N°17

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Parte 1.

Sábado por la tarde llegando a la noche. Y allí estaba él, posado en la pared de la estación, esperando la llegada de su amigo el pecoso. 

Aunque era fin de semana, la estación de tren no estaba tan conglomerada como pensaba que estaría. Un alivio más para él, que ya estaba de los nervios de punta. Solo quedaban 2 horas para que empezara el recital, solo 2 horas para saber quién era su admiradora. 

Sí es que había suerte. 

Porque sabía que Shinsou estaría allí, protegiéndola y tratando de esconderla. ¿Por qué no quería que la encontrara? Lo único que quería era quitarse la duda de quién era la persona misteriosa.

Porque eso era lo único, ¿verdad?

Dejó de estar encerrado en sus pensamientos cuando a lo lejos pudo divisar la cabellera verdosa de Midoriya acercarse hasta donde estaba él. Dejó de apoyarse en la pared y se paró recto mirando cómo el chico se posiciona al frente de él.

—Hola, Todoroki-kun —habló el pecoso levantando la mano en forma de saludo—. ¿Cómo estás?

—Bien, gracias —respondió a la pregunta mostrando una pequeña sonrisa a su amigo, el pecoso le devolvió la sonrisa mientras empezaban a caminar cerca de las vías del tren—. Gracias por venir conmigo, Midoriya.

El de cabellera verde negó con la cabeza y le restó importancia con la mano, haciéndole entender al bicolor qué no tenía que agradecer.

Después de esa pequeña conversación, el tren que tomarían llegó. Se subieron al vagón y se sentaron lo más cercano a la puerta, así no tendrían problemas al salir.

Todoroki sacó del bolsillo su celular, mirando la hora que en la pantalla se apreciaba.

—Te ves muy tenso, Todoroki-kun —habló a su lado el pecoso. El mitad albino giró su rostro para ver a su amigo. Le dio una pequeña sonrisa ladina y negó con la cabeza.

—Estoy bien.

Dejó de ver al chico y se concentró de nuevo en su celular. No así Midoriya, que frunció el ceño por la respuesta del bicolor, no estaba muy seguro de lo que decía era cierto, pero no iba a molestar más.

El celular de Izuku sonó alertándolo. Sacó su celular y contestó al mensaje que le llegó recién. Su nueva amiga era muy divertida.

°°°


Estar dentro del local solo le hacía sentir nervioso, aunque no se notara para nada en su expresión seria.

Giró su cabeza a todos lados, el lugar era un estadio cerrado, no tan grande, pero lo suficiente como para abarcar a cientos de personas. Pero a él no le importaban esas personas.

Midoriya al lado de él suspiró, estaban un poco apretados por toda la gente que estaba allí.

—No pensé que el tren se detendría por falla justo hoy, hemos tardado más de lo que pensé, ¿o no, Todoroki-kun? —comentó el pecoso. El bicolor no tomó mayor importancia a lo que dijo su amigo, estaba demasiado absorto con buscar algún indicio de que ella estuviera allí—. ¿Todoroki-kun?

No lo escuchaba, no escuchaba a nadie. Cómo hacerlo, si a un par de metros allí estaba Shinsou sonriendo, con un par de chicas a su lado. Alguna de ellas era su admiradora, pero no podía ver sus rostros, toda la gente alrededor le tapaba la poca visión que tenía.

Y en ese instante las luces se apagaron. Los gritos de las personas empezaron a escucharse por todo el lugar, pues el grupo, ya en el escenario, estaba empezando a tocar.

El grupo de amigos solo estaban a unos metros de él, disfrutando de la buena música. Aunque, el no podía disfrutar tanto como quisiera.

Los minutos pasaron y el primer tiempo de la banda se terminó, dejando un espacio para que los espectadores descansaran.

La oportunidad.

—Midoriya, ya vuelvo —dijo a su amigo mientras se empezaba a hacer espacio entre la gente. Desde atrás escuchó a Midoriya que lo llamaba, pero no hizo caso y siguió encaminándose hasta ese característico peinado parado.

La gente empezaba ir a los pequeños puestos más al fondo. Y ahí estaba él, agarrando el hombro del de morado y girándolo. Estaba solo, y las dos féminas que antes estaban se habían ido unos minutos antes.

Shinsou se sorprendió al ver al bicolor allí y frunció el ceño con una cara de seriedad.

—¿Qué haces aquí? —El bicolor iba a contestar, pero el chico se le adelantó—. No me digas, sigues con tu idea estúpida de verla...

—¿Dónde está?

—Te he dicho que te alejes de ella, ¿Tú no entiendes? —Escupió shinsou.

El silencio de Todoroki y su mirada punzante molestaban a Hitoshi.

Antes de que cualquiera pudiera decir algo, justo al frente de ellos, apareció una chica agarrándose del estómago con dolor. Parecía que en cualquier momento vomitaría.

—Nunca más ocuparé tanto la teletransportación en un día, creo que voy a vomi... —paró de hablar.

La castaña se dio cuenta de la situación al frente de ella. Sus ojos se abrieron de la impresión y miró buscando una explicación de Shinsou.

—¿Qué está pasando? —sus nervios se notaban por como miraba a todos lados—, ¿Qué haces aquí?

El bicolor se extrañó que la chica le hablara, aunque se le hacía muy conocida.

Y allí tomó en cuenta todo; teletransportación, su Quirk; castaña, como decía Midoriya; está aquí, en el concierto. ¿Era ella?

Al parecer era muy notorio como la estaba viendo, pues parecía incómoda.

—¿Eres...? —la chica no respondío, solo miraba de reojo a Shinsou, mientras que este estaba serio mirando la escena—. Ven conmigo, por favor.

—No espera. —Todoroki la tomó de la muñeca y empezó a alejarse del lugar, con ella—. ¡Oye!

Y así se fueron de allí, yéndose a dónde quién sabe irían.

—Idiota —susurró el pelimorado mirando cómo el mitad pelirrojo se llevaba a una de sus amigas.

°°°


Extra:

Una chica llegaba al lado del peli morado, agarrándolo del brazo. Este se sorprendió, pero al ver quién era, sonrió. Pasó su brazo por los hombros de la chica.

—Adivina Shinsou, me encontré con Midoriya —dijo feliz, pero su sonrisa se esfumó cuando vio al chico un poco ido—. ¿De qué me perdí?

—No de mucho, no te preocupes. Mira, ya van a empezar a tocar de nuevo.

La joven miró extrañada al muchacho.

—A veces siento que me estoy perdiendo de algo grande...

Notas a Todoroki. [Todoroki Shouto | BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora