Mansión

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Se subieron al auto con mucha naturalidad. Por su parte Chloé mostraba seguridad, nada de timidez, solo que estaba demasiado cansada como para poder hablar o entablar una conversación, Adrien quien estaba mirando por la ventana el reflejo de Chloé, se preguntaba ¿Cómo podia ella tener esa inmensa belleza?, aunque el maquillaje ya había perdido un poco su efecto, aún sin el, lucía bella.

-¿Adrien? -habló, dirigiendo su mirada a él.

-Dime, Chloé.

-¿Puedo recostarme en tu hombro?, es que muy incomodo esta parte de la silla y no me puedo acomodar bien-pidió.

-Claro.

Rápidamente Chloé se recorrió al lugar a donde estaba Adrien, que sólo era sentarse en el sillón de en medio que estaba vacío. Se recostó en su hombro por impulso, pues estaba muy extenuante de tanto bailar. Con su mano derecha abrazó a Adrien como si fuera su peluche "abrasitos", el que solía abrazar en momentos de soledad, solo su peluche sabía lo que en realidad pasaba la rubia.

Un leve sonrojo se presentó en las mejillas del rubio, por la acción que acaba de tomar la rubia. Con una de sus manos empezó a acariciar el cabello cedoso que tenía. Recordaba las pocas veces en las que jugaban a tocarse el cabello, ella lo solía hacer cuando él estaba triste. Por un momento desvío la mirada observando las luces de la ciudad, parecían pequeñas gotas de cristal de diferentes colores. El sonido de la radio le daba un toque familiar a la escena, ya que parecía más una película de las antiguas.

-Me mentiste-susurró Chloé aferrándose más al cuello de Adrien.

-¿Eh? -lo sacó de imprevisto, no sabía como reaccionar, para empezar ¿De quién estaba hablando?. Su subconsciente le decía que estaba hablando de él, ya que antes de que perdiera la memoria Chloé, a su alter-ego le había contado todo, o eso pensaba.

-Adrien-Habló mientras abría los ojos, faltaban unos pocos metros para llegar, así que se acomodó nuevamente en el lugar donde estaba. Con la espalda recta empezó a hablar.

-Dime la verdad.

Se estremeció, sabía de lo que hablaba.

-¿Eh?-dijo de improvisto.

-¿Te divertiste? -mostró una cara de felicidad.

-Si, supongo -soltó un suspiro de susto, por un momento pensó de que Chloe había recuperado la memoria, aun no estaba preparado para eso.

-¿Cómo que supones? -reclamó -es que hoy te comportaste raro-mostró un leve sonrojo.

-Aaahhhh! Es que me emocioné tanto que no tuve control sobre mis movimientos.

-Me pregunto - miró a través de la ventana cambiando de tema-¿Qué hubiera pasado si no hubiese perdido la memoria?, ¿todo seguiría igual?.

La vió fugazmente-creeme, aunque no hubieras perdido la memoria, yo seguiría siendo el mismo, no me importaría lo que dijeran los demás de ti o de mi-mentira. Si fuese así ¿porque no la defendiste anteriormente cuando ella te necesitaba?

-Que lindo Adrien, al parecer ya llegamos-vió como se abría el portón de su casa. Entraron a la mansión sin ninguna dificultad. Bajaron en frente de la puerta que daba acceso al lugar antes mencionado.

Adrien agarró de la espalda a Chloé y luego con la otra mano sostuvo sus piernas.

-O.. Oye ¿Qué haces? -dijo antes de que Adrien la cargara.

-Es demasiado tarde para que camines, a parte bailaste demasiado, tus pies ya han de estar agotados.

-¿Insinúas que no soporto nada? -se ofendió por lo dicho.

-No, lo que quiero decir es que a las reinas se les ofrece servicios como este.

-Ajam-carraspeó-y yo me chupo el dedo.

-¿No crees que estás muy grandesita para eso?.

-No- empezó a caminar Adrien. -Oye, ya bajáme, estoy pesada.

-¿Pesada?-preguntó irónicamente-pesas como 40 kilos.

-Bueno si te caes no va a ser mi problema-desvío la mirada junto con unos cachetes inflados.

-Si no mal recuerdo, antes te gustaba que te cargará, hasta te balanceabas sobre mí.

-Eso era antes, ahora me da un poco de vergüenza-se apoyó un poco más a su pecho.

-Pues a la Chloé que yo conozco nunca le daba pena-abrió la puerta de su cuarto, una vez adentro caminó hacia donde estaba su cama y recostó ahí.

-Este... ¿Tienes una ropa que me prestes?-se rascó la espalda-es que ya me está incomodando esta ropa-hizo un gesto de sonrisa.

-Claro-caminó unos pocos metros hacia donde estaba su armario. Abrió los primeros cajones y agarró una playera junto con un short.-Ten, creo que esto te quedará bien-se lo aventó.

Atrapó la ropa-Gracias, y ¿donde está el baño?.

-Unos metros más adelante de aquí, todo derecho.

-Creo que ya lo ví-gracias, tomó la dirección que le había dado y se dirijo hacia ello. Segundos después ya estaba toda cambiada-wow, al parecer alguien me ganó-vio a Adrien acostado, con otra ropa puesta, más bien con su pijama.

-Soy rápido-chasqueo los dientes.

-Bueno, buenas noches-se acostó a lado de él.

Nunca Fue Así [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora