"De tales milagros, tales hijos... "

• "Esa etapa."

"AoKaga Family" ❤

Aomine Taiki. / Midorima Hideki. (c): "Ina-Stardust R"

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ADV: Omegaverse.

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Suspiró por tercera vez, había un deje de nostalgia en él pero también fastidio pues su plan para un día libre no era tener que estar de custodio.

Antes podía salir con su esposo e hijo sin problema alguno pero ahora, ahí estaba recibiendo golpes en su espalda.

-Viejo. - le gruñeron desde el otro lado de la puerta que se azotaba cada tanto. -Abreme, m-me portare bien.

-Si, si. - negó burlón el Aomine mayor ante las palabras de Taiki, su único hijo. -Tú solo quieres ir a hacerme abuelo. - su único hijo, alfa.

Lo escucho estampar su cabeza contra la madera y solo sonrió ante lo parecido que era su muchacho a él mismo.

También lo habían encerrado cuando tuvo su edad, solo que fue su madre quien lo hizo.

-Suficiente con que Midorima no te matara por marcar a su hijo, ahora siquiera evita empazonarlo, aún. - y era verdad, el alfa peliverde se había enojado bastante tras encontrar a sus respectivos hijos en plena faena sexual y una mordida en proceso...

En su hogar, su territorio.

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Tras hablar aunque ya no tuvieran tanta autoridad sobre sus vástagos, quedaron en que estos no tendrían encuentros durante sus tiempos de calor pues, aún eran muy jóvenes como para ser padres.

Daiki y Taiga sabían lo difícil que era tener una familia a temprana edad por esa razón aceptaron sin duda la petición de los Midorima.

Y los muchachos lo habían respetado igual, hasta que el celo de Midorima Hideki había llegado justo en la habitación del alfa Aomine.

Afortunamente cuando sus padres estaban en casa.

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El moreno terminó sometiendo a Taiki como lo hacía con cualquier infractor de la ley, para que enseguida el atontado muchacho fuera encerrado velozmente en la prisión de alta seguridad que era su habitación, dejando así a su omega lejos suyo.

El pelirrojo por su parte ante el pánico le había introducido a este, casi hasta la garganta, un par de supresores para poder llevarlo sin peligro hasta su hogar.

Ahí Tetsuya, su otro padre, lidiaría con lo que le tocaba a él.

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-Le daré su comida. - Taiga apareció con un plato lleno de sándwiches en su mano, se veía más tranquilo e incluso, un tanto divertido por la situación.

Al final era la primera vez que su hijo experimentaba ese apuro.

-Seguro que no está pensado en esta comida, mejor alimentame a mí. - el moreno enarcó sus cejas sugestivamente haciendo que su esposo riera.

-¡Oi, deja mi sándwiches! - el gruñido detrás de la puerta se dejo escuchar. -¡Y deja a mi papá, si yo no puedo tú tampoco!

-Mocoso irrespetuoso, no me retes o me como todo. - se puso de pie para tomar más que un sándwich, un beso de su esposo.

-¡Son mis padres, no me hagan esto! - los mayores rieron hasta que el pelirrojo en reciprocidad con su hijo aparto al moreno.

Aomine suspiro derrotado mientras le abría la puerta de aquella habitación.

Si, sería complicado pero no cambiaría la vida que ahora llevaba pues tenía a Taiga a su lado y cuidaría a su cachorro para que tuviera la misma suerte que él tenía.