Capitulo 5

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¿Cómo se atrevía a rechazarlo de esa forma? Y en pleno acto. ¡Por Dios! ¿Era de piedra la condenada? Vamos, se trataba de él. Debería agradecerle por siquiera insinuar que él mismo le enseñaría lo bueno de la vida, pero no…ella va y lo arroja al suelo. Efectivamente, tuvo que terminar solo, pues era eso o una larga ducha fría pero no le apetecía enfermarse. “¡Maldita Nerd! ¡Pagarás _________!”

- Justin, ¿qué es lo que tanto miras en la mesa De la perdedora?

- No te importa, Ryan.- contestó el rubio sin despegar sus ojos de una castaña.

- Puede ser, pero por la cara que llevas debes estar planeando algo y no creo que sea nada exactamente bueno. Sería divertido un poco de acción…

- La acción es para mí solo, así que ni lo sugieras.

- ¿Hay una chica de por medio?

El Premio Anual asintió con la cabeza.

- ¡Vaya! ¿Una Nerd, eh? Bueno, al menos no es otra hueca. ¿Quién es?

- No te importa.

- ¡Buen día, cariño!- saludó una bonita rubia ojiazul al tiempo que se sentaba junto al blondo depositando un beso en su mejilla que él limpió con su mano. Vannesa frunció el ceño.- ¡Cuánto afecto!- satirizó.

- Justin está concentrado en otra cosa, o mejor dicho en otra mujer.- informó con sorna el moreno.

- ¿Ya no te intereso?- la chica pasó su mano por el pelo de el, pero éste se distanció rápidamente provocando la risa de Somers. 

El rubio miró a Vannesa de arriba abajo manifestando en su expresión toda la repulsión y el rechazo que ella le infundía. Luego, volvió a contemplar a __________ quién miraba su plato de desayuno con los ojos perdidos.

- Bueno, si no me quieres contar quién es ella está bien, pero me dirás qué tal después ¿verdad? Nunca me acosté con una Inteligente. Ya va siendo hora.

- No sé si te lo contaré esta vez. Es divertimiento propio…

- ¡¿Cómo qué esta vez?! ¡¿Le has contado lo nuestro, Justin?!

- ¡Por favor! A nadie le hace falta escuchar eso. Todos lo sabemos por experiencia.

- ¡Jódete!

- Con gusto, ¿me acompañas?

Hubo un silencio de unos diez segundos antes de que la rubia decidiera su respuesta:

- Ok, tenemos veinte minutos antes de Historia.

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“¡¿Cómo pude haberme dejado llevar?! ¿Desde cuándo le hago caso a mis hormonas, eh? ¡¡Por un ·%&$*!! Es Justin Bieber. Mismo él dijo que lo único que buscaba era perturbarme. Debo haber enloquecido… ¡Tengo que ganar la apuesta si o sí! Aunque…”

__________ cerró los ojos y sus pensamientos volaron sin rumbo calculado hasta recordar lo que Justin le había hecho en el mismo sillón donde estaba acostada.

La boca succionaba la piel de su cuello cetrino queriendo imprimir una marca en ella mientras que unos dedos se hundían entre sus piernas recorriendo un camino ascendente por sus muslos internos y otros aprisionaban su seno en la totalidad de una mano. Los labios que anteriormente lisonjeaban su cuello descendieron hasta hallar al seno abandonado para lamer al tieso pezón con la lengua que la provocaba a arquear su espalda y así darle a Justin mayor acceso. Sus gemidos cedían al igual que sus propias manos sobre la musculatura del chico.

La castaña se retorció levemente en el sofá siendo estimulada por la memoria de las sensaciones causadas por aquellas caricias incendiarias. ¿Quién creería que el encontrara tanto placer en agasajar a una mujer? Siempre había imaginado que él se acostaba boca arriba y dejaba hacerse. Claro que ella no pensaba de esa forma en Justin, al menos no antes… 

- ¡Maldición! Tengo que dejar de pensar en ese imbécil.

Se estiró una vez más. Extendió piernas y brazos intentando liberar su cabeza de esas imágenes, con lo cual su falda y camisa resbalaron hacia arriba revelando muslos y abdomen.

- Si sigues haciendo eso, no respondo de mí.

________ se incorporó rápidamente, asustada por la voz del Premio Anual. Estaba parado cerca del sillón, con un favorecido panorama de la chica. 

- ¿No…no deberías estar en el entrenamiento?- balbuceó nerviosa.

- Esta lloviendo, así que lo cancelé. Además, prefería estudiar.- esbozó una sonrisa maligna que indicó la motivación de su estudio. 

- No puedo creer que le pongas tanto empeño a esto.

- ¿Te has visto al espejo últimamente?

- ¿Qué?- preguntó tontamente mientras sus cachetes cobraban un rosado excesivo.

- Digo, ¿quién se hubiera imaginado que dentro de la traga-libros compulsiva podría haber semejante cuerpo? Y eso que he visto muchos, creéme.

- ¡Joder! ¡¿Puedes dejar de ser tan engreído?!

- No, _______. Así soy, supéralo.

- Mejor ve a estudiar ¿quieres?

- Claro, pero lo extraño es que no te he visto con un libro en la mano todavía. Muy extraño realmente, o será que quieres…

- No sigas, Justin. 

- Ok, ok, me voy. No te distraigas mucho pensando en mí y estudia un poco. Aunque no creo que te sirva de nada.

Finalmente, entró a su cuarto y dejó a la castaña maldiciendo por lo bajo pero ésta pronto se acordó de que le había prometido a Steph ir a su cuarto. Seguramente le contaría sus nuevos avances con Mike. Resolvió olvidarse de todo el fastidioso asunto de la apuesta y se encaminó hacia el edificio de mujeres. Eventualmente, tampoco tocó un libro ese día.

Es un placer de ser tu esclava.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora