Nunca Fue Así [EDITANDO]

Razona

De camino hacia al salón, se escucharon unos sollozos cerca de las escaleras, al parecer era Rose. No pudo contener su curiosidad y se acercó un poco hacia ella.

-Odio cuando las personas lloran, el maquillaje se les arruina y se hace un desastre tu cara-bufó después de haberle dado un pañuelo para que se secara.

-OH, Gracias Chloé-se sorprendió-pe.. pe...pero-quizo terminar de decir la palabra pero no podía, ya que el solo recordarlo le hizo llorar-es que... perdí la pulsera que Jule me había regalado y... -desató su llanto.

-Agh, por eso odio a las personas despistadas-dijo con fastidio.

-Lo sé, soy una chica muy tonta.

-No dije que fueras eso, pero también no debes llorar por algo que fue tu culpa, en vez de estar llorando deberías de estar buscando ese objeto con las misma felicidad que te lo regaló Juleka, al menos que te halla regalado algo con lágrimas en sus ojos-lanzó su cabello a un lado en pose de diva.

-Muchas gracias Chloé, eres la mejor-la abrazó fuertemente por un largo tiempo.

-Si si-intentó separarse del abrazo, ya que a ella no le agradaban mucho los abrazos.-Te aseguro que vas a encontrar tu regalo, pero nada se soluciona a lágrimas.

Se fue dejando un aire de confianza, Chloé podía ser amable pero a su manera, ¿Quién dice que es amable el que muestra una sonrisa?, los débiles, eso lo tenía muy claro Chloé, y eso es lo que la fastidia; las debilidades de todas las personas. Agh, más la de Marinette.

Llegó al salón, ni había pasado un segundo y todos ya la estaban viendo, en un instante Nino quiso acercarse para hacerle una pregunta pero Chloé ya se había adelantado en responder.

-Aquellos que tienen la mirada fija en mí, si, recobré la memoria, si es que esa es su pregunta, por que sería muy fastidioso responder la misma pregunta-hizo una cara de disgusto-bueno, que tengan un lindo día.

Caminó hacia donde estaba su lugar y tomó asiento, dejó caer un suspiro pesado ya que las personas empezaron a murmurar a sus espaldas, era ¿en serio?. ¿Es que no le pueden decir las cosas en su cara?, hipócritas, desde que tiene memoria, Chloé siempre ha odiado a las personas hipócritas, por eso no le importaba decir lo que sentía si eso significaba dañar a su contrincante, vale, lo hacía porque tenía envidia pero tampoco era hipócrita. Rodó los ojos. Minutos después apareció Sabrina.

-Que bueno que llegas Sabrina, tenía dudas en esta tarea que dejó la maestra la otra vez, y necesito que me expliques, ¿Siiii?.

-Claro que si Chló, sabes que solo debes de decírmelo.

-Siempre has sido una fiel amiga, perdón por que siempre estas absorbiendo mis problemas-le da un apretón en la mano, como si para Chloé fuera un abrazo. Sabrina ya sabía que significaba esa señal, siempre supo lo difícil que la pasaba, aunque... Ella también está arrepentida por lo que casi estaba por hacer. Y por lo que... Sacudió la cabeza por lo terrible que era pensamiento, sabía que no era ideal ocultarselo pero como su mejor amiga y su guardaespaldas la debe de proteger, aunque eso signifique ocultarle la verdad.

-Sabes que siempre estaré ahí para ti-le correspondió al apretón de manos.

-Sabrina-llamó una voz masculina, con un tono algo melifluo.

-Dime, Adrien-le provocó un sabor agrio en su boca, con tan solo escuchar su voz le dolía la cabeza. Pero aún así respondió ducelmente

-¿Me puedes dejar a solas con Chloé? -comentó, no quería dejar sola a la rubia, sabía el problema que tenía el rubio, pero si la acompañaba las cosas irían de mal a peor.

-Si Adrien, pero no tardes-con esto dicho se levantó alejándose poco a poco hasta perderse de la vista de la rubia.

-Al grano Agreste-rodó los ojos.

-Sabes que es lo que quiero Chloé-se sentó a lado de ella.

-Ya sabes mi respuesta, no le veo la insistencia-sacó su libreta de la mochila haciendo unos apuntes.

-Mírame a los ojos Chloé, es de mala educación no ver a los ojos con la persona con quien estas hablando.

-Para mi no eres una persona.

Sacó de su bolso el celular, después de poner click a la persona con quien quería contactar se lo colocó a lado de su oído.

-Si, señor Borguous, quería hablar con usted de algo importante-vio de soslayo a Chloé-Mire es sobre su hija... - se cortó la llamada después de que le arrebataran el celular.

-Esta bien, a las 5 te veo en mi casa, allá te diré los requisitos necesarios para que te perdone.

-Te falta una cosa-forzó que lo mirara.

-Por favor.

-Eso quería saber, sañorita Chloé.

-No sabes lo mucho que te odio-masculló

-Tus ojos no dicen lo mismo—se largo con su misma aura positiva, hipócrita, y pensar lo malo que podía ser Adrien para conseguir lo quería. Agh, típico de los Agreste.

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-Si señor Agreste, todo va de acuerdo al plan-colgó al ver que se acercaba una persona.

-No es necesario que imites conmigo-la agarró de la barbilla.

-Solo haz tu parte Félix. Y... Evita ponerle más gasolina al fuego-se retiró dejando un aura frío.

-jajaja, lo que digas-río cínicamente.

-Es una advertencia, no es para que te estés riendo, te pido por favor más seriedad.

-¿Siempre tienes que ser tan aguafiestas?.

-Me gusta tomarme en serio mi trabajo.

-Ya lo noté-Se retiró, dirigiéndose a su auto.

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-Que bueno que ya regresaste Sab-apoyó sus codos sobre la mesa, inflando sus cachetes.-¿Por qué te fuiste?, agh, ya no lo soporto-pasó su mano en toda la cara. Con frustración.

-Pero... Si tu y Adrien son amigos, ¿no?

-Ja, ya quisiera, eso es lo que menos quiero, por favor Sab, ya no lo quiero escuchar ni ver, tocar, nada, ah, borralo de mis contactos.

-¿Estás segura?, te conozco Chloé, no te lo recomiendo.

—Ya dije, él es un veneno para mí.

—Ok—Agarró la tablet de su amiga, abrió contactos y seleccionó el contacto del rubio, se aseguró de que la rubia no la viera, ya que, en vez de borrarlo lo bloqueó.—Ya está listo, ten.

—Gracias, eres la mejor—sólo se acató a darle un abrazo fugaz—pero sabes que no me agradan los sentimientos algo empalagosos, tu sabes de lo que hablo.

—No nací ayer, Chlo.

—Me conoces hasta la parte más desconocida de mí, por eso te mereces que vengas a la cena, será a las 7 pm, no llegues tarde, odio la impuntualidad.

—Si, ahí estaré.

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A petición de ustedes seguiré la historia y la terminaré.

Gracias por su apoyo!!!!