21

50 6 2
                                    

Hoseok está escribiendo...

Hoseok: ¡BUENOS DÍAS SEÑORITO DORMILÓN!

Hoseok: HOY TENEMOS CAMINATA A LAS OCHO DE LA MAÑANA QUE NO SE TE OLVIDEEEEEE

Yo: Ho, es Sábado.

Hoseok: Ya lo sé pero recuerda que prometiste no abandonarme. Tenemos que caminar hasta la casa de Jin.

Yo: Uhm... mañana sin falta.

Yo: Ahora déjame dormir.

Hoseok: PERO YOONGI 

Hoseok: NO ME HAGAS IR A TU HABITACIÓN A DESPERTARTE.

Yo: ¿Qué? 

Yo: Oye el internet no está funcionando bien, no me llegan tus mensajes. ADIÓS, HASTA MAÑANA.

Yoongi se ha desconectado.

Tengo flojera.

Dejo el celular abajo de la cama porque soy perezoso para ponerlo en la mesa que tengo enfrente y me acomodo nuevamente entre las sábanas para dormir otro poquito más.

Alguien toca mi puerta. Genial vinieron a molestarme en mi día de descanso, mi úNICO día de descanso. Por lo que ignoro a quién esté al otro lado de la puerta que me venga a molestar más tarde.

—YOONGI

¿YoonJi? No me jodas son las ocho de la mañana no quiero que me rompas los huevos ahora mismo.

—OYE YOONGI, TU AMIGO EL DE SONRISA COLGATE ESTÁ ESPERÁNDOTE EN LA SALA.

—Dile que se vaya, tengo tos y mucha fiebre como para atenderlo.

Fingí que me estaba muriendo, haciendo el intento de una tos seca pero más parecido a cuando un gallo quiere volver a cantar.  YoonJi no se lo creyó y soltó una carcajada al otro lado de la puerta.

—Oh pobrecito, nuestro Yoongi está enfermo. ¿Quieres que tu amiguito venga a hacerte cariñitos?

Por dios YoonJi no le estés echando más leña al fuego que te voy a dar un zape ahora mismo.

—¿Qué acabo de escuchar?

Era la voz de Hoseok que subía las escaleras hasta llegar a la puerta de mi cuarto, de manera inquisitiva, escondí mi rostro en las sábanas. Y nuevamente, aquel golpe en la puerta pero ésta vez mi amigo el pelirrojo no me iba a dejar hasta que le abriera.

—Yoon, ¿Te encuentras bien?

No respondí.

Tal vez si no hago ruido me dejen en paz de una maldita vez por tod...

—No te preocupes, niño sonriente. Tengo la llave de la habitación de mi hermano.

YoonJi te detesto.

Me puse las pantuflas y estiré los brazos por un momento, de ahí me alisté con lo que fuera más cómodo para salir en las mañanas sin dejar lo importante: los tenis.

Abrí la puerta antes de que la sabandija de mi hermana se le ocurriera meter aquella llave en la habitación, lo que menos quería era a Hoseok ahí.

—Ya estoy... listo.

Solté un ligero bostezo y sin mirar a ninguno de los dos presentes, bajo las escaleras hasta la sala.

—Vale, vale. Te juro que será la mejor caminata que tendremos.

Mi amigo bajó rápidamente con esa agilidad en las piernas, siempre era bueno para las carreras atléticas; llegó hacia mí con aquella sonrisa tan reluciente y dulce, sus ojos parecían traspasar mi alma. Esquivé su mirada.

—Hoseok, sólo vamos rápido que ya quiero regresar a desayunar.

Y tomó mi mano, no es como que no lo haya hecho antes pero ésta vez su tacto con mi mano fue suave e indiferente...y después comenzó a sudar lo cual es un gran EW de mi parte.

—No te dejaré solo, Yoon.
—Ok, Bro. Puedes soltarme la mano que está sudando asquerosamente.

Él rió.

—No puedo evitarlo, sentir tu tacto me hace estremecer cada parte de mi ser y me siento relativamente feliz.

Solté su mano y abrí la puerta.




Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 20, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

F R I E N D S » YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora