Capitulo 4

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Cuando los primeros rayos de sol me dieron en la cara abrí los ojos. Pestañeé intentando refrescar la memoria.

-¡Slash!- grité creyendo que todo había sido un sueño.

-¿me llamaste?- me voltee hacia atrás, el estaba hay, con sus cabello revuelto en el cojín saludándome, diciéndome que era real. 

-este… ¡buenos días!

-buenos días- dio un bostezo y sonrió.- ¿Por qué has gritado mi nombre tan… asustada creo que es?

-si, asustada esteee…. Creí que había visto una araña, pero ya fue, no pasa nada- soltó una carcajada y se estiro, volvió a rodearme por la cintura y acurruco su rostro en mi pecho.

-sigamos durmiendo entonces- dijo cerrando los ojos. Su respiración sobre mi piel despertó aquel molesto cosquilleo.

-no, yo no quiero dormir mas- estaba comenzando a sofocarme. 

-oye, tengo una pregunta ahora que la recuerdo.

-¿Qué es?- subí la retaguardia.

-¿Qué es una caricia?- pestañee aturdida.

-¿Por qué preguntas eso?

-lo han dicho ayer en la película. ¿Qué es?- me mordí los labios buscando una forma de explicarle.

-bien…es como.- puse mis manos sobre su cabello y lo acaricie. -… como esto.

-se siente bien… me gusta- comentó con voz relajada. No sabia como decirle que me iba a dar un paro cardíaco en cualquier momento.

-Slash! Tengo que ir al baño!- chillé urgida, estaba pensando seriamente en decirle que me diera hijos, pero desistí. Me escape como una rata en un abrir y cerrar de ojos, una vez tras la puerta del baño comencé a tomar aire y respirar. No sabia como lidiar con tanta desesperación. Tenia que contenerme, el tenía que vivir su vida.

Me asome al espejo y me encontré con mi rostro. Nada de especial, nada bonito que pudiese gustarle a la copia de Slash ni mucho menos al verdadero.

Resignada di un suspiro, solo era yo quien imaginaba todo en mi chiflado cerebro. 

Me lave los dientes y el rostro. Me recoji el cabello en una cola y ya mas refrescada y calmada Salí.

Camine hasta mi cuarto, bajo las frazadas se veía una gran montaña.

-¡creí que te habías levantado!- dije riendo buscando mis pantuflas de conejito debajo de la cama, como no recibí respuesta pique el bulto con un dedo.

-levántate, ¿piensas ignorarme acaso?- no hubo respuesta, enmarque una ceja y jale las frazadas hacia atrás, no había nada más que almohadas moldeadas como un cuerpo.

-¿pero que demo…- caí sobre la cama, siendo presa de un ataque de cosquillas.

-¡si estoy despierto!- grito Slash riendo sin parar su tortura, ya me era suficiente con tenerle cerca.

-¿Qué me darás a cambio si paro?

-¡desayuno! ¡desayuno!.- sentí un rugido venir de su estomago, paro las cosquillas.

-vale. Tengo hambre.- estaba sobre mi, sus ojos ¡maldita sea!. Por unos momentos me quedo mirando, se me acelero el corazón. Cerré los ojos para calmarme y los abrí otra vez, pero hay estaba, sin moverse. No podía decirle que se quitara y no quería tampoco.

Una sonrisa se dibujo en su rostro y se fue. Tome la re compostura otra vez. De verdad ese tipo era raro. 

Suspire. No sabia cuanto tiempo mas podría contenerme y no saltar sobre el para hacerle todo lo que se me ocurriera.

Mientras deje unas rebanadas de pan en la tostadora y Slash se duchaba… se me cayó la baba otra vez. En fin, encendí mi computadora. Mire mi correo. Había un mensaje de luna.

Querida __ sobre lo que te mencione anteriormente que te enviaría por correo y no te lo dije en esos momentos es únicamente porque Slash no debe saberlo. El no debe saber que existe su hermano gemelo, el no puede saber que su madre esta viva ni todos sus hermanos. Por favor encárgate de que nunca sepa de la existencia de nadie de su misma sangre. Ya que no se como vaya a reaccionar, y me temo lo peor. Por otro lado si ambos Slash se conocieran generarían un revuelo que me afectaría a mi. Si, esto también me incluye y me preocupo por mi seguridad. En fin, por la de todos. Seguimos en contacto. Adios.

Atte. Profesora Luna.

Cerré la pagina, sentía que me llegaba la boca al Suelo ¿de verdad tenia que esconderle eso? Sentí una enorme presión sobre mis hombros. Yo no creía ser capaz. Luna era una maldita vieja bruja que solo se preocupaba por si misma. 

-__, ya me bañe, ¿estas ocupada?

-no Slash yo solo…- me gire a mirarle, casi me caigo de la silla, solo estaba con una toalla amarrada a la cintura y todo su cuerpo mojado. Me gire hacia la ventana otra vez.

-¿tepasa a algo?

-no, ahora vístete.

-pero tengo calor- pegue la mejilla al escritorio, yo también estaba muy acalorada. Slash finalmente nunca se vistió, pasamos todo el desayuno hablando, realmente el era muy amable y sincero, pero no lograba concentrarme mucho en sus respuestas, tenia las manos sudorosas y me temblaban cada vez que levantaba algo. Verlo sin ropa me distraía demasiado. 

Cuando estaba a punto de desmayarme, decidí que saliendo a pasear juntos conseguiría que se pusiera ropa. Y así fue, se vistió y yo también. 

-bueno, todo listo- sonreí abriendo la puerta- vamos… no momento! Falta algo!- corrí a buscar una gorra y unas gafas, se las coloque a Slash y este sonrió.

-¿para que son?

-para protegerte del sol- en realidad eran para que no lo reconociese la gente.

-¿y las tuyas?- vaya no tenia ni un pelo de tonto.

-no las necesito. Vamos.

-espera- aparto un mechón tupido que tenia pegado en la frente y sonrió.- vale, ahora si.- tome una bocanada de aire desesperada y nos fuimos. De pronto Slash se paro frente a una vitrina mirando asombrado algo.

-¿Qué te pasa?- le pregunte espantada, parecía un fantasma.

-creo que en aquella televisión vi…. Que me vi a mi mismo…

Divididos (Fanfiction Slash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora