BORN | MARKHYUCK ®✓

Born to breathe

Las sabanas blancas cubrían la escena melosa de ambos, Mark, despeinado fué por su ropa y con detenimiento se la puso mientras la sonrisa de su rostro se presentaba realmente brillante, sentía que volaba.

Volar es salir de algo, libertad o superación, en esos momentos Mark relacionaba el término "volar" con "amor".

Se detuvo a mirar las facciones del moreno, iluminando la punta de su nariz con el sol que entraba por los agujeros de la cortina blanca del lugar, sus largas y gruesas pestañas, sus pequeños y abultaditos labios y su caracteristica favorita: sus suaves mejillas.

¿Por qué Haechan era tan lindo?, se preguntó mientras dejaba un beso en su frente y se dirigía a la cafeteria por dos bebidas para ambos.

¿Le gustará un jugo?, ¿Un café?, ¿Acaso será bueno llevarle cereales de chocolate con algo de yogurth?

Hizo cola observando los grandes carteles de donde se podía ver las letras mezcladas y miles de imágenes de comida apetitosa, el rubio sacó su movil y busco rápidamente algo que Haechan pudiera comer en esos momentos.

-Vaya sorpresa.

Mark levantó la mirada observando al molesto primo de Yukhei,Na Jaemin.

-Vaya mala suerte.- Jaemin hizo un puchero confundido.- nada, permiso, debo comprar algo de comer.

-¿Estás visitando a alguien?

-Si, algo así.

-¿Lee Donghyuck?.- el rubio asiente- ya veo.

-¿Lo conoces?

Jaemin hizo una pausa y miro hacia otro lado ahora con una mirada algo seria, Mark siguió esperando una respuesta aunque luego giró a ver un grupo de doctores reunidos en una esquina discutiendo.

-Encontraron al paciente sin respiración hace minutos, todos andan hablando de el por el hospital.-Jaemin toma su bandeja de comida y se quita de la cola.- Creo que lo trasladarán y-

Mark dejó la bandeja gris a un lado y empezó a correr a una velocidad demasiado rápida, agitado rezaba que no hablaran de el, de otra persona... de otra que tuviera un nombre parecido. Resbalando llegó frente a la puerta de madera y la empujó despacio.

-Jovencito.

-¿Y Donghyuck?

-Tuvo problemas de respiración y lo llevamos a estabilizarse, tiene que trasladarse, tenemos poco equipo aquí y dudo que podamos salvar más.-Mark se tomó su cabeza con la mano izquierda.- Y debes ser fuerte.

-¿A qué se refiere?.

-Se avecinan momentos algo difíciles.

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Jeno y Lucas se encontraban fuera de la habitación del moreno mientras que Mark hablaba con sus padres y acordaba las horas de vuelo, ambos observaban al débil chico: ojeroso, despeinado, descuidado en su totalidad y con la mirada perdida.

Mark no había hablado estos dos días con el moreno.

Lo consumía y el no verlo lo destruía.

-¿A qué hora sale tu vuelo?.- Lucas se acercó después de que este colgó el movil.- ¿Seguro que no quieres que te acompañe?

-Puedo ir sólo, ¿Cómo está tu primo?

-Está procesándolo, creo que estará bien.

-Nunca creí que el y Renjun hayan sido buenos amigos.-Jeno asintió.

-Eramos mejores amigos de pequeños, pero Na fué internado en otro hospital, junto a Jisung.- suspiro bajito- creo que nunca diría esto pero, estoy feliz de saber que Renjun pudo reunirnos a todos de alguna forma.

Mark asintió mientras se perdía en sus recuerdos secos sobre Renjun y el, pero, automáticamente aparecía el moreno. Sus recuerdos con Renjun duraban cada dos minutos y Haechan aparecia cambiando eso por horas. Jeno se acercó a Jaemin mientras le extendía otro café.

Jaemin lloraba callado en su asiento, sorbía los mocos y se tomaba el café de un trago.

Renjun era el todo de muchos, incluso para ellos, pero ahora Mark tenía la mitad pudriendose.

La felicidad cobra mucho después de ofrecerse.

Haechan era esa felicidad fugáz que quizás nunca podría pagar la cantidad necesaria para mantenerlo, era como si atraparas una estrella y esta no pudiera mantener su brillo por mucho tiempo.

Las estrellas no son nada si el brillo no existe, se convierten en materia y explotan, y Renjun, y Haechan... y ellos eran estrellas.

-Mark, tu alma puede soportar el peso del dolor, si eres fuerte por el... si eres fuerte por el, todo estará bien.- Lucas le sonrió y lo abrazó mientras dejaba un beso en su frente.

El rubio asintió y se miró una vez más su reflejo en las ventanas cristalinas de la sala, se tomó el cabello y sonrió de lado.

-Creo que es hora de cambiar un poco.

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