Capitulo 14- Secretos

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Ya habían pasado varios días y la relación fraternal marchaba de viento en popa. Ambos se llevaban mas que bien, por otro lado yo también agarre una alta confianza con Slash uno a quien seguía admirando incluso mas que antes. 

Me removí en la cama pensando en que demonios estarían asiendo los dos. Bueno después de todo yo me había negado a ir con ellos porque quería que compartieran solos.

Seguramente hablarían de la familia y cosas así digo ¿Qué mas podría enseñarle un Slash al otro?

Me di vuelta hacia el otro lado. Después al otro. Después al otro otra vez. ¡no podía dejar de preocuparme!, y de hecho no sabia el porque. Solo había salido con su hermano y ya. De pronto se me vino una loca idea a la cabeza ¿y si tiraba a mi Slash a un grupo de sus locas fans en caso de algo para que lo devorasen vivo? Me aterre. Me llego otra idea ¿y si le emborrachaba y le mostraba la vida loca? Yo no quería que él cambiara. De pronto me llego una imagen de ambos besándose. Eso no me pareció mala idea para nada. Me seque las babas y deseche esa loca idea de mi cabeza. pasaron horas y horas hasta que finalmente se abrió la puerta.

-¡Slash!.- grite eufórica levantándome de un salto ya plantada en la puerta antes de que se abriera por completo. Asomo su cabeza y salte sobre el.

-sdfgfghfgh cariño ¿Qué pasa?- si ahora me llamaba cariño, cosa que Slash uno le había enseñado junto con los apodos de “nena, muñeca, preciosa y muñequita” pero de todos ellos Slash dos opto solo por el que me había dicho.

-te extrañe- dije colgándome de su cuello mas aferrada que un koala.

-sdfsgff yo también. Y te tengo un regalo…- si seguramente eso también se lo había enseñado Slash uno. No me gustaban los regalos porque simplemente no. pero yo jamas podría negarme a un de Slash.

-¿Qué es?

-cierra los ojos-los cerré y me descolgué de su cuello lista para recibir mi obsequio en las manos, sentí una bolsa posarse sobre mis palmas y entonces abrí los ojos.

Mire la bolsa preguntándome que seria. Lo dude unos minutos y entonces la abrí.

Puse los ojos en blanco. Era un traje de enfermera sexy con artículos y todo. Me puse roja y se me acelero el corazón.

-¿para que es esto exactamente?- dije con un ataque de pánico. Slash extendió una amplia sonrisa.

-estoy mas que seguro de que lo sabes….- me mordí el labio y extendí la prenda para verla mejor, era una bata mas corta que un cinturón.

-oh esta muy bonito amor pero yo…- si también tuve que optar por un sobrenombre de cariño.

-vamos. Se que lo disfrutaremos, Slash me ha enseñado unas poses que te encantaran.

-¡que Slash hizo que!!- “vamos respira, respira” me recordé.

-pues eso, me ha enseñado unas poses que se ven muy buenas… ya quiero verte con eso puesto.- puso un rostro pícaro y yo abrí la boca pero después la cerré. Estaba aprendiendo las mismas malditas costumbres que Slash uno.

-¿Cómo te las enseño?- dije imaginando cosas que me dejaron mas que perturbada la mente.

-vimos una porno- ahora si se me cayo la boca al suelo.

-okeeeeeeey ¿donde esta ahora Slash?

-ah esta en su cuarto dkdgjhdgkjdhfg dijo que se estaría masturbando

-¡me da igual iré ahora mismo!- abrí la puerta y camine por el pasillo a pisotones como godzilla por la ciudad haciendo temblar todo.

Toque la puerta con el traje en la mano.

-¿Quién es?- la puerta se abrió y su rostro se asomo, miro lo que llevaba en la mano y sonrio amplia y picaramente.

-hola preciosa. ¿quieres que te de una opinión de cómo se te veria eso puesto?

-¡no! quiero saber porque le has mostrado una maldita porno!!

-vaaa ¿vienes por eso? Hay que hacerlo hombre.

-el ya es hombre perfecto para mi!!

-vaya, no eres muy exigente.

-¡Slash me estas sacando de mis casillas!- soltó una carcajada.

-caray te vez muy sexy enojada que quieres que te diga.- fruncí el seño- oiga apetitosa enfermera frustrada, tengo la inyección que necesita ¿quiere sentirla?- su voz sonó mas seductora que nunca, pero tenia que ser fuerte.

-¡como puedes decirme eso???!- soltó una carcajada.

-si tienes razón ya sabia que vendrías para ver la porno conmigo.- abrí los ojos y me abalance sobre el. Caímos en el suelo y le mire mas que furiosa.

-¡no quiero que lo cambies!- dije enserio molesta.

-oh preciosa, no pasa nada, el no cambiara te lo prometo.

-¿Por qué haces esto? Yo ya lo quiero como es.

-¿y a mi me quieres tal como soy?- me latió el corazón sorprendida.

-¡eres su hermano ¿Cómo no voy a quererte?-puso un rostro triste que me confundió mas aun.

-vale, ¿Por qué no te vas a modelarle el traje de una buena vez?

-sabes que? ¡si lo voy a hacer!.- me levante de encima suyo y recogí el traje del suelo. Slash abrió los ojos.

-¿enserio lo harás?

-por supuesto, es mi novio después de todo. ¿hay algún problema?

-no- se levanto del suelo y se tumbo en su cama mas que frustrado.

-¿Por qué te enojas si has sido tu quien le dio la idea?

-no es por eso, es que de veras lo envidio…- abrí los ojos impactada y no supe que decir.

-oh vamos, tienes cientos de números telefónicos de muñecas que con tan solo una llamada vendrán a desfilarte este traje.

-pero de todas ellas no esta tu numero.- enmudecida me sentí horrible por dentro. Le desfilaría el traje con gusto. Pero evidentemente no podía hacerlo.

-mi numero esta ocupado- le recordé.

-claro y quien lo tiene a sido el mas afortunado siempre.

-eso no es verdad.

-desearía que el hubiese tenido la oportunidad de vivir en vez de mi desde un principio.- ahora si quede mas que noqueada. ¿Qué seria de mi si el no existiera? ¿Dónde quedaría todo lo que siempre ame y por lo que viví ilusionada desde siempre?, mire su rostro entristecido y luego mire al traje….

Divididos (Fanfiction Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora