El miraba sus pies con aburrimiento mientras escuchaba a Michael Jackson por una sus pequeños audífonos de cable blanco, esperando con ansia la comida de hoy. A su lado su pequeño acompañante que tenía el otro audífono, reposado en la mesa y tarareando Billy jean.
- ¿Por qué demoraste en venir hoy?
Donghyuck era una persona muy celosa, y con Renjun llegando tarde, era como provocar al mismo diablo. Pero desconocía de las actividades de Renjun, a veces hacía enfado a propósito para saber si el mayor era indiferente a el, o quizás tenía a alguien más. Pero el no lo iba a permitir.
- Pues, hoy estuve viendo el atardecer.
- ¿Con quién? - Renjun sonrió tomando su orden de hamburguesa y caminó ignorándolo - pero, hey Renjun¿CON QUIÉN ME ENGAÑAS?
- Ni siquiera estamos saliendo.
Donghyuck rodó los ojos y cogió su orden para luego tirarla en la mesa con un notable puchero. El menor amaba a su Hyung, y odiaba demasiado que este quizás tuviera a alguien más, porque para Donghyuck, la única persona que lo amaba, era él.
- Ya! no seas pesado y come.
- Me lastimas.
Renjun alzó una ceja y empezó a separar lo que había en su comida, la lechuga, el tomate, los pepinillos, mejor dicho todo lo sano. El menor aún reía ante estas acciones, estaba destapando toda la pobre hamburguesa.
Hace mucho tiempo conoció a Renjun cuando el se mudó al vecindario, escuchaba gritos de la casa de al lado, así que en uno de esos días en su aburrida vida callejera, decidió observar por la ventana de este solo por simple curiosidad.
La escena más horrible.
El chico que miraba de vez en cuando en ese restaurante, golpeado, un mayor tirándole comida a la boca como un perro. ¿Acaso había gente más miserable que él?
- Te amo Renjun Hyung.
- Somos de la misma edad, Hae.
- Pero eres mayor por más. Así que H-Y-U-N-G.
Renjun soltó esa risa contagiosa. La "risa sanadora" como lo llamaba el. Desde esa noche el tuvo más tranquilidad, saber que no es el único que sufre injusticias y que el dolor no es diferente. Le gustaba mirarlo comer, reír, hablar, y cada vez que podía, miraba por la ventana de su alcoba para comprobar que este estuviera dormido, no era obsesión así que eso era completamente normal.
En realidad tenía miedo de que el sea lastimado.
El estaba enfermo, era especial, y si nadie lo cuidaba, el lo haría. Por que el lo ama, y haría lo que sea por el.
- Te amo.
- Enserio que pasa hoy, siento que todos me aman sin explicación alguna.
Donghyuck sólo soltó una carcajada, no entendía a Ren a veces, algo que lo hacía reír. Pero tenía esa misma preocupación que el sujeto anterior (que claro, desconocía completamente). ¿Qué haría sin su Renjun?
Miró melancólicamente recordando cuando tuvo que curarlo en su pieza y este miraba al vacío con poca serenidad, tenía arañasos, cortadas, golpes grabes y heridas, tanto físicas como mentales. El supuso que Renjun, estaba loco por culpa de su familia.
Para Donghyuck, confiar en la familia es un asco.
- No estas comiendo. Y no nos iremos hasta que comas.
También adoraba que Renjun se comportara como su mayor, recibir órdenes, alabanzas y cumplidos. Era lo que adoraba de pasar el tiempo con su todo. El mozo empezó a cerrar la puerta, Renjun miró la hora e hizo una mueca.
- ¿Desde cuando tú ahora ves la hora?
- No quiero problemas con mis padres, así que volveremos antes de que lleguen.
- TE ACOMPAÑARÉ.
- Cuidado el te vea.
- ¿CON QUIÉN ME ENGAÑAS?
- Con mi cama genio, que rico volver.
Ambos rieron ante su mini teatro y Donghyuck se levantó de la mesa, sentándose al lado de su mayor y abrazándolo por la espalda, dejó un pequeño beso en su nuca y esperó que este terminara de comer.
- ¿Hoy no te han hecho nada verdad?
- No, hoy evadí a Maiko, papá no a venido a casa desde hace una semana.
- Deberían tratar de hablar o algo parecido, ¿Ya fuiste al doctor?
- Sabes que es inútil, y no, no fuí - el menor apretó su agarre- prometo ir mañana.
Donghyuck amaba abrazarlo, sentir a Renjun, su único mundo.
Jugaba con sus manos, repasando todas las cicatrices, habían nuevas, pero Renjun nunca diría por que el las tenia. Se excusaría de ataques falsos. Y Donghyuck, o Haechan (el apodo que Renjun le puso) sabía que todo eso, era para complacer los deseos de sus padres.
Odiaba que el no pudiera defenderse de su enfermedad.
- ¡Haechan!
- Te estoy escuchando, a la orden, que se le ofrece, que le demanda, que quiere.
- Te amo.
- ¿Debería tomarlo como un acepto?
Renjun negó divertido y Haechan besó su mejilla, pegaron sus cabezas riendo y miraron la hora una vez más.
A veces los momentos más felices duraban muy poco.
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:^) dios mío Renjuan.
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BORN | MARKHYUCK ®✓
Fiksi Penggemar-Nos iremos a algún lugar lejos, donde nacer como nosotros no sea malo. El autor no autoriza referencias o adaptaciones, derechos reservados a Evan© (@ilfinitoestetico_) ----- -10/05/18 #73 en Donghyuck. -19/05/18 #23 en Hyung. -31/05/18 #14 en Hyun...