Enamorandome Del Café.

30: Final.

20 de abril de 2020.
He aquí. Después de diez años te encuentro.
Leerte después de tanto tiempo ha sido reconfortante, me ha hecho enamorarme otra vez.
He de mentir si digo que soy infeliz en estos momentos, porqué sin duda alguna soy el hombre más felíz sobre la fas de la tierra.
Han pasado diez años. Diez años en los que no me he arrepentido de nada.
Grace, sigue siendo esa maravillosa y hermosa mujer con la que me case.
Sigue enamorandome día a día con sus ocurrencias y sus mimos. No hay día en que no desee llegar a casa y verla otra vez.
Sin duda alguna, también ha sido una excelente madre. Si, he escrito lo correcto.
Grace me ha hecho padre de dos maravillosas niñas y un excelente hijo.
Laila, la mayor, tiene todos los rasgos de su madre. Es una copia en diminuto de ella, y la amo como a nadie.
Logan, el de en medio, es un excelente niño a punto de cumplir los ocho años. Le encanta la pintura, y se la pasa pintando en su habitación. Que por cierto, no quedan nada mal dichas pinturas. El es la viva imagen del padre de Grace.
Y por último esta Lia, mi princesa de tres años. Ella es idéntica a mi, con sus pequeños ojos cafes que me miran con amor cuando estoy cerca.
Estoy tan agradecido de la vida. Tengo amor, una familia,un buen empleo y una maravillosa esposa a mi lado. No necesito nada más.

-- ¿Que haces, papi? -- Pregunta Laila a mi lado.

-- Escribo algo para tu madre. -- Digo cerrando el pequeño cuaderno.

-- ¿Tu amas a mamá? -- Pregunta mirandome con una sonrisa.

-- La amo tanto como los amo a ustedes. -- su sonrisa se hancha, y la atraigo en un abrazo.

No es mucho el tiempo que pasa, antes de que Logan llegue gritando que también quiere un abrazo.

-- ¿Por qué hay tanto revuelo? -- Dice Grace con una dormida Lia en sus brazos, mientras entra a la.habitación.

-- Momento en família --Respondo sentandola en mi rezago.

Así es como quiero pasar el resto de mis días. Con ella, con mis hijos y con esta vida.
Nunca me arrepentire de haber entrado aquella tarde a esa pequeña cafetería.
Porqué aprendí a amar.
Amar algo tan simple como un "Hola"
Amar a alguien que para mi era hermosa.
Me enseño a saber que es enamorarse.
Sin duda alguna me enamoré del café.
Del café que pedía cada tarde.
Del café de sus ojos.
Y sin miedo alguno, puedo admitir que sigo enamorandome del café.