueca de dolor. Mordí mis labios sintiendo el peor remordimiento. Su voz simplemente se quebró, salio corriendo, y en aquel intervalo creí haber visto unas gotitas saltar al aire. Quede petrificada por unos instantes y luego me levante cuando vi algo en la entrada. Fui a recogerlo.
Era una pequeña cajita.
-¿qué es?- pregunto Slash asomándose tras de mi. no respondí, porque yo tampoco sabia que era exactamente. 
La cajita tenia un listón en rededor. Como un pequeño regalo. Intrigada le jale, levante la tapita.
Simplemente las lagrimas de arrepentimiento salieron de mis ojos. Mientras veía aquel anillo de compromiso que era para mi. 

Divididos (Fanfiction Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora