Notas a Todoroki. [Todoroki Shouto | BNHA]

N°6

Las clases habían iniciado normalmente en la academia UA, los alumnos estaban ya entrando a sus respectivos salones.

Todoroki se encontraba en su puesto esperando que las clases comenzaran.

—Todoroki-kun. —Pudo escuchar como su compañera de puesto lo llamaba. Momo lo miraba extrañada—. Has estado distraído desde que llegaste.

El bicolor la miró por un segundo e inclinó la cabeza.

—Lo siento. —Dicho eso dejó de ver a su compañera, el profesor había entrado al salón.

°°°

La hora de almuerzo empezó y el chico mitad pelirrojo mitad albino caminó junto a sus compañeros a la cafetería.

—Torodoki, ¿Qué vas a pedir? —El peliverde le preguntó, se había dado cuenta que su amigo estaba más callado de lo normal y quería sacar alguna conversación con él.

—No sé —contestó mientras veía los platillos—. Iré a ver los menús.

El pecoso asintió y le avisó que estarían en una mesa cerca de allí. Todoroki caminó hacia una de las vitrinas. 

Mientras que observaba los diferentes platillos, pudo escuchar el sonido de un animal gruñendo, o eso pensaba.

—Shhh, maldito estómago.

El chico dirigió su vista a su lado derecho, donde se encontraba una chica castaña abrazando su abdomen. La chica se dio cuenta que el bicolor la miraba, de repente su cara cambió de normal a un tomate viviente, estaba roja de vergüenza.

—Jajajajaja. —Sus nervios se notaban y su cara rojiza no ayudaba—. ¡No fui yo!, fue... Ehh. —Se quedó callada y mirando a la nada—. ¡Adiós! —La chica salió corriendo a dónde quién sabe, dejando colgado al bicolor.

Se quedó mirando hacia donde se había ido la chica. No parecía mayor que él, podría ser de primer año. Bajó la mirada y pudo visualizar un papel arrugado, se agachó a recogerlo y lo metió en su bolsillo. No le gustaba que dejaran basura en el piso.

Volvió a lo de antes, terminando de pedir su comida y así poder ir donde sus amigos.

°°°

Las clases de la tarde terminaron después de una competencia que había hecho su profesor para ver cuánto habían avanzado. 

Después de haberse cambiado el atuendo de héroes, fue hacia el salón de clases; había olvidado uno de los libros de la biblioteca. Junto a él lo acompañaba Iida y Midoriya, a quiénes les tocaba limpiar el salón ese día.

—La lucha de hoy me ayudó a saber lo que me falta practicar para los exámenes de fin de ciclo —comentó el presidente de la clase 1-A. Midoriya asintió.

—Es verdad, el profesor quiere que corrijamos nuestros errores más visibles, tal vez si cambiamos la táctica del inicio y hacemos que nos... —El pecoso se metió de lleno en sus pensamientos y empezó a susurrar estrategias de batalla.

Mientras que Iida zaradeaba por los hombros a Midoriya para que reaccionara, Todoroki entró al salón. Sacó el libro que se encontraba dentro de su pupitre, dándose cuenta que sobre este también se encontraba otra de las notas de su admirador secreto. Recogió las dos cosas y las guardó en su bolso escolar, sacó una hoja de uno de sus cuadernos y escribió en ella.