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2 de noviembre de 2008
Aún no olvidó esa noche Max.
Veniste por mi, tal y como lo prometiste. Tenías una camioneta preciosa. Fuiste todo un caballero y me abriste la puerta. Al llegar a la fiesta, me dejaste sola, era lógico, tu eras el anfitrión. Pero volviste un tiempo después, invitandome a bailar. ¡Y me dejaste sin palabras! Ahí, en esa pista de baile, mi cuerpo hizo fricción con el tuyo, mi mente empezó a divagar, queriendo besar esos labios rosas. Perderme en esos ojos avellanas y que no me encuentren nunca. Me miraste, sonreiste y te alejaste. Te alejaste dejandome con mi corazón latiendo demasiado duro. Max, algún dia me causaras un paró cardíaco.

Atte:
Grace.

Enamorandome Del Café. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora