capitulo 9

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“¿Es hora? ¿Cómo que es hora? ¡¡Dios!! ¿Acaso perdí? No lo puedo creer…y… dijo mi nombre… ¿por qué dijo mi nombre? Seguramente, es otra forma de manipularme, el muy cretino. ¡¡Espera!! ¿Qué clasificación obtuve? ¿No habré reprobado, verdad? ¡Me estoy preocupando por mi nota cuando estoy a punto de…No lo puedo creer. ¡Tengo que hacer algo!”

Para el momento en que _______ decidió deshacerse de la mano de Justin ambos dos ya habían ingresado a la Sala Común y él la sostenía en un apretado abrazo.

- ¡No! ¿Qué me saque? ¿Reprobé?- el rubio rió por la preocupación de la castaña y ella le sacó la lengua en respuesta.

- Eso ahora no importa. Lo que debe preocuparte o, mejor dicho, en lo que debes ocuparte es en la tarea de esta noche- susurró sensualmente al oído de la chica logrando que ella se mordiera el labio para contener el deseo de hacerle lo mismo al cuello que tenía enfrente.

- ¡No! Lo que importa es que estoy siendo forzada a hacer algo que no quiero- Justin se distanció lo estrictamente suficiente para poder mirarla a los ojos.

- ¿Con que estás siendo forzada? ¿Cómo?- inquirió él e inmediatamente la empujó contra el revés del retrato de entrada y en menos del tiempo disponible para que ella se quejara había usurpado las piernas de la Premio Anual para colocarlas alrededor de su cadera y desajustado su corbata mientras la obligaba a permanecer inmóvil entre su propio cuerpo y la pared.

- ¡¡¡jUSTIN!!!- reprendió ella en estado de shock, realizando vanas tentativas de distanciarlo con sus manos sobre el pecho del chico.

- ¿Qué?- Justin alzó una ceja con una mueca en el rostro que intentaba infructuosamente simular inocencia- Esto ni siquiera es lo más sucio que hemos hecho. Yo sólo estoy cumpliendo tu deseo de ser sometida.

-¡No digas tonterías! ¡¡Yo no quiero eso!!- _________ se indignó con la sola mentalización de aquella posibilidad.

- ¿A no? Entonces, ¿prefieres algo así?- con eso y haciendo caso omiso de los intentos de su compañera por zafarse de esa posición, humedeció el cuello cetrino con besos mariposas que comenzaron en la mandíbula y descendieron hasta al comienzo de los pechos que se asomaban por el escote de la camisa.

- ¡¡****!!- maldijo ella sin poder resistirse a intensificar la presión de sus piernas en el cuerpo del rubio y manotear su cara para atraerla a un beso hambriento. 

Una vez que se separaron para poder respirar, ella posó sus pies devuelta en el suelo pero el rubio fue incapaz de esperar más así que la alzó de manera tal que pudiera cargarla horizontalmente en sus brazos mientras ella se aferraba a la nuca del chico a medida que escondía su rostro en el cuello blanquecino.

“Esto es ridículo.” Pensó ________. “Se parece a esas escenas que relatan en los cuentos de hadas cuando el héroe carga a la protagonista en sus brazos, no obstante, aquí hay una pequeña variación: yo me quedé con el hombre malvado de la historia.”

Entraron a la habitación de Justin y, en el recorrido hacia la cama, la castaña trató de disminuir los potentes latidos de su corazón examinando por encima del hombro del chico al dormitorio iluminado con la tenue luz del anochecer. Los colores que dominaban al lugar eran el verde y el negro, con algunos detalles en plateado. Por supuesto que ella ya lo había supuesto pero el no ver fotos o retratos de algún tipo le extrañó bastante. Con el contacto del colchón debajo de su espalda cualquier pensamiento que no fuera destinado al chico acostado sobre ella desapareció.

Justin comenzó a desabrocharle la camisa y en segundos estaba concentrado en acariciar sus senos mientras ella revolvía el cabello rubio. Luego bajó el cierre de la falda y la fue removiendo con sus ojos fijos en la castaña quién le devolvía la mirada. Las pupilas mieles destellaban seriedad pero eran contrastados por la infaltable sonrisa maliciosa. En cambio, en la expresión de ________ sólo se apreciaba una mezcla de ansiedad e incertidumbre que el chico encontró adorable. Antes de volver a besarla se deshizo de su camisa y pantalón frente a una mujer completamente inerte, quién se repetía en su cabeza una y otra vez que no daba crédito a lo que estaba viviendo.

Es un placer de ser tu esclava.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora