«18»

622 26 19
                                    

Capítulo 18 {Hipotéticamente}

-Súbela..

-Ya está hasta arriba Matthew

-No-gritó-..está en tercera y acabas de aumentar la velocidad

-¿Y eso que tiene que ver?

-Súbela a cuar..

No terminó de hablar, cuando el auto se sacudió, pisé con fuerza el freno y nuestros cuerpos se fueron hacia adelante. De no ser por el cinturón habríamos acabado estampados contra el vidrio.

Matthew se la había pasado la última hora paseando por la ciudad. Enseñándome como ir el línea recta, como rebasar un auto, dijo que sólo se puede hacer por la izquierda.

Unas cuantas veces me gritaba que debía aprender cual era el acelerador y cual el freno, ya que unas veces en vez de frenar pisaba el acelerador y una que otra vez estuvimos a punto de estrellatos contra otro auto. Y Matthew siempre decía cosas como:

"-Ten cuidado Jamie, no estas conduciendo un bocho"

"Jamie te recuerdo que el auto es mío"

"Estabas a punto de deberme dinero por la abolladura y la pintura"

Lo cual sólo me hacia sentirme más nerviosa, pero el parecía no notarlo y continuaba diciéndome que debía hacer. Extrañamente me di cuenta que aprendía rápido. Pues lo único que aún no podía dominar era cambiar de una velocidad a otra, pues no sabía en que momento exactamente se debía hacer, y por supuesto a estacionarme en reversa.

-Jamie- dijo Matthew después de sobar su pecho a causa del cinturón de seguridad- esto no es tan difícil.

De la nada, un recuerdo invadió mi mente, recordando así, mi sueño de mi y Baruch en la camioneta.

Estoy segura que debe ser una señal para no conducir jamás, pensé en ese momento aún con las manos en el volante.

-Jamie-habló Matthew sacudiendo mi hombro-..¿estas bien?

No me había percatado de que mi vista parecía perdida hacia adelante, y mi pecho subía y bajaba, junto con una respiración agitada.

Sacudí mi cabeza un par de veces volteé mi cabeza al lado derecho.

-Si, lo estoy- cerré los ojos con fuerza para volver en mi, para no sentir miedo. Sólo había sido un sueño. Matthew me hizo volver a abrir los ojos. Había puesto una mano sobre la mía, deslizando sus dedos por encima hasta encontrarse con los míos. Su mano era más grande que la mía, pues mis dedos apenas llegaban a la primera parte donde se dobla el dedo. Exactamente en los nudillos de los dedos.

Sentía que me desintegraba y el parecía no importarle. Alcé mi vista hacia él y me di cuenta que no me estaba viendo a mi, sino a nuestras manos. Parecía muy interesado en ella, como si tratara de encontrar alguna clase de tesoro escondido y sólo estuviera inspeccionando cada centímetro de mi blanca piel.

No podía ser posible. ¿Lo era?. ¿Podía ser posible que con tan sólo haber tocado mi mano sintiera una explosión en el rostro? ¿Cosquillas en el estómago? Y por supuesto, no querer que me soltara nunca.

No, apenas lo conocía y esto no podía ir tan rápido. No podía sentir tantas cosas por el tan rápido. No.

Quité mi mano del volante y la puse sobre la palanca de velocidades. Matthew la dejo sobre el volante un par de segundos más y luego la movió hacia su regazo.

-Yo...de..debería volver a casa-dije tratando de no sonar incomoda.

-Bien, conduce-respondió bastante tranquilo.

El ViolinistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora