Me levanté de la cama sigilosamente y me vestí en silencio, no quería que Valentin se despierte y hacer una incómoda despedida. Abandoné mi habitación y le dejé una notita diciéndole que gracias por todo pero tenía que irme. Dejé el edificio y caminé hasta la parada del colectivo, que para mi suerte no había nadie.
Saqué mi celular sin ganas de mi cartera, sabía que tenía que volver a la realidad después de una noche desconectada.
Los mensajes y las preguntas de donde carajos me había metido eran infinitas. Bufé. Mis ganas de volver a mi departamento eran nulas, pero tenía que enfrentarme a eso.
El colectivo llegó más rápido de lo que esperé y a las 11:46 me encontraba entrando a mi departamento. Dejé la cartera en el sillón y alguien carraspeó su garganta. Me di media vuelta y Sofia me miraba con cara de orto y los brazos cruzados.
Bufé.—No tengo ganas de pelear, Sofia, al menos no ahora —dije cansada.
—¿Quién te pensas que sos? —atacó levantando un poco su tono de voz.
—Sofia...
—¡No, Zoe! En serio te estoy hablando, flaca siempre lo mismo, todo el tiempo llamando la atención —habló enojada—. Claro, la señorita desaparece y toooodos tienen que andar atrás de ella, mientras está cogiendo como una PUTA —gritó.
—¡No flashes Sofia! —levanté mi tono de voz, empezaba a irritarme—. ¿Qué carajos te pasa imbecil? Si te peleas con tu novio no es cosa mía.
—¡Si es cosa tuya, que sos una puta que le calentas la pija! —respondió enojada.
La miré extrañada y Khea entró al living. Este pibe ya estaba instalado acá.
—¿Qué está flashando? —pregunté fulminándolo con la mirada.
—¡Decile lo que me dijiste en pedo el otro día! ¡Deciselo, dale! —gritó Sofia totalmente sacada de sus casillas.
Ivo se quedó en silencio, parecía como en estado de shock. Estaba saturada de todo.
—¡Habla flaco! —lo apuré.
Él no respondía, sólo se quedó ahí mirándonos.
—¡Está enamorado de vos, Zoe! —Sofia habló por su novio y ahora la que estaba estética era yo.
Khea cruzó el living y abandonó la casa, así, sin decir nada. Mi amiga corrió detrás de él y pude escuchar los gritos en el pasillo.
Mierda, mierda, mierda, mierda y más mierda. Mucha mierda. Nada de esto estaba bien. Absolutamente nada.
Fui a mi habitación y me tiré en la cama, mi cabeza daba mil vueltas, no podía parar de analizar todas las situaciones.
Joaquín
Valentin
Mi pelea con Dam
¡¿Khea enamorado de mi?!
Sofía enojadaLas cosas se fueron a la mierda mucho más rápido de lo que yo pensaba.