F R I E N D S » Yoonseok

20

–Vamos, dime algo.

Taehyung tenía las mangas del suéter dobladas y miraba con atención al chico que tenía enfrente más este dio un sorbo a su café sin decir absolutamente nada.

–Yoongi me estás estresando.

–Espera– Y el castaño le dio un golpe en la pierna– ¡Auch! Oye por tu culpa estuve a punto de atragantarme con la bebida.

–Mira enano, tienes la maldita costumbre de dejarme siempre con la intriga y sabes bien que odio que lo hagas así que o lo sueltas o te golpeo en la cara.

Dejó el café a un lado.

–Escucha– Tuvo un momento de silencio, pensando que iba a decir– Hoseok me invitó a una cita y no como "amigos".

Taehyung dio un salto de la alegría y juraba que en cualquier minuto besaría el suelo por tan milagrosa noticia.

–Pero Hoseok a mí no me gusta y te cité porque quiero que me ayudes a rechazarlo definitivamente para que no siga insistiendo.

–¡POR UN CARAJO, MIN YOONGI!

De una emoción cambió a otra radicalmente aquel chico de pelo castaño pues golpeó la mesa con sus dos puños y lo miró con odio.

–Si hay algo que tenga que agregar es...

–NO, CÁLLATE.

Y Yoongi se encogió de hombros.

–Déjame analizar bien lo que me estás pidiendo– El chico de cabello rubio volteó los ojos y tomó más de su café, Taehyung quería golpearlo por una buena razón– ¿Quieres romper el corazón de Hoseok así sin más?

–O sea no es como que no lo haya hecho antes, Kim.

–¿Te estás oyendo sin vergüenza? Mi papel desde un principio fue que tu amigo terminara a tu lado y fueran novios ya sabes que sucede...

El pelirrubio arqueó una ceja.

–Ajá no nací ayer, Taehyung. Sé perfectamente lo que estás diciendo, pero ve al grano.

–Mi respuesta es no, imbécil.

–¿No qué?

–No acepto ayudarte con eso.

–¿No?

–NO. ENE O, NO.

Así fue como Yoongi se levantó de la mesa y comenzó a ponerse la mochila que había dejado en el suelo, sin decir una sola palabra.

–¿A dónde crees que vas?

Taehyung lo miraba atentamente en cada uno de sus movimientos.

–A la Universidad.

–¿Así sin más me vas a dejar?

–Oh ¿Puedes pagar mi café? Se me olvidó mi billetera en la casa y sólo traigo para mi pasaje.

–MIN YOONGI.

–Adiós.

Taehyung pateó la silla.

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–Nos toca en equipo.

La chica de suéter amarillo hacía presencia una vez más frente a Yoongi que sin siquiera dirigirse a él directamente ya sabía que le haría una mueca.

–Me parece genial que seamos compañeros, ya no aguanto a la otra parte del grupo.

Era Daehyun, un muchacho que trabajaba de medio tiempo en el Starbucks frente a la Universidad y por lo que sabía Yoongi ése chico llegaba siempre tarde.

–Ok suficiente, me cambio de equipo.

El pelirrubio se levantó de su asiento, pero una voz femenina lo hizo detenerse.

–No me digas, ¿Acaso vas a querer ir con tu novio Hoseok?

Era ella nuevamente y por supuesto, su comentario fuera de lugar.

–Pero si eres un payaso andante. Obvio me cambio porque no soporto tu cara.

–Pues vete cambiando de aula porque siempre veras mi maldita cara durante la carrera.

–¿A ti te dejó tu novio o por qué tan agresiva? Es un cambio de equipo no es nada del otro mundo si quiero cambiarme es mi problema que a ti te valga un carajo.

No se habían dado cuenta, pero casi todo el grupo los estaba observando en su discusión para nada discreta. Daehyun movió su silla lejos de ellos dos, sabía que en cualquier momento se agarrarían los pelos.

Yoongi no quería otra pelea con esa chica, porque ni siquiera la odiaba era solo el simple hecho de querer discutir con alguien en cualquier momento, pero ella sí que estaba convirtiéndose en un león pues su mirada cambió a una de odio. ¿Era un buen momento para alejarse de ahí? Por supuesto, pero no deseaba moverse. Quería ver de que era capaz aquella chica más baja que él.

–Pues entonces lárgate, ya no quiero verte. Como si mucho me importara que haces.

–¿Quieres que te traiga un circo para que dejes de actuar como una payasa?

–Ahórrate tus comentarios, ya vete.

–Bien.

–Bien.

Se quedaron en silencio durante unos segundos mirándose fijamente hasta que ella cortó la acción y bajó la cabeza para seguir con lo suyo. Yoongi se encogió de hombros y soltó una pequeña risa antes de dirigirse al profesor.

Oh no.

–Joven Min.

–Señor Park.

–No soy casado así que prefiero que me llamen maestro Jimin. ¿En qué puedo ayudarle?

–Maes...

Maldita sea, con él me llevé la materia de Física y ahora estoy en su clase de Química avanzada. No, me quiero suicidar.

–Nada.

–¿Nada?

–Ya no necesito su ayuda.

Se regresó a su banca.

–¿Cuándo comenzamos a repartirnos el trabajo?

Y ella se burló de Yoongi.

–Tú eres el circo andante aquí.

–Cállate, no estoy pidiendo tu opinión.

Y le arrancó la hoja que les había entregado el maestro antes. Qué difícil ¿Por qué escogió esa carrera?

Sabía la respuesta, pero ahora se arrepentía de haberlo hecho por esa razón.

La razón era Hoseok.