Capítulo Cuatro - West Highland White Terrier. (✔)

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— ¡Sorry! —Le grité a un conductor con el cual casi choco. —Voy atrasada. —Sonó nuevamente mi celular, sabía que era Carolina la que llamaba, sólo ella era la única que había dejado quince llamadas perdidas antes de que saliera de casa. — ¡Ya voy a llegar! —Le grité al celular mientras aún conducía como loca hacia el aeropuerto. Después de casi media hora llegué al aeropuerto ¡Maldito tráfico de mierda! Por el primer mensaje que me dejó mientras me bañaba sabía que se encontraba en el segundo piso sección tres, caminé o más bien corrí hasta donde ella se encontraba, trataba de no chocar con las personas que se encontraban circulando por los pasillos, pero me fue imposible, el aeropuerto estaba repleto. Al llegar a la sección tres, comencé a mirar como loca por todas partes no encontré a Carolina ¿Dónde está?

—Pensé que no llegarías. —Esa voz, la reconocí.

—Se dice "Hola". —Dije en español mientras la abrazaba. — ¿Por qué tuviste un retraso en el vuelo? —Saqué tema de conversación para que no me molestara por llegar tarde. — ¿Te tocó hacer escala o qué?

—Buscando, me encontré con que tenía que hacer escala más eso y el mal tiempo hubo un retraso en mi vuelo.

— ¿Dónde estabas? ¿Cómo te ha ido en Berlín?

—Pues el idioma se me dificultó, no sé absolutamente nada en alemán, por suerte el inglés se me da en forma fluida y estaba en el baño, demoraste media hora en llegar, y eso que tú casa quedar cerca de este aeropuerto. —Comenzamos a caminar hasta el parqueadero, Carolina llevaba una maleta con rueda, mientras yo llevaba otra ¿Por qué tantas cosas? Sólo sería un solo mes, ni que se fuera a quedar a vivir aquí. —Sabes, cuando llegué a Alemania por primera vez no pude evitar el pensar en Eric Zimmerman.

¡Pídeme lo que quieras! —Gritamos como locas al mismo tiempo. Varias personas nos quedaron mirando, pero no les prestamos atención. —Siempre amaré esos libros. —Preferimos hablar en español, para que pocas personas sepan de las estupideces que hablábamos.

—Cambiando de tema... ¿Cómo te ha ido en tu vida? —Pagué el boleto en el parqueadero. — ¿Qué auto tienes? —Preguntó justo cuando habíamos llegado a la sección donde mi auto. —Ese es tu auto... ¿No es el que...? —No terminó lo que iba a decir así que subimos al auto y comencé a manejar para llegar a casa.

—Pues, me ha ido bien. —Dije sin ganas de querer seguir con el tema.

Sabía que Carolina me estaba mirando de forma seria, decidí manejar y prestar atención al tráfico ¿Acaso era hora pico? —No voy a seguir preguntando, pero espero que sepas y seas consiente de lo que posiblemente vaya a pasar este mes en tú casa. —Advirtió haciendo énfasis en "TÚ".

—Eso lo sé, pero eso ya pasó, no me va a afectar. —Dije seria, aunque muy en el fondo de mi corazón sabía que no era cierto, ¿Qué pasaría si las chicas se enteraban que tenía sexo ocasional con chicos que hoy en día ni sabía sus nombres? Bueno, eso es algo lo cual no deben de enterarse, creen que tengo una rutina en el cual mi trabajo ocupada todo mi tiempo... pero soy mujer y tengo necesidades y una de ellas es la lujuria.

—Cariño, ambas sabemos que es mentira. —Dijo mientras se acomodaba en el asiento para quedar frente a mí. —El año pasado no pasaste el mes por lo que podría pasar... todos nos preocupamos por ti, aunque te lo habíamos dicho ya habías tomado la decisión de NO ir. —Alzó la voz cuando dijo NO.

—Tenía viaje con la empresa y lo saben. —Era cierto, aunque en realidad no quería ir al viaje de trabajo, no me sentía preparada para afrontar la realidad.

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