Luna de miel.

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Después de arreglar nuestro embrollo, volvimos a ser la pareja que eramos antes.

Nuestros días se resumían en ir a la playa durante casi todo el día, a la tarde íbamos a caminar por algún lado y luego íbamos a cenar.

Aunque a donde íbamos lo hacíamos con mi padre y su familia, nosotros parecíamos una pareja de recién casados de luna de miel ya que íbamos metidos en nuestra burbuja.

Mientras esperábamos a que nos atendiera un mozo, mi móvil comenzó a sonar. Lo desbloqueé y vi que era un mensaje de Camilo.

-"De: Camilo.
Para: Magalí Alonso.
¿Cómo va todo por ahí?"

-¿Quien es? -preguntó serio Jero.

-Es solo alguien que conocí en el avión. -Al ver que se ponía tenso me apresuré a explicarme mejor- Tranquilo, entre él y yo no pasa nada, solo somos conocidos. Todo lo que dije ayer es verdad, no hay ni va a haber nadie más que tú.

-Tranquila princesa. -Dijo juntando nuestras frentes- Confío en ti.

Le respondí que todo bien, que estaba con Jero y al rato me respondió.

-"De: Camilo.
Para: Magalí Alonso.
Hay una fiesta en la playa, estas invitada y tu novio también. "

Le hice el comentario a Jero y éste aceptó.

Nos encontrábamos en el hotel arreglandonos para ir a la fiesta. Después de ducharme, me puse mi ropa interior y como sería en la playa debía ir lo más cómoda posible, me puse un vestido suelto con unas sandalias bajas. Me amarré el pelo en una coleta alta y me maquillé solo un poco.

Estaba terminando de arreglarme cuando la puerta de mi cuarto sonó.

Fui hasta ella y abrí para que Jero entrara, él ocupaba la habitación pegada a la mía.

-¿Estás lista?

-Si. -Me eché algo de perfume y nos pusimos en marcha.

Mientras bajábamos por el ascensor, le mandé un mensaje a Camilo avisándole que estábamos en camino.

-Estas hermosa esta noche. -Dijo Jero tomándome en sus brazos.

-Gracias, tú también estas guapo. -Dije examinando sus ojos. Él estaba enfundado en unos jeans azul oscuros, camisa blanca apretada y zapatillas de vestir. Realmente estaba hermoso- Voy a tener que vigilarte para que las mujeres de aquí no te secuestren. -Digo abrazándolo.

Ambos reímos.

Llegamos a planta baja y luego salimos del hotel para ir hasta la playa. Por suerte no quedaba muy lejos y pudimos llegar caminando.

-¡Maga! ¡Viniste! -Exclamó Camilo apartándose de un grupo junto a una chica morena colgando de su hombro. Pude notar como Jero se relajaba solo un poco.

-Te dije que vendría. Camilo, te presento a Jerónimo, mi novio. Jero el es Camilo.

Ambos se estrecharon la mano y luego fue el turno de Camilo presentar a la chica.

-Ella es Julia. Ella es de aquí. -La chica nos saludó con una sonrisa tímida.

-Tomen, con esto podrán pasar al vip. -Dijo entregándonos unas pulseras.

Nos las pusimos y los cuatros nos encaminamos hacia aquel lugar apartado a un costado de donde estaba el Dj.

Llegamos y luego de mostrarle las pulseras, un gorila de seguridad se hizo a un lado para dejarnos pasar.

-¿Quieres tomar algo? -me preguntó Jero acercándose a mi oído para poder escucharlo.

-Un licuado de frutilla. -Dije alejándome solo un poco y observando el lugar.

-De acuerdo, enseguida vuelvo.

Se acercó una vez más a mí y plantó sus labios en los mios haciéndome sentir mariposas en el estómago.

-¿Y como te enterarse de la fiesta? -Dije volviéndome a la parejita.

-Pues Julia trabaja en la misma obra que estoy yo, ella es arquitecta también. Me comentó de la fiesta y pues decidí avisarte.

-Ha, gracias. -Digo sonriendo amable.

-Así que vino el padre de tu bebé.

-¿Quien Jero? Oh, no, no, Jero si es mi novio, pero no es el padre de mi bebé.

-Ammm, yo supuse que lo era. -Respondió avergonzado.

-Vino sin que yo supiera, pies las ultimas dos semanas estuvimos algo distanciados, pero por suerte arreglamos los problemas.

-Es bueno escucharlo.

A los pocos minutos Jero volvió con un licuado para mí y una cerveza para él y sin más nos fuimos los cuatro a bailar eléctrica al medio. A medida que la fiesta fue avanzando, Jero se fue integrando y ya estaba más relajado.

Cuando se hicieron las cinco, Jero y yo decidimos volver al hotel. Antes de irnos quedamos con los chicos en juntarnos pasar la tarde en la playa.

-Hasta luego hermosa. -Se despidió Jero como todos las noches.

-Quedate un rato conmigo y luego vas a tu habitación. -Supliqué.

-Mmm bueno, de acuerdo, pero solo un rato, no quiero que tu padre me mate por estar en la misma habitación que tú.

-Está bien. -Respondí rodando los ojos y riendo.

Un papá para mi bebé®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora