Abro los ojos poco a poco, noto un peso encima mío, Bruno me está aplastando.

-Bruno, bruno- lo intento despertar pero no da resultados. Me muevo bruscamente para ver si despierta. Oigo como suelta un gruñido y cambia de posición dejándome libre.

Voy a la cocina ya mi madre estaba desayunando.

-Buenos das- dije bostezando.

-Buenos días ¿Qué tal fue anoche? ya veo que bien, espero no haberles cortado el rollo pero es que estabas haciendo mucho ruido, pensaba que te estaban matando o algo, ya veo que el chico es buen dotado- dijo mi madre sonriendo.

-Mamá no nos cortaste el rollo y sí la tiene bien grande- dije riéndome.

-Hijo habla con propiedad se dice que está bien dotado- dijo mi madre fingiendo estar enfadada.

-Bueno pues está bien dotado ¿tu no tienes que abrir la tienda?- dije sonriendo.

-AYY es verdad- dijo mientras dejaba el tazón de leche en la encimera, cogía las llaves y se marchaba corriendo.

En la mesa del salón se había dejado el móvil.

-Que desastre- dije para mí.

Son las 9:00 a.m. me da tiempo de preparar el almuerzo. Lo único que se hacer es espaguetis, así que hoy toca espaguetis pero esta vez estaré más atento. Saco el paquete de espaguetis y tardo casi toda la mañana en hacerlo. En lo que se hacían me da tiempo de revisar mi agenda.

MARTES (HOY):

Día libre.

MIÉRCOLES:

Entrevista de televisión en The Ellen Show.

JUEVES:

Día libre.

VIERNES:

Viaje a Italia.

Bueno al menos esta semana tengo días libres. Miro el reloj de la cocina son las 12:00p.m. y Bruno todavía no se ha levantado. Voy a ir a la habitación pero me acuerdo de los espaguetis, lo del otro día no va a volver a pasar. Voy a la cocina y apago la cocinilla. Ahora si voy a la habitación entro silenciosamente y ahí está el durmiendo como un bebé. Sin hacer ruido voy a la cocina cojo un caldero, lo lleno de agua y vuelvo a la habitación. Me acerco a el, le acaricio la mejilla, cojo el caldero de agua y se lo voy ha echar encima, pero de repente se despierta y acaba empapándome a mi.

-Joder está fría- dije saltando de la cama al suelo porque me había entrado agua por los pantalones.

-Te pillé- dijo riéndose- a mi nadie nunca me despierta.

-Joder estoy empapado, lo gracioso es que no se mojó la cama- dije sorprendido al ver la cama intacta.

-Es verdad- dijo Bruno sorprendido. Se acerca a mi y me da un beso pero bien separado de mi para no mojarse, entonces le tiro del brazo y lo tiro en el suelo conmigo. Me subo encima de el y me restriego para mojarlo también.

-Quítate me estás mojando- se quejó Bruno.

-Eso es lo que intento- dije riéndome, le agarro de la camisa y lo beso.

-Venga vamos a ponernos ropa seca- dijo Bruno levantándose y dirigiéndose al vestidor.

Nos cambiamos de ropa y nos vamos a la cocina, se nos hizo las 1:00 p.m.

-Hice espaguetis- le dije a Bruno.

-Por favor llama al hospital si e encuentro mal después de los espaguetis- dijo Bruno bromeando.

-Venga seguro que no me salieron tan mal- dije sonriendo mientras entre los dos poníamos la mesa.

En ese momento llegó mi madre sonriendo.

-Hola chicos ¿a está el almuerzo?- preguntó mi madre sonriendo.

-Nosotros vamos a esperar un poco es temprano- dijo Bruno.

-Bueno yo tengo que comer ya, me tengo que ir- dijo mi madre mirando la hora.

Mi madre se sirvió la comida y comió como un avión. Nosotros en cambio, almorzamos con tranquilidad.

-Pues te quedaron buenísimos mi amor- dijo Bruno dejando los platos en el lavavajillas- Me voy a lavar los dientes-

Fuimos al baño y nos lavamos los dientes.

-Oye que te parece si hacemos un juego- dije mientras me secaba la boca con una toalla.

-¿Que juego?- preguntó Bruno levantando una ceja.

-Consiste en poner un vaso con lo que tu quieras, uno de los dos dice algo que no ha hecho y si el otro lo ha hecho bebe- le expliqué por encima.

-Vale así pasamos la tarde-

Fuimos a la cocina cogimos una jarra de agua y dos vasos. Nos sentamos en el sofá y lo dejamos todo en la mesa.

-Empiezo yo, nunca me he tirado en paracaídas- dije yo.

Bruno bebe y lo miro sorprendido.

-Si, ya se que estas pensando soy un loco- dijo riéndose- yo nunca me he duchado con agua fría-

Así nos pasamos toda la tarde. Cuando ya llevamos un rato jugando se me viene una cosa a la cabeza ¿Dónde están los padres de Bruno?, se que Bruno ya tiene 20 años pero nunca me los ha nombrado.

-Oye Bruno te tengo que preguntar una cosa- dije nervioso.

-Dispara-

-¿Donde estan tus padres?- miro a Bruno fijamente a los ojos, el está serio y aparta su mirada para mirar el suelo.

-Mi madre murió de cáncer cunado yo tenía 14 años y mi padre no quiere saber nada de mi desde que con 18 le confesé que me gustan los chicos, se podría decir que no tengo familia, pero ahora te tengo a ti- dijo mientras se reprimía las lágrimas. Me acerco a el y lo abrazo y le doy un beso.

-Tu familia ahora es esta, mi madre, mi padre y yo- dije consolándolo.

-Muchas gracias- dijo abrazándome- Después de que mi madre muriera de cáncer mi padre se volvió drogadicto, todas las noche lo veía como se drogaba delante de la televisión, veía como se hacia las rallas de cocaína delante de mi. Un día, cuando yo tenía 16, decidí probarlo para ver por qué le gustaba tanto a mi padre, me enganché- en ese momento Bruno rompió a llorar yo lo tranquilize y continuó- ese día consumí tanta droga que me dio una sobredosis, mi padre cuando llegó de trabajar me vio tirado en el suelo, entonces me llevó al hospital. Cuando me curé fui a una terapia grupal pero no funcionó y yo seguía consumiendo, pero un día la droga se acabó y dejé de consumir, a partir de ahí mejoré mi aspecto físico, fui al gimnasio y en un año estaba como nuevo. A los 18 años me hice modelo y un día antes de irme le dije a mi padre que no me gustaban las chicas sino los chicos y me echó de casa, ese día dormí en un banco-

No me podía creer lo que me estaba diciendo eso era horrible menos mal que ahora está conmigo.

El amor no es para siempre... o si Donde viven las historias. Descúbrelo ahora