BORN | MARKHYUCK ®✓

Eternal nights

El lugar permanecía repleto de oscuridad, sonidos nocturnos y mucho frío. Se escucharon sollozos bajos.

Mark estaba aferrado a dos almohadas, con los ojos cerrados de los que se desbordaba tristeza. Cada pequeña lágrima caía en patrones junto a sus palabras, sus mejillas estaban heladas y adornadas de marcas rojas. Se escuchó un golpe pequeño, desde la ventana que estaba al lado de su cama. Abrió los ojos con suavidad tratando de visualizar mejor, pero no había nada.

- Buu~

Abrió los ojos de golpe despegando su cuerpo de la cama con rapidez y se acercó a la ventana, Renjun en pijama de moomin, con una sonrisa y con los ojos marcados de sueño.

- ¿Qué pasa? - Mark se asomó preocupado.

- Tuve una pesadilla.

A veces "pesadilla" sonaba a "estoy huyendo".

- ¿Pero que pasó?... no importa, sube...

Renjun se sujetó de las manos de Mark y con ayuda subió entrado a la pieza, este al invadir el espacio se empujó contra el mayor abrazándolo. Pasaron unos minutos abrazados mientras el silencio los acogía en una armonía muy tranquila, se recostaron en la cama ya un poco más tranquilos.

Renjun dejándose abrazar por los delgados brazos del mayor se empujó a buscar calor entre ellos. Mark miraba detenidamente la ventana con la poca luz que esta proporcionaba, luego bajando la mirada a su acompañante que desprendía una brillante luz por su pálida piel, para el, el menor era realmente un ángel.
Sus ojos permanecían cerrados, su cabello alborotado le daba un tono más serio a su aspecto, sus labios eran pequeños y esculpidos, su cuerpo era delgado y frágil al tacto. Incluso sus cicatrices eran hermosas en el.

- Mark.

- Dime.

- ¿Estabas llorando?

Sólo alguien como el podría entender que algo pasó, Renjun era realmente difícil de engañar.

- Un poco.

- No te detengas, y sigue.

Hubo un largo silencio en el que Renjuan atinó a estirarse y abrazar más fuerte al otro, le dejo un beso pequeño en la frente, el momento retumbó a Mark quien sin notarlo dejó caer una que otra lágrima, estas bajaban lentamente mojando el cabello de Renjun. El menor se aferró a el dándole más confianza.

- Soy un inservible, una basura, nada está bien Renjun. Estoy cansado que a veces creo que quiero -

El menor lo miró serio, sabía que diría Mark.

- Esa no es la salida. Si la fuera, ¿Crees que yo estaría aquí?

- ¿Y qué puedo hacer?

- Sólo ven a mi cuando creas eso.

- Perdóname Ren, pero eso...

- Cuando yo te escuche... No, mientras yo exista, tu sirves.

Mark apretó suavemente sus brazos en el cuerpo de Renjun, buscó su mejilla y la besó. Renjun sonrió y extendió sus brazos para tomar las mejillas de Mark con cuidado.

- Duerme.

- Si me das un beso, dormiré.

- ¿Qué dices Mark Lee? - Renjun empezó a reír sin notarlo.

- Un beso o no duermo.

- Bueno- Renjun da media vuelta y finge dormirse -buenas noches.

- REN!

El menor se levanto y le dio un beso en la mejilla y volvió a su posición dando una sonrisa burlesca, Mark esperaba más, pero Renjun era demasiado idiota para notarlo. Aunque terminó sonriendo, olvidó sus problemas y todo por que Renjun, estaba ahí.  Se preguntaba como serían sus días sin Renjun, fuera de el, sin él.

Renjun dormía moviendo sus manos con nerviosismo y su respiración era rápida y lenta, el tenía pesadillas o quizás peleaba con el mismo. Empujaba, peleaba y arañaba su propio cuerpo.

- Basta...

Mark no dudo en amarrarlo a el, no podía hacerlo parar mientras lloraba desesperado de verlo tan destruido incluso soñando. ¿Por qué no a él?, le dolía más ver a Renjun sufrir y llorar.

- Ren... Hey- lo sacudió un poco y paso sus manos sobre una de sus mejillas, el abrió los ojos con cuidado- basta.

- Lo siento - el sonrió.

Mierda, por que sonríes.

Estas sufriendo.

- Sonríes como si tu vida no tuviera ningún defecto.

- Todos tenemos defectos, pero sonreír es un privilegio.

Mark sólo lo miró serio esperando leer sus muecas, algo que le indicará que no mentía, que Renjun estaba bien. Que no pasaría nada. Que no le pasaba nada a su mundo.

- Ah...

- ¿Qué?

- Enserio estás preocupado- Renjun miró serio y luego escondió su rostro en el pecho ajeno.

- Duerme...

- Mark.

- Dime.

- Entre todas las personas, Uno y dos, dos y uno, y tres es nosotros.

- Mejor duerme, ya estás delirando y haciéndome cosas capciosas.

Renjun rie y ve al mayor cerrar los ojos, ¿Como podría explicarle que no era algo al azar?

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Escribir esto me hizo rehacer mi amor por Renjun, basta.