Regalos.

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Los rayos de media mañana fueron los que me sacaron de mi profundo sueño. Estaba, cuando entraron a las apuradas Patricia y Marianela por la puerta.

-Maga, necesitamos que vayas a la sala. -Pide Mari agitada.
-Trajeron una entrega para ti. -Dijo seguida Patri igual de agitada.
-¿Para mí? -Digo saliendo a toda velocidad de la cama.

Salimos las tres del cuarto y fuimos hasta la sala, al llegar, me encontré con una caja mediana la cual contenía un moño.
-Señorita, necesito que firme aquí.
-Debe de haber un error. -Digo mirando al chico y luego a las cajas.
-¿Usted es Magalí Alonso?
-Si, soy yo, pero...
-Perfecto, firme aquí por favor, tengo que hacer otras entregas.

Después de firmar, me quedé contemplando la caja, ya que tenía una nota.
Luego de acercarme, la tomé entre mis manos, "Para la ardilla que viene en camino, espero que lo disfrute, Jerónimo."
Dejé la nota a un lado y luego de desarmar la caja, me encontré con un cochesito de bebé.
No podía creer que se había puesto en gastos, no podía recibirlo, así de simple.
-Creo que Jero se tomó muy en serio el papel de "protector". -Aventuró Patricia.
-No es mi protector. -Digo sin despegar la vista del objeto- De seguro lo hizo por amabilidad.
-Si, seguro... Amabilidad. -Se burló Marianela.

Después de acarrearlo hacia nuestro cuarto, y que más de una docena de compañeras de pensión vieran el regalo y se quedaran estupefactas, comenzaron a especular para ver cual de las tres estábamos embarazadas, tomé mi móvil y le marqué a Jero.
-¿Hola? -Se notaba que se acababa de despertar.
-Jero... Soy Maga... Perdón que te desperté.
-¿Recibiste los paquetes? -Suelta después de un bostezo.
-¿Paquetes? ¿De qué estás hablan...? -No termine de hablar ya que el timbre volvió a sonar.
Corí hacía la entrada y abrí la puerta de una.
-¿Señorita Alonso?
-Si, soy yo.
-Firme aquí.
Estaba totalmente estupefacta.
-¿Maga? ¿estás ahí? -La voz de Jerónimo me volvió a la realidad.
-S... Si, todavía estoy acá. -Respondo y veo como las chicas me ayudan a entrar la enorme caja- Gracias, de verdad gracias Jero, se que no es tu obligación sino de Grayson el que debería estar haciendo esto, pero de verdad te lo agradezco.
-Ya te lo dije, tómalo como un regalo.

Una vez en el cuarto, decidí que debía buscar otro lugar donde vivir, por que definitivamente acá en la pensión era imposible, nuestro cuarto si bien era amplio no lo era tanto como para agregar una cuna y un coche. El lunes después de las cursadas iría a buscar un departamento cerca de la facultad donde pudiera alquilar, y para eso necesitaba hablar con mi madre.
-Hola hija, ¿Cómo estás?
-Bien, ¿Vas a estar? Necesito hablar contigo.
-Si, ven.

Treinta minutos después, me encontraba en la casa de mi madre. Al ingresar, pude oírla en su despacho.
-Hola Ma.
-Hola Magalí, ven, pasa.
-¿Trabajando un sábado? -pregunto al verla sentada en su escritorio de caoba.
-Algo así, necesito contestar una demanda para el lunes.
-¿Quieres que cocine algo mientras tú estas con eso?
-Me harías un gran favor. -Responde echandome una mirada rápida.

Fui hasta la cocina y comencé s preparar el almuerzo.
-¿De que querías hablar? -preguntó mi madre entrando por la puerta detrás de mí.
-Pues verás... Ayer fui a comprar algo de ropa al bebé, se que faltan casi nueve meses, pero es mejor arrancar desde ahora y un amigo, me envió como regalo una cuna y el coche.
-¿Un amigo? -preguntó a la vez que alza una ceja.
-Jerónimo, es que se enteró lo de Grayson y yo sin querer y ahora no sé por qué está siendo amable conmigo. Bueno, la cuestión es que en la pensión donde estoy con las chicas el cuarto es amplio, pero no lo bastante como para que entren las cosas, y voy a necesitar mudarme.
-Lo entiendo, ¿Qué tienes paleado?
-Pues pensaba buscar un departamento cerca de la facultad.
-Está bien, ¿Te ayudo a buscar?
-No va a hacer falta, le voy a decir a las chicas que me acompañen.
-Bueno, apenas te decidas avisame así deposito el primer mes.
-De acuerdo.

Un papá para mi bebé®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora