Le agradezco a mis mejores amigas "Mi Mafia"que
siempre están conmigo a mi lado después de todo.
Gracias a mi pez que se ha aferrado a mi vida, y que siempre seré
su "Pequeña Saltamontes Samurái Mata Pasiones", D.D.P.A.
A mis padres que me ayudaron...
—Vamos pequeña, sabes que te apoyo en todo... pero no crees que esto es algo, ¿Arriesgado? ¿Raro? ¿Confuso? ¿Extremista? ¿Extraño? A otros ojos quedarás mal y sé que lo sabes. —No eran las palabras que esperaba escuchar.
—Lo sé, y estoy consciente de ello, pero todo quedará en secreto, sólo tú, las chicas y tal vez When sabrán la verdad, sabrán que soy yo la que escribe todo eso, y de que no todo lo que publique será por experiencia mía. —Quería más apoyo de su parte.
— ¿No "TODO" lo que publiques? —Dijo en tono cortante. —Vaya que tienes mucha experiencia entonces. —Dijo en forma irónica.
—Si... pues, no todo. —Las cosas tomaron otro rumbo. —Tengo pensado tomar ideas, tal vez preguntar, y lo que se me ocurra... sí es que tengo experiencia lo publicaré. — ¡UN FILTRO! Definitivamente necesitaba un filtro al hablar.
—Me alegra de que sigas adelante y quería que supieras... —Esas palabras... —Que estás loca. —Justo en lo mata pasiones pensé.
—Eso debiste de haberlo sabido después de que te hablé en la fiesta de Thamara como si nada, después de la vaciada que te unos días antes. —Y después de ahí hubo más momentos mata pasiones.
—Sí, eso lo sé... —Hubo un silencio incomodo al otro lado del celular. — ¿En serio quieres hacer un blog sexual? Sé que eres sádica, pervertida, acosadora, depravada e incluso, mucho más que eso. —No pude evitar sonrojarme.
—Y hasta más papi. —Lo escuché reír al otro lado del teléfono. —Pero de querer mucho, así, como al chocolate, la Nutella, el maní, el algodón de azúcar, la Coca-Cola, como hasta la misma hamburguesa... pues no tanto, digamos que sería un pasatiempo.
—Tú y tus pasatiempos. —Durante todo el tiempo que nos llevábamos conociendo había tenido diferentes pasatiempos, cada uno más raro y loco que el anterior, pero de seguro este era el más loco de todos. —Pero si quieres hacer un blog sexual, no te detendré. —Su tono de voz cambió, ahora sonó más a resignación, sabía que no estaba a gusto con la idea de hacer el blog, pero sentía una necesidad de decirle.
¡Cuidado y te hernias! pensé. —Gracias. — ¿De qué más hablaríamos? Ahora que lo pienso, fue algo estúpido llamarlo para decirle la locura que tenía pensado hacer, aunque también él debería saber; claro de la experiencia que tuve escribiría una que otra que tuve con él y era mejor que el supiera de mí. —Bueno, espero y estés bien.
—Gracias, y... ¿Cómo está Pez? — ¡Sacó tema de conversación!
—Está bien, ya está adiestrado, realmente fue un duelo el que no hiciera sus necesidades dentro de la casa, sabe hacer algunos trucos... —Una voz femenina lo llamó. —Creo que es mejor que cuelgue. —Si existía una mujer masoquista, de seguro, yo ganaría el primer puesto, le ganaría a la protagonista de la saga After. *Nótese que no he leído esa saga, pero sí sé de qué va.
—Está bien. —Y sin decir más, colgó. Vaya, sí que es directo al grano pensé.
Pez comenzó a ladrar frente a la puerta, busqué un abrigo y unas botas, sabía que quería salir a hacer sus necesidades. — ¿Dónde está el Pececito? Ven y te pongo el collar para que puedas evacuar. —Durante el tiempo que le llevó a Pez expulsar "Todo su amor", hice un gran esfuerzo en no caer al suelo producido por el sueño que tenía. Después de algunos minutos, entramos a la casa y me dispuse a dormir.
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