El amor nos hace estúpidos. El amor nos hace crecer. El amor nos hace ver. El amor nos hace ciegos.
Yo caí en ese mismo juego, el juego que no puedo darle fin. Mis sentimientos por Adrien no es algo fácil de eliminar, quiero pensar que no me ve cuando lo veo discretamente, pero su mirada me dice que ya sabe la verdad.
Ayer recibí una visita inesperada de su parte, con él le acompañaba una ensalada de milanesa de pollo. Me sirvió, y cada cierto tiempo me miraba y se reía. Es fácil distinguir que tiene algo en mente. En su mirada no puede ocultar la felicidad.
– Deja de reír —dictamine, después de dar su endecima carcajada.
—¿Te pongo nerviosa? ¿Quieres saber lo que estoy pensando? O... — me miró atentamente — ¿Lo que estoy planeando con esta cena? — con sus ojos apuntó el platillo ya servido. El de ambos.
— Tu objetivo es que yo caiga ante tus supuestos encantos, pero — sus ojos estaban a 5 cm de los míos — pero...
— Te escucho, ¿Que decías de mis encantos? — dobló ambas manos posandolo entre la V de su cara
En este momento como quisiera que mi alocado corazón se detuviera, como quisiera que lo vea con odio, asquedad y frialdad. Así, como en la manera en que lo pienso.
— Eres un idiota, no voy a caer nuevamente. Si, me está costando superarte—declaré—pero no dudo que con el tiempo te odie, cada día veré un defecto tuyo, tus ojos, tu boca, tu sinceridad, tu amabilidad, tus pequeños lunares—enlisté cada una de las cosas que me volvían loca por él—tus ojos... Tu mirada... Tus labios... — su respiración era igual de caliente como la mía. Sus labios cerca de los míos. ¿Porque si estuve esperando mucho por esto, ahora ya no lo quiero? — No lo hagas, por favor. Te lo pido. No lo hagas.
Cerré mis ojos, no quería verlo. ¿Se habrá detenido? ¿Los abro? ¿Me alejo? ¿Me acerco? La curiosidad acrecienta a medida que mis ojos permanecen cerrados.
¿Es normal sentir húmedos mis labios? ¿Será mi sudor?
Pib Pib Pib
¿Que es ese ruido?
Pib Pib Pib
¡NO PUEDE SER! ¡YA ES TARDE!
Rayos, el calor está canijo. Paso mi mano sobre mi boca medio babosa y medio sudada. ¿Que pasa conmigo?
Por la distracción que tengo, me apuro a vestirme y salir directo donde está la limosna. Subo y me voy sin haber desayunado.
En el transcurso del viaje, forzo a mi mente a recordar lo que soñé. Hay fragmentos de un hombre que me hace sentir nerviosa y frenética. Pero no doy al tiro.
Cabello rubio, ojos..., voz inmadura....
Me rindo, no doy con mis recuerdos. A pesar de que mi memoria regresó, siento que ya no retengo lo mismo que antes. Lo más seguro que han de ser secuelas del accidente, o, al menos que sean las hormonas de la adolescencia, lo que sería lo más irónico.
Antes de poder sacar mi celular sentí una fuerza arrasadora tomándome de mi braso derecho. Volaba por los aires y por instinto me apegué a la persona que me tomó sin consentimiento.
Alcé la mirada, para visualizar su cara. Tenía que denunciarlo.
Chat Noir se mostraba molesto, su agarre y su mirada lo expresaban. Esperen, me levanté prácticamente normal el día de hoy, como para causar un problema.
— No hice nada — le dije antes de que me regañara. Con esa cara que tenía, no iba a soportar las sandeces que me diría, así que me defendí de una buena vez.
— No hiciste nada malo... — me bajo a un callejón algo viejo, angosto y de muy mal olor — por ahora.
— Como si fuera a causar un problema — bastante he tenido en la semana con las exigencias de Adrien para "recuperarme"
— Estás en graves problemas. Escucha — tomo de mis hombros y me acercó su cara más de lo habitual. — No te muevas de este lugar y no le hagas caso a nadie a menos que sea yo. Solo yo puedo recogerte. ¿Entendido?.
— No, porque no eres nadie para mandarme— para empezar ni sé en primera instancia porque estoy aquí. Segundo, necesito más que una buena explicación.
— Solo no te muevas de aquí. ¿Si?
— Si...
Su mirada redobló mi actitud altiva. Jamás me había pedido algo de esa manera. Ahora que lo veo con más detenimiento, algo lo tiene preocupado y alterado. Algo que tiene que ver conmigo y por eso quiere protegerme.
Antes de que diera un salto para atender lo que tuviera que atender, tiré de su mano y lo abracé.
— No tardes, ¿si? .
Se fue.
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— La abeja ya está en el panal, repito, la abeja ya está en el panal.
— Nunca podré desconfiar de ti señorita Lila.
— Estoy para lo que necesite señor Agreste.
Para obtener el poder de los miraculous, se necesita más sentimientos impuros. Una bomba que haga estallar a Chloe.
La señorita Bourgeois, no es nada más que una bomba de sentimientos, guarda cada uno de aquellas motitas en su impuro corazón, lo cual, la mente lo interpreta como amor, lo cual, no es para nada certero esa afirmación.
Sólo rellenaba un corazón con muchos agujeros.
La manipulaban sin que ella se diera cuenta de ello. Presa fácil para los villanos.
¿Necesitaba la aprobación de alguien para ser amada? En cierto contexto si. Si no tenía "sentimientos" en su interior, al menos el ego era lo único que conservaba.
- Crearé el akuma más poderoso jamás visto -
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Nunca Fue Así [EDITANDO]
Fiksi PenggemarChloe Borguous es la hija del alcalde de Paris, pero ¿Cómo es ella verdaderamente?. Créditos de portada: SamanthaJasick