10.

89 17 0
                                    


Las piernas me dolían por haber corrido rápido ¿La razón? Se me había hecho tarde para llegar a la Uni, de hecho primera clase y vaya que antes de que llegara le había hecho la bronca al vecino que tenía al lado, nada fuera de lo común lo mismo de la basura pero eso no importaba ahora.

Ya había atravesado la entrada a la Universidad y aun así ni haciendo magia llegaba al salón, demasiado tarde pues mis suposiciones fueron ciertas, la puerta estaba cerrada ya y el profesor estaba dando la clase, no quería tocar sería la peor de las vergüenzas que existen en el mundo. Nuevamente chequé la hora y sí ya no me dejaría pasar por más que le rogara al viejito no lo convencería.

Suspiré derrotado, no sabía en donde escabullirme todo estaba en completo silencio por los pasillos nada fuera de lo común sin embargo era raro para mí, temprano y perderse la clase no es lo mío. No obstante antes de ir hasta la cafetería me encontré con una silueta familiar, de hecho últimamente todas las personas que veo se me hacen familiares tal vez acabe siendo más social de lo que esperaba, ugh.

UGH.

— ¿Te molesto con que me digas si el anciano ya llegó?

De hecho vuestra presencia ya es una molestia absoluta.

—Ya.

Respondí sin ganas.

— ¿Ya qué?

—Ya llegó.

Dije antes de darme la vuelta y seguir mi camino, la verdad es que esa tipa no me caía del todo bien con tan solo verla no me aseguraba nada bueno, pero tampoco es importante en mi vida así que...

— ¿Te molesta también si te pregunto cómo estuvo tu mañana?

— ¿Te molesta si te digo que me dejes en paz? —No le di tiempo de que respondiera pues yo mismo le hice ese gran favor de auto responderme— ¡Ah! Claro no te molesta, ahora vete por ahí.

—Es raro como es que nos conocimos, por dios, hasta vamos en la misma clase por lo menos presentémonos como personas normales lo harían.

No le respondí, doblé en la esquina ignorando su llamado pues justo en ese instante se me ocurrió ir a arreglar un asunto que desde la madrugada me traía inquietante. De hecho indignado, porque todo para mí era inquietante desde que entre en la Uni.

Saqué de mi bolsillo la carta arrugada, busqué a mi objetivo por si andaba en aquellos pasillos, ¡Que buena suerte tengo el día de hoy! Uy si súper feliz con abrazarle y darle unas cuantas palmadas en su espalda sí, me encanta la idea.

— ¡MENUDO IDIOTA!

Le grité al castaño acercándome de manera sorpresiva, le tiré la carta en su cara y después le di un puñetazo en el estómago. Enojado era poco lo que experimentaba en aquel instante, su expresión pasó de dolor a una de satisfacción, el muy maldito ya esperaba verme en ese estado y vaya que lo estaba disfrutando.

— ¿El idiota no serías tú? Mira en que momento vienes a reclamarme.

— ¿Tú realmente estás mal de la cabeza verdad? Ni aunque me amenaces con no darme la carta, no voy a acceder. ¿Jungkook? De que vas, a ese tipo ni lo toco.

Taehyung formó una media sonrisa, me tomó del brazo tratando de arrastrarme hasta quien sabe dónde pero la verdad es que no me moví, a él ni a nadie le daba el permiso de manipularme si quería decirme algo que lo dijera aquí mismo.

—Ya suéltalo, no lograras que me mueva.

El castaño movió la cabeza a varios lados, tal vez checando de que nadie más lo escuchara y después de unos minutos lo soltó, algo... algo tonto.

—Mira, ya has de saber a estas alturas que Hoseok te quiere más que a un amigo y que tú lo despojaste como una cosa cualquiera, pues antes me agradaba la idea de emparejarte forzosamente con él. Pero las cosas han cambiado ahora...

—El tonto se ha enamorado de mi amigo... pff dime que no estás siendo cliché, Taehyung.

Él me fulminó con la mirada.

—Estoy siendo honesto, no quiero que después te sorprendas que estaré a donde sea que vaya Hoseok.

Bueno ese sí que sería un gran problema y posiblemente una pelea entre los dos, Hoseok ha sido mi mejor amigo desde la infancia, me ha acompañado en momentos difíciles como yo a él, no pienso permitir que Taehyung me lo arrebate de la noche a la mañana. Todos los planes que solamente hacemos Hoseok y yo...nuestros planes.

—Mira, por mí si quieres cortejar a Hoseok no hay ni un problema puedes hacer lo que te plazca. Lo único que no te toleraré será que planes que yo haga solamente con Hoseok vengas tú porque si intentas interrumpir nuestro momento de mejores amigos tendrás serios problemas, lo digo de verdad.

— ¿Entonces no te importa que lo invite a salir éste fin de semana?

— ¿Por qué me debería de importar? ¿Soy su madre o qué?

—No, nada más decía.

Jugó con sus manos un instante mientras una sonrisa cuadrada socarrona se dibujaba en la comisura de sus labios al parecer estaba planeando algo sumamente estúpido que nadie se lo pasaría por alto.

—Aun así, no pienso entregarte la carta hasta que salgas con Jungkook.

Fruncí el ceño y le di una última mirada asesina antes de tomar el pesado maletero. No le quise contestar, era evidente que hiciera lo que hiciera con Jungkook nunca me metería es más ni aunque me pagaran millones de dólares no saldría con Jeon.

De aquí va el ¿Por qué mi odio hacia este chico?

Hirió de la manera más cruel los sentimientos de mi hermana, estuvo jugando con el corazón de ella casi 3 meses, Yoonji no lo entendía si ella trataba de ayudarlo y apoyarlo en lo que se le presentara, uno que otro regalo, lo invitaba a salir para que al final el muy imbécil la cortara el día de mi cumpleaños.

Mi hermana no me habló durante 1 semana, estaba confundido ¿Qué le había hecho?

¿No comprar nieve cada fin de semana? ¿Acompañarla a la parada del autobús?

Pero ahora lo entendí.

—Oye pálido.

Chasqueó los dedos y en un instante regresé a la realidad, Hoseok estaba a mi lado me miraba extrañado no obstante le hice señas con el rostro alzando una ceja le di a entender que es lo que deseaba en ese instante.

—¿Algo malo ha sucedido en tu casa?

—No ¿Por qué lo preguntas?

—No llegaste al primer módulo te estuve reservando un lugar desde muy temprano y quería mostrarte un nuevo rap que compuse a eso de pasadas las 2 de la madrugada.

Sorprendido en lo último, exclamé lo suficientemente en alto su nombre, estaba emocionado ya que después de 2 años de que abandonara su sueño de ser rapero lo había estado apoyando a que regresara nuevamente al mundo del hip hop. Al parecer mis suplicas han sido escuchadas.

—Vale te la enseño después de clases porque adivina que va después del primer módulo.

Traté de pensar detalladamente a lo que trataba de llegar pero no obstante, otra idea más aterradora se cruzó por mi mente.

— ¿Examen?

—No, es modulo libre y significa que conocerás a mis amigos.

Me tomó del brazo sin darme antes una opción para salir corriendo de aquella situación, sus manos me apresaron fuertemente y como un niño pequeño me llevó afuera del campus dando saltos una que otra vez y no pude evitar chocar mirada con el joven pelinegro que a unos escasos metros se encontraba fumando con cigarro en mano, luego al verme lo tiró y pateó rápidamente. Le enseñé el dedo de en medio antes de que desapareciera de su vista en cámara lenta.

F R I E N D S » YoonseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora