Notas a Todoroki. [Todoroki Shouto | BNHA]

N°30 (3)

Parte 3

Cuántas veces imaginó este encuentro; en la cafetería, en el pasillo, el patio, pero nunca en el salón de clases. Siempre supo lo que le diría cuando estuvieran frente a frente, pero ahora estaba en blanco, sin ideas, tratando de entablar una conversación mínimamente estable. Pero lo único que podía hacer ahora era ver como el bicolor la miraba intensamente, sin despegar los ojos de los suyos.

¿Ahora qué tenía que hacer?

—Me gusta cuando me dices Shouto.

El trance en el que estaba desapareció al escuchar su voz. Todoroki era como un príncipe de cuentos de hadas, donde iba a rescatar a la hermosa princesa de las garras del malvado. Lo malo aquí era que ella no estaba en peligro, y tampoco era una princesa.

—Eres... más bonita de lo que pensé.

Todoroki empezó a avanzar hacia ella, esperando a que [T/N] dijese algo, pero lo único que hizo fue desesperarse.

—No, yo... yo no... —Su voz salía entrecortada mientras que su rostro empezaba a subir de temperatura—... yo... tengo que irme, me están esperando.

Tomó rápidamente su bolso de la mesa y caminó hacia la puerta, pasando por al lado del chico. No estaba preparada para verlo, no quería dejarlo allí pero estaba insegura.

—¿Vas a escapar?

Todoroki alzó la voz, dirigiéndose a ella de frente. [T/N] paró de caminar, pero no volteó a verlo. ¿Cómo iba a mirarlo a la cara?

—[T/N] —llamó—... si quieres irte, bien. Pero por lo menos deja agradecerte.

La chica se extrañó por lo que dijo. Se giró quedando de costado, pero con la posibilidad de ver al chico.

—¿Agradecerme?

Todoroki asintió levemente, y después cerró los ojos exhalando todo el aire antes de hablar. Su rostro serio cambio a uno más ameno y tranquilo.

—Sí —afirmó—, tal vez para otros no es la gran cosa, pero yo siempre esperaba tus notas con emoción. Era algo nuevo para mí sentir esto.

«Tuve muchos problemas en el momento que ya no me llenaba con solo leerte, ahora quería verte. Así fue como empecé a buscarte, o el intento de hacerlo.

Quería entender que era este sentimiento extraño que sentía cada vez que leía tus notas, tu letra. Porque sentía la emoción de alegría de tus palabras, o la tristeza. Y me daban ganas de tenerte al frente.

Pero no podía, porque no te conocía.»

[T/N] se quedó de piedra, ¿cómo era posible que Todoroki Shouto, el más codiciado del 1A, le estuviera diciendo eso a ella?

—Shouto...

—Solo quería expresarlo, no tienes que decir nada. —Todoroki suspiró después de ese pequeño discurso—. Ya me voy.

Una de las virtudes de [T/N] siempre fue decir la verdad, pero en ese momento no estaba segura de decirle su verdad a Todoroki.

El bicolor decidió comenzar a caminar al ver que la chica no decía nada. No iba a decir que estar allí fue una pérdida de tiempo, porque por lo menos pudo saber quién era su admiradora, la chica que lo encantó.

—¡Yo también quiero agradecerte! —El grito de [T/N] hizo parar en seco al chico, no estaban a más de un metro de distancia. La chica apretó sus manos con fuerza—. Cuando te ví en la pelea contra Midoriya en el festival deportivo, mi corazón se apretó.

«Nunca había sentido tantos altos y bajos ese día, parecía que sabías lo que hacías. Tu fuerza, tu estilo, tu ganas de ganar fueron más que el dolor.

Así quería ser yo, alguien fuerte.

Fue así como empecé a admirarte, al ver como dabas tu 100 por ciento en todo lo que hacías. Quería poder ir y decirte "¡Eres asombroso!", Pero nunca me atreví.

Así fue como comencé a enviarte notas, o más bien Shi-chan. Ella me hacía el favor.

Yo no quería molestarte, solo quería tener una forma de decirte lo que sentía. Y cuando empezaste a buscarme, me dio miedo.»

—¿Miedo?

[T/N] asintió; era ahora o nunca.

—Alguien como yo no está a la altura de un Todoroki.

—¿Alguien como tú? —preguntó Todoroki sin entender lo que trataba de decir.

—Shouto, yo no tengo Quirk.

Todoroki se quedó mirándola por un momento, su rostro serio y sus ojos intensos ponían nerviosa a la chica.

—No entiendo —dijo después de un largo silencio, [T/N] se quedó esperando a que terminara de hablar—, ¿Qué tiene que no tengas Quirk? Aún sigo pensando lo mismo de ti.

La chica se asustó al movimiento del chico, quién se había acercado más a ella haciendo que retrocediera.

—¿Qué cosa? —susurró. Sus manos tocaron el borde de la ventana, ya estaba en el tope, ya no podía retroceder más; eso le dió la ventaja al bicolor.

—Que aún me gustas.

[T/N] no reaccionó. El chico que le gusta le correspondía, ¿Cómo era posible eso? Siempre tuvo en mente que el heterocromático era alguien que tenía que estar con personas como él, cuando en realidad él quería estar solo con ella.

—¡Bésense ya, tórtolos de pacotilla! ¡No tenemos todo el tiempo!

Los dos jóvenes se exaltaron al escuchar el golpeteo en la puerta del salón. Al ver que pasaba, solo pudieron apreciar como Midoriya trataba de calmar a una castaña enojada.

—Nos estaban espiando —comentó Todoroki al ver como el peliverde era arrastrado por la chica, dando vuelta la situación.

La risa de la chica se escuchó suave, haciendo girar al bicolor para verla reír; cosa que hizo que él levantara la comisura de sus labios, en una sonrisa.

—Me gusta tu risa —dijo haciendo que la chica se sonrojara y golpeara el pecho del chico—, me gusta todo de ti.

—Ya basta...

—¿Crees que deberíamos hacerles caso?

[T/N] volvió a sonrojarse al escuchar el comentario del chico, pero no dijo nada, solo se dejó llevar en el momento que Shouto unió sus labios con los de ella. Corto, pero significa el comienzo de algo.

—¿Tienes hambre? —preguntó el chico a ella mientras agarraba su bolso como cortesía. La chica asintió, tomando la carta que el chico le había escrito y que había dejado en el momento que entró—, vamos a comer.

—¿Es una cita?

—No sé, nunca había tenido una —dijo el chico.

—Yo tampoco.

Los dos se quedaron viendo, hasta que la chica estalló de risa, lo que hizo que el chico volviera a sonreír. Dejaron atrás el salón y empezaron a caminar juntos hasta la salida, donde los esperaban.

—Shouto —llamó [T/N].

—Dime.

—Te quiero —dijo mientras agarraba la mano de heterocromático y se escondía en su brazo.

Todoroki no hizo más que sonreír por la ocurrencia de ella. Estaba feliz, feliz de por fin poder saber que era ese sentimiento dentro de su pecho y poder decirle a esa persona lo que sentía.

—Yo también te quiero.

Fin.