El rostro del asesino (Malec)

18. Presentimientos

Eres un hombre increíble. Hay tanta profundidad en ti. Tantas capas. Aprendí eso cuando mi vida se salió de control y en vez de correr, me apoyaste. Estuviste a mi lado incluso cuando dejó tu corazón magullado y el mío...un poco maltratado.
(Ella Frank)

* * *

POV MAGNUS

La vida es como una obra de teatro, dicen. Cada uno interpreta un papel en su historia y la de los otros, con una gran obra que entrelaza todas las historias. Todos tenemos un personaje que interpretamos y éste tiene muchas facetas, hay máscaras y disfraces también. Es inevitable. Sólo que en la vida no hay ensayos, es caer y levantarse, y hay caídas que duelen tanto que al levantarnos ya no volvemos a ser los mismos.

Siempre hay una máscara, un disfraz. Esas sonrisas convencionales que le damos a conocidos y desconocidos es una de ellas. Todos tenemos esa falsa sonrisa que no nos llega a la mirada ni al alma. Esas máscaras de seriedad también o las risas a carcajadas que se pagan cuando ya estamos solos...

Hay un disfraz que usamos con cada persona o con todos cuando no tenemos la fuerza para tener varias máscaras.

La mía es la de ese libertino y descarado que se gana la vida haciendo videos porno. Porque nadie entendería que siempre los hago solo, nadie creería que el que graba es alguien de confianza, que no soporto que me toquen, que llevo años soltero, que no me gusta el coqueteo...

...nadie, excepto Alexander Lightwood.

¿Qué tiene él que, con esos hermosos y profundos ojos azules, parece ver a través de mí?

Antes de él creí que era imposible encontrar a alguien que de verdad reconozca cuando estás usando una máscara y cuando realmente eres tú. Te hace completamente vulnerable, pero también libre. Esa carga en tu pecho, el peso en el corazón, el cansancio en el rostro por no poder mostrarte como eres, se van cuando encuentras con quien ser tú mismo. Aunque también corres el riesgo de que te vean como realmente eres y no les guste, y se alejen. Creo que Alexander es eso para mí, y me gusta, pero me asusta también.

Suspiro antes de llamar a Ragnor. Alexander dijo que no enfrente directamente a Ralf.

<<-¿Magnus? ¿Estás bien?

Tal vez la única persona, además de Alexander, que me conoce un poco.

-Sí, todo bien. Quería preguntarte, ¿sabías que entre Camille y Ralf hubo algo?>>

Cuelgo con un mal presentimiento, ni siquiera Ragnor -que siempre está al tanto de todo- lo sabía.

Tal vez Alexander tenga razón y enfrentar directamente a Ralf es mala idea, si esconde algo, si es peligroso...

-¿Magnus? -su voz me hace alzar la mirada y ahora me preocupa haberlo citado a estas horas, en un lugar con tan poca gente...

POV ALEC

-¿Alec? -pregunta Izzy adormilada, cuando abre la puerta-. ¿Qué haces aquí?

Mi corazón late tan rápido, estoy tan preocupado que ni su bostezo se me contagia.

-Magnus fue a hablar con Ralf Scott, con su abogado. Tengo un mal presentimiento, Izzy. Y no contesta su teléfono. Tengo miedo...

-Ok -al instante su expresión y su tono cambian-, primero, cálmate, no me sirves de nada como estás, segundo, ¿sabes a dónde iba?, y tercero, ¿cómo se te ocurre dejarlo ir solo y hacer eso? Si ese hombre o la tal Camille saben algo o hicieron algo y se sienten descubiertos...

-No lo digas -no soporto la idea de Magnus en peligro.

No. Magnus va a estar bien. Tiene que estarlo.

Ella me lanza las llaves de su auto. -Enciéndelo. Bajo en un momento. Vamos a buscar a mi futuro cuñado, ahora que alguien se coló en ese frío corazón tuyo, no voy a dejar que lo maten.

CONTINUARÁ...