Visita.

10.5K 817 9
                                    

Ya pasaron dos semanas desde que nos fuimos todos a la playa. Donde aprovechamos unos días antes de desaparecer para preparar los finales.

Estaba leyendo uno de los apuntes, cuando mi móvil comenzó a sonar.

-"De: Amor.
Para: Magalí Alonso.
¿Estás lista? En quince llego."

Luego de leerlo, tecleo rápido en mi móvil.

-"De: Magalí Alonso.
Para: Amor.
Si, ya estoy lista, te espero."

Fui hasta mi cómoda, esparcí un poco de mi perfume favorito y luego de tomar mi campera de cuero, mi cartera y mi móvil, salí a la sala a esperar a Jero que no se hizo tardar demasiado.

-¿Vamos yendo?

-Si. ¡Hasta luego! -Grité desde la sala a mis amigas.

-¡Adios, si van a hacer cochinadas vayan a ya sabes donde! -Gritó patricia. Ok, eso si había sido incómodo.

-¡Patricia! -Gritamos los dos al unísono.

-¿Nerviosa? -preguntó Jero antes de que tocáramos timbre en lo de mi padre.

-Algo, no se si debí debí aceptar la invitación de mi padre.

-Tranquila, vas a ver que todo va a estar bien, si hay algo que te molesta o te incomoda me lo dices y nos vamos.

-Gracias, eres un tierno.

-Solo contigo. -Dijo acariciándome una de mis mejillas y plantando un casto beso en mi frente.

Tocamos timbre esperando que saliera mi padre a recibirnos, pero en vez de él, lo hizo un niño pequeño.

-Hola. -Digo mirando al niño que era el calco mío.

-Hola, ¿Quién eres? -preguntó serio.

-Soy Magalí y él es Jero. Tus papas nos están esperando.

-¡Magali! Pasen, pasen. -La señora de la fotografía apareció colocándose a un lado y tomando al niño de la mano para que pudiésemos pasar.

-¡Hija! Que bueno que hayas venido, temía que te arrepintieras y decidieran no venir. Por favor, tomen asiento. -Al observa a mi padre, noté que tenía ojeras debajo de los ojos y el rostro cansado.

-De eso debes de darle las gracias a Jerónimo, fue él quien me convenció de venir.

-Gracias hijo. No sabes lo que te agradezco.

-No fue nada señor.

-Hija, te presento a mi esposa Carolina y a tu medio hermano Guz.
-Aún me resultaba raro habituarme que tenía un hermano.
-Bienvenida querida. -La mujer era bastante amable.
-Gracias. -Respondo con una sonrisa nerviosa.
-Con permiso, iré a ver como va la cena.

Cuando la mujer se fue, el niño comenzó a hacerle preguntas a su padre.

-¿Ella es mi hermana mayor? -preguntó primero mi padre y luego a mí.

-Si, ella es tu hermana mayor. -De apoco al niño se le fue transformando la cara en una sonrisa.

-¡Si! Siempre quise una hermana mayor. -Se bajó de la falda de mi padre y vino corriendo hasta donde estaba yo y me abrazó tan fuerte como sus bracitos le permitieron dejándome dura como piedra.

Apenas vi su reacción, no pude evitar sonreír.

-Pero papá. -Volvió a ponerse serio- Ella viene con un hermanito más. Tiene la barriga como la tía Sara.

-No hijo, -lo corrigió mi padre riendo- el bebe que esta dentro de la panza de tu hermana va a ser tu sobrino.

El verle la carita hizo que soltara una risita.

Guz sin decir nada más, se trepó al sillón sentándose entre Jero y yo, y con su pequeña manito acarició mi vientre.

Cuando la cena estuvo lista, pasamos al comedor.

-Renzo me dijo que estudias derecho.

-Si, estoy en segundo año. Planeo ser abogada mediadora.

-¿Y tú muchacho?

-Yo acabo de terminar mi carrera en medicina, ahora me faltan dos finales y ya me recibo de médico.

-Felicitaciones. -Dijo mi padre con una sonrisa- ¿Alguna especialización?

-Me gusta pediatría.

La cena fue agradable, tanto a mi como a Jero nos hicieron sentir cómodos.

-¿Cómo la pasaste? -Me encantó que estuviera pendiente de mi en todo momento.

-Me sentí bastante cómoda. Gracias por acompañarme. -Digo estirándome en mi asiento y plantándole un beso en la mejilla que lo tomó por sorpresa.

-De nada hermosa, todo sea por verte siempre así. -Dijo sonriendo ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres que te lleve a tu casa?

-No, quiero quedarme contigo. -Digo sintiendo que mis mejillas ardían.

-De acuerdo.

Un papá para mi bebé®✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora