LUNES:

El despertador del móvil suena y no le di importancia pero cada vez el sonido era más alto y tuve que despertarme a desactivar la alarma no quería despertar a mi madre.

Me baño y me visto con un chándal y una sudadera que me queda grandísima. Antes de irme le dejo una nota encima de su mesita de noche:

"Mamá ya me voy a trabajar, después me cuentas si has encontrado ya local.

Te quiero."

salgo de la habitación y voy a recepción y ahí estaba el recepcionista de ayer.

-Buenos días, vaya que madrugador- dijo con una sonrisa, no sé como se puede estar así de contento a las 5:00 a.m.

-Buenos días, es que tengo que ir a trabajar- dije también sonriendo.

En ese momento llega Angel con la misma gorra y gafas de ayer.

-¿Otra vez con eso puesto?-dije con cara de decepción.

-Si no nos podemos arriesgar a que te vean, venga ahora ponte esto y sube al coche-

Obedecí y me subí al coche. Tardamos casi 2 horas en llegar a el estudio ya que había mucho tráfico.

-Bien ya llegó el modelo, chicos a sus puestos- dijo un hombre al entrar yo, supongo que será el director de la sesión de fotos de hoy- Hola soy el director de la sesión de fotos de hoy me llamo Javier-

-Hola me llamo Adam-

-Bien Adam vamos a pasarte a la sala de maquillaje y peluquería ¿nervioso?- dijo Javier con una sonrisa.

-Un poco- dije también sonriendo.

Me llevaron a una sala bastante grande, en fila estaban los chicos de peluquería y maquillaje.

-Bien Adam te presento estos son Marisa, Claudia, Jorge, Manu, Sergio e Iris, ellos te van a preparar- dijo Javier que enseguida se fue a preparar los focos.

-Hola chicos soy Adam- dije sonriendo.

-Hola- hablaron todos a la vez.

-Bueno soy Marisa yo te voy a maquillar siéntate aquí- me señalo una silla fui y me senté.

Marisa me cae bien es muy divertida y graciosa.

-Bueno y ¿eres de aquí Marisa?- le pregunté.

-No hables ahora vale te estoy poniendo unos polvos para dar color a tu piel, no soy de aquí soy de España, hice un curso de cosmética y conseguí trabajo aquí- dijo ella mientras me ponía esos polvos.

-Oye ¿que te parece si después de la sesión de fotos vamos a tomarnos algo?- le pregunté.

-Claro si es que no salimos muy tarde, bueno ya estás listo mírate estás guapísimo-dijo ella sonriendo.

Había notado la diferencia tenía la piel más morena que antes.

-Vaya impresionante se te da bien esto- le dije yo.

-Gracias- dijo sonrojándose- ahora vienen los demás a peinarte-

Estuve hasta 2 horas en peluquería. Después fui a vestuario a ponerme la ropa, primero era la ropa interior me la puse y fui hacia el panel blanco rodeado de cámaras.

De repente vino una chica con un tipo de aceite para que se me marcara el abdomen y me diera brillo a el cuerpo.

-Bien Adam ya estás listo, vamos a empezar- Dijo Javier- Ponte en el medio y pon cara seria mirando hacia la nada- hago lo que me indica- muy bien me gusta, lo haces genial-

Estuve así un buen rato cambiando de pose cada dos por tres y haciendo lo que me indicaban hasta que llegó la hora del almuerzo.

-Chico te veo mucho futuro en esto sigue así- me dijo Javier.

Angel venía hacia mi con una sonrisa en la cara.

-Eres el mejor cliente que he tenido en mi vida lo haces estupendamente, los directores están muy contentos contigo- me dijo Angel sonriendo.

-Que bien- dije emocionado.

-Venga no te quiero distraer vete a almorzar-

Voy a almorzar pero alguien me llama por detrás, era Marisa:

-Toma ponte este albornoz que vas casi en pelotas- Dijo Marisa riéndose, ma había olvidado de que iba en calzoncillos.

-Gracias-

Fui con Marisa a almorzar en el camerino, estamos comiendo una ensalada riquísima. De repente me suena el móvil, es Alan:

"Te echo muchísimo de menos"

Le conteste muy seco:
"Ahora no puedo hablar estoy trabajando"

Dejo el móvil en la mesa del camerino y miro a Marisa:

-¿Que pasó?- preguntó ella.

-Nada un ex que se acostó con mi ex mejor amiga y ahora está todo los días pendiente de mi- le confesé.

-Lo sabía, eres gay- dijo ella.

Me rio al ver su cara de triunfadora.

Continué con la sesión de fotos hasta las 5:00 p.m. después me fui con Marisa a comernos un helado, obviamente con la gorra y las gafas puestas.

Un día agotador pero al menos estaba cumpliendo mi sueño.

El amor no es para siempre... o si Donde viven las historias. Descúbrelo ahora