03.

127 27 9
                                    

Saqué la basura dejándola cerca del basurero de los vecinos antes de dirigirme a la Universidad, no tenía ningún problema con aquellos tipos que vivían al lado de mi casa en cuanto a dejar mi basura de su lado. Bueno, por el momento no he recibido quejas de ellos, así que no me preocupo  y  me voy a la escuela restando importancia a mi conciencia que grita ¡Eres un flojo por dejar tu basura ahí! bueno, no me importa.

El autobús cómo siempre tan puntual  a las 6:00 de la mañana, al fin tengo la dicha de sonreír con orgullo ¡Llegaré temprano por primera vez  a ese maldito lugar! y cómo estaba de muy buen humor hasta le di un apretón de manos al chófer que me miró extrañado en cuanto le entregué el dinero, pues sonriendo me dirigí hasta los últimos asientos sin contar con que Hoseok ya tenía un lugar apartado exclusivamente para mí.

  —¡Yoongie por aquí!

Alzó la mano y gritó tan fuerte que los pocos pasajeros que estaban, lo miraron por un segundo y de ahí clavaron su mirada fulminante en mí cómo si yo hubiera sido el culpable de que los despertaran de su ensoñación que traían todavía.

En silencio llegué hasta donde se encontraba sentado ansiosamente aquel chico de sonrisa tan brillante -más brillante que mi futuro- y tenía aquel aspecto tan... raro que ahora comenzaba a inquietarme.

Me senté sin dirigirle palabra alguna, coloqué la mochila en mi regazo y miré al frente, hacia el camino diario que se aventaba el autobús pero específicamente no le ponía tanta atención pues mi mente estaba en otro mundo.

  —¿Qué le pasa a nuestro Yoongi hoy? Dime por favor que si escribiste en la cartulina la información que te mandé ayer.

Volteé a verlo con cara de angustia.

 —En serio ¿Lo tenía que escribir?

Pregunté cómo si realmente no lo había hecho, Hoseok pasó de una expresión de felicidad a una de sorpresa y se llevó una mano a la boca con los ojos casi saliendose de sus órbitas.

 —¡Me estás gastando la peor broma del año! ¡No lo puedo creer! Yoongi...

Soltó un alarido y se llevó sus manos a la cara, cubriendo su rostro y se inclinó hacia atrás de golpe, chilló y pataleó cómo un niño pequeño.

Entonces me reí de su expresión, se veía tan tonto haciendo esas caras porque me gustaba tanto hacerlo perder la cabeza.

  —Tú realmente no conoces mi humor, ¡y así te haces llamar mi amigo! 

Le solté burlonamente observándolo atentamente, esperando a que hubiera una reacción de repele de parte de Hoseok.

  —Ya pero, ¿entonces si hiciste el trabajo?

Bajó sus manos y ahora miraba a la ventana, su actitud había cambiado y drástica mente, no lo entendía casi siempre hacíamos ese tipo de bromas y  terminaban en risas escandalosas.

¿Qué sucedió?

Ignoré que no me había seguido el juego y solté una carcajada para después callarme de golpe, lo observé atentamente.

  —No.

 —¿Qué?

  —Que no lo hice, hablo en serio.

Soltó un suspiro, me encogí hasta hacerme como una bola.

 —Contigo ni se puede confiar— Soltó otro suspiro angustiado— ¿Traes la cartulina por lo menos, verdad?

  —Sí, pero está ligeramente arrugada.

 —¿Por qué?

Esbocé una sonrisa cómo si hubiera sido un inocente en esto, realmente Hoseok no estaba bromeando.

  —Es que, me dormí encima de él.

Comenzó a empujarme bruscamente con su hombro, fruncí el ceño sin entender que rayos me quería decir.

 —Fuera, no te quiero en mí asiento.

Refunfuñé y le devolví el empujón realmente se estaba comportando muy raro hoy.

  —Oye, no es para tanto mira lo copio bien rápido y...

 —¡No MIN! ¡TU NO ENTIENDES!

Gritó sin razón alguna, su comportamiento en estos momentos no era normal como siempre lo demostraba, parecía más histérico y enojado.

  —Okey puedo entender que estés enojado por ello, puedes enojarte conmigo cuanto quieras pero te juro que lo haré rápido vamos, aprobaremos te lo aseguro.

Hoseok pasó su mirada a la ventana, viendo las casas pasar rápido, sus ojos ahora eran tristes sin una pizca de alegría, se cruzó de brazos y se acomodó más al asiento.

 —Vete.

  —¿Quieres que realmente me vaya de mi asiento? Comprendes que tengo que mover mis pobres piernas que están temblando de frio hasta otro asien...

 —Vete, déjame por primera vez en paz.

  No quería moverme, me daba una inmensa flojera tener que cambiarme de asiento aunque también me preocupaba el cambio de ánimo de Hoseok.

 —Bien— Solté cómo un quejido— Me hablas cuando se te haya pasado el Andrés.

No captó mi sarcasmo, me ignoró por completo y entonces comprendí que realmente estaba enojado conmigo y era en serio.

  Me levanté de aquel lugar, dirigiéndome hasta el asiento de hasta atrás que desde en un principio quería sentarme ahí.

¿Qué carajos tenía Hoseok?

¿Tanto era su enojo porque no hice el material para la exposición?

Más vale que haya sido por eso, no quiero llegar a otra conclusión que se está formando en mi cabeza.

No, no quiero.

<<No quiero volver a escuchar de tus labios aquella palabra, por favor, me duele que utilices el "amigos" porque yo no te veo cómo uno.>>

  —¿No lo entiendes Hoseok? somos amigos y sólo eso. 

F R I E N D S » YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora